Germán Campos Ramos
Con la pistola en la frente y el vigilante a punto de jalar el gatillo, por la mente le pasa a cualquiera la información que pulula en las redes –falsa, por cierto– de que un rayo láser le matará las neuronas a cambio de los datos de su temperatura y el eventual ingreso a cualquier inmueble, pues sería muestra de que el termómetro infrarrojo descarta uno de los principales síntomas de COVID-19.
Por varios días, en redes sociales digitales e incluso mensajes de WhatsApp ha circulado la versión de que rayos dañinos se emiten cada vez que se utilizan estas pistolas. Incluso a lo largo del país se hacen virales videos que muestran a personajes empecinados a evitar la prueba con el argumento de que afectará su salud.
Estas falsas versiones llegaron a uno de los centros de investigación más importantes del país, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), en donde desechan tajantemente esas versiones.
No lanza Rayos X o láser. Se trata de un instrumento basado en sensores térmicos que no emiten radiación, sólo captura aquella emitida por el cuerpo humano, y los datos se muestran en la pantalla del instrumento, por lo que no causa ningún daño a la salud, sostiene Francisco Javier Renero Carrillo, investigador de la Coordinación de Óptica y del área de Ciencias Biomédicas y director de Formación Académica del Instituto.
Y es que una de las medidas de seguridad durante la presente contingencia sanitaria por el coronavirus es la toma de temperatura con termómetros infrarrojos. Pero la información falsa en redes sociales ha satanizado esta herramienta.
“Nada más lejos de la realidad. Estos termómetros no emiten radiación, captan la temperatura corporal de las personas”, explica el especialista.
Renero recuerda el origen de estos instrumentos: “en la industria automotriz se necesita monitorear la temperatura de los motores, qué tan calientes están; y en la industria eléctrica necesitan medir la temperatura de los transformadores. Antes, tradicionalmente se colocaba un termómetro de contacto, pero era impráctico cuando tenían que monitorearse los transformadores sobre los postes”.
Y abunda “desde hace más de un siglo se conoce la teoría de la radiación térmica, y muchos se han interesado en medirla. Desafortunadamente, los sensores de radiación térmica eran caros o difíciles de fabricar, sin embargo, con el avance de la microelectrónica se han superado estas dificultades y ya se usan en el sector salud”.
Estos termómetros son encontrados tan fácilmente que apenas con una búsqueda rápida en internet se despliegan artefactos básicos por 499 pesos y sofisticados con sensores remotos por 6 mil pesos mexicanos.
LA TEMPERATURA DEL CUERPO
El científico explica que los cuerpos emiten radiación porque la temperatura está en función del movimiento molecular: “Todos los cuerpos tienen moléculas que se mueven y este movimiento genera calor.
Los instrumentos se usan también para monitoreo de fugas de agua: “Detrás de un muro, con una cámara térmica o con un termómetro se puede hacer una foto térmica o medir puntualmente la pared para ver dónde está la fuga”.
La teoría detrás de esto es la radiación térmica, una radiación que no se percibe a simple vista; “tenemos sensores térmicos en la piel, podemos percibir el calor con la mano, por ejemplo. Todo esto es la teoría detrás de los termómetros térmicos”.
Insistió que no hacen daño.
“El instrumento, que parece pistolita, es un sensor térmico que no emite nada, sólo mide”.
Cuando el operador del termómetro jala el gatillo, lo que está haciendo es alimentar eléctricamente al sensor; el sensor recibe la radiación del objeto que está siendo apuntado, la electrónica la transforma en términos de temperatura, medida que es desplegada en el monitor del termómetro, pero no emite radiación.
LA LUZ ROJA
En cuanto a la luz roja que se prende cada vez que se acciona, resaltó que no se trata de un láser o un rayo X.
Es luz visible que proviene de un diodo emisor, un LED cualquiera, que no es dañino para el cuerpo.
“Esa luz roja no es un láser, no daña el cuerpo, es de muy baja potencia, y su única función es apuntar el blanco donde quiero medir la temperatura”.
Pero, las recomendaciones de los especialistas nunca sobran y por eso desglosó: “El termómetro tiene que estar lo más derecho o perpendicular al cuerpo u objeto cuya temperatura se quiere medir, por eso se enciende la luz.
¿Cuál es la distancia correcta? Hay que hacerle caso al fabricante. Casi todos los termómetros recomiendan distancias de entre 15 y 20 centímetros.
Las mejores regiones para medir la temperatura con un termómetro de este tipo son la frente y el cuello. Muchos están tomando medidas de las manos, pero eso es incorrecto, remató el especialista.