Daniel Aguilar Twitter: @Danny_aguilarm
La postemporada de las Grandes Ligas llegó y nos dio resultados que para muchos eran lógicos, los favoritos se impusieron, haciendo pesar la estadística y su condición de local. Aunque para muchos Marlines y Yankees no lucían como favoritos, son situaciones totalmente distintas.
Irónicamente ningún equipo de la División Central estará en Series Divisionales, el Viejo Circuito tuvo a cuatro representantes de esa división y un servidor creía que si existía una verdadera sorpresa podían ser los Cerveceros por su mánager, los Rojos por sus lanzadores o los Cardenales por simple tradición.
Y no es que uno sea vidente o me dedique a apostar para tener un argumento fuerte de por qué me inclinaba por estas novenas, en verdad lo creí por lo que mencioné y llegó a ser hasta triste ver que los equipos se mueren de nada o más bien, dejan de luchar y empiezan a despedir la campaña.
Hay quienes se han preguntado qué equipo pasó de largo en estas, mal llamadas, Series de Comodines, los Rojos de Cincinnati ni siquiera pudieron timbrar en el plato, pero no debe resultar vergonzoso, al contrario nos regalaron un duelo de pitcheo el primer día que nos lleva a la reflexión: ¿y dónde quedaron los bates de Atlanta?
Los Azulejos de Toronto son el equipo que muchos nos preguntamos: “¿a qué entró?”, pero también debemos reconocer que las Rayas, al igual que los Dodgers, hicieron válido el pronóstico por haber encabezado el standing. Mi decepción en esta primera ronda de postemporada está con los Cardenales de San Luis.
Y no porque no crea en el rival de enfrente, los Padres pelearon su división durante toda la campaña y han enamorado a muchos con todos esos tablazos, pero los pájaros rojos tenían a su favor la historia y lo más real…
Tuvieron la serie a su favor, y como lo dije anteriormente, se murieron de nada. Es bien sabido que la pelota que se juega en cada uno de los circuitos es diferente, siendo el de la Nacional, un juego más puro y con esencia, pelota pequeña y lanzadores que lucen.
Eso hizo San Luis durante el primer duelo, jugaban por nota y después no pudieron terminar la obra, dejaron crecer al monstro y los Padres –fieles a su estilo– les pasaron por encima. Hablando de pelota de la Nacional, los Marlines de Miami nos dieron cátedra de cómo jugar en conjunto, en el último fin de semana de temporada regular, los peces se metieron al Yankee Stadium buscando su boleto a postemporada y lo consiguieron con ese estilo de beisbol de antaño: bonito, con toques de bola, corredores volando por los senderos y no sintiéndose héroes mientras creen que se puede reinventar el juego (algo que hace constantemente Dave Roberts y por eso tan mal historial en octubre).
En aquella serie estaban ambas caras de la moneda, unos Marlines que a inicio de temporada hicieron que hasta el comisionado considerara cancelar la campaña por los casos de COVID-19 y que tuvieron que parchar la alineación para poder sobrevivir, sin mucho que perder y con todo a su favor viendo que Nacionales y Mets ya no peleaban mucho, el equipo de Derek Jeter se sigue encaminando a una temporada exitosa.
Que ya es una realidad. Los Cachorros podían apelar a su historia, números y ventaja de localía. Aunque no dejaron de hacer las cosas, enfrente estaba un equipo sin ser espectacular, cumplía para que las carreras que timbraban y los ceros que se colgaban en la pizarra les dieran el triunfo y nos hicieran ver que el “Caballo Negro” de esta campaña viene en forma de pez.
En el plano de los no favoritos, los Yankees sí apelaron a su historia y tradición. No era una sorpresa salir al terreno como la víctima cuando enfrente tenías al lanzador que puso los mejores números en temporada regular, sólo eso, lo hizo en temporada regular y si alguien sabe de espectáculo en campaña y decepción en playoffs son los propios neoyorquinos que por muchos años tuvieron el ejemplo en su antesala.
Los Bombarderos del Bronx no dieron tregua y se encargaron de masacrar con el sello de la casa a la Tribu. Batazo tras batazo nos recordaron cómo es que se ha forjado su historia, pero hay mucho qué corregir porque el próximo rival dudo que sea tan condescendiente si Masahiro Tanaka tiene una salida regular y no titánica como la de Gerrit Cole.
SERIES DIVISIONALES
La próxima ronda de la postemporada nos traerá enfrentamientos que vimos en repetidas ocasiones este 2020 y aunque seis de los ocho que avanzaron no perdieron, sí hay cosas por mejorar.
Las Rayas saltan como amplios favoritos, ya que más allá de esta campaña, se han convertido en el terror de los Yankees. Aunque siempre existirá la rivalidad con los Medias Rojas, los duelos entre Tampa Bay y Nueva York comienzan a tener un toque especial, ya que los dueños del Tropicana Field están siendo la piedra en el zapato del equipo a rayas, para muestra revisen las estadísticas.
La novena de Florida tuvo una serie comoda ante los pájaros azules, la exigencia no fue mucha y llegan cómodos a San Diego. Los Yankees explotaron a la ofensiva y timbraron más carreras que nadie en la primera instancia de playoffs, pero hubo una mala salida de Tanaka, que si se repite el martes, dudo que las Rayas les permitan levantarse.
El equipo más odiado en todo el planeta se encontró con unos Mellizos que sólo les pusieron la alfombra para que avanzaran, los Astros jugaron por nota desde la cueva, aún con sus ausencias por lesión y con un Zack Greinke que no luce como en sus mejores años, pero que combinado con lo que dejó de hacer Minnesota, pudieron llegar sin problemas alguno y ahora enfrentarán al equipo de la magia y con quien ya tuvieron golpes este año.
Los Atléticos tendrán mucho qué corregir, un servidor quería que la serie frente Medias Blancas se hubiera dado en otra ronda para disfrutar más la magia de ambas novenas, eso antes de ver que avanzó el que se equivocó menos. El equipo del “Moneyball” no puede bajar la guardia como lo hizo ante patipálidos, porque enfrente tienen a una novena con hambre de ganar.
En el Viejo Circuito empieza la presión para Dave Roberts y los nervios para los fanáticos de los Dodgers. Creo que Padres poco tiene que hacer ante los Azules en patio texano, pero las Series de Comodines ya pasaron y esta es una nueva instancia.
Cardenales llegó a morirse de nada, pero los de San Diego hicieron lo que les correspondía para avanzar, ahora se toparán al equipo con el mejor récord en las Mayores y que cuando los enfrentó les pasó por encima categóricamente.
A los Dodgers, como a las Rayas en la Americana, parece no dolerles nada, están en su mejor momento, pero como dice mi amigo Rames Alle: “el único problema que tienen se llama Dave Roberts”. Ganar el Este de la Nacional no es tarea fácil, ahí se encontraba el actual campeón, los Filis son sed de triunfo y los Mets que siempre hay que voltearlos a ver. Con todo esto, los Bravos se impusieron y se llevaron el banderín. Se enfrascaron en duelos de pitcheo con los Rojos.