Asegura María de la Paz Elizalde, una de las científicas de más alto perfil en el país, que la máxima satisfacción profesional que ha tenido es la formación de posgraduadas que son madres de familia.
No las seis patentes por sus aportaciones científicas registradas en Alemania, España, Estados Unidos y México, ni haber sido la primera mujer contratada por la BUAP con doctorado en Química, sino la realización profesional de sus alumnas representa lo más preciado de su carrera.
Explica que las experiencias de las universitarias que cursaron sus posgrados al mismo tiempo que ejercían la maternidad merecen reconocimiento.
“Sus hijos abrirán sus propias alas y ellas continuarán por el camino de la ciencia”, agrega.
No hace a un lado a los varones. Habla en general de sus egresados: “Estoy segura de que producirán un efecto multiplicador a lo ancho y largo del país.
Ellos ejemplifican cómo desde la trinchera de la educación superior se puede transformar la vida de los seres humanos, al convertirlos en individuos felices por dedicarse a lo que les gusta y ciudadanos útiles”.
Elizalde ha desarrollado una trayectoria académica de 40 años. Ha publicado al menos 90 artículos en revistas indizadas.
Es profesora investigadora del Centro de Química del Instituto de Ciencias de la BUAP, desde donde ha desarrollado una prolífica actividad científica y docente que ha marcado su vida.
“La investigación me ha hecho renacer con cada nuevo estudiante que ingresa al laboratorio para desarrollar un proyecto, con entusiasmo, talento, sed de conocimiento y un particular proyecto de vida”, afirma.
Adscrita al Cuerpo Académico Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencia de Materiales, mantiene una constante colaboración con grupos en Alemania desde 1997. De allí han surgido 13 proyectos oficiales con financiamiento en convenios suscritos con el Servicio Alemán de Intercambio Académico, el Centro Aeroespacial Alemán, el Ministerio Alemán de Educación e Investigación y la Dirección de Asuntos Internacionales del Conacyt.