Mejorar la eficiencia energética en los campus, transitar a fuentes de energías renovables, modernizar edificaciones y efectuar construcción sostenible son las acciones que desarrolla la BUAP para reducir la huella de carbono.
Lo explicó Diego Ariel Riva, coordinador de Gestión Ambiental de la casa de estudios.
Indicó que estas operaciones se realizan, luego de haber realizado un diagnóstico de las fuentes de emisiones contaminantes o que incrementan el calentamiento ambiental.
Estos ramos son: construcción de obra nueva (35%), consumo de electricidad (26%), residuos generados (19%), movilidad (13%) y consumo de combustibles fósiles (7%)”.
Por ello, dijo la BUAP se ha comprometido a retirar del ambiente la cantidad de dióxido de carbono (CO2) equivalente a la que emite.
Algunas de las actividades para lograr esta meta son el reciclaje y la gestión adecuada de residuos generados en los campus, cuidado y restauración de áreas verdes, programas de reforestación y construcción de jardines para polinizadores, disminución del consumo energético, promoción de fuentes renovables y uso de opciones de transporte amigables con el medio ambiente.
La BUAP busca convertirse en un campus neutro en carbono, comprometiéndose a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar un equilibrio entre las emisiones producidas y las compensaciones o reducciones logradas.
La acumulación de gases de efecto invernadero –dióxido de carbono, metano y óxido nitroso– en la atmósfera atrapan el calor del sol y ocasionan el aumento gradual de la temperatura del planeta, precisó.
Riva insistió que es crucial abordar aspectos como reducción del consumo energético y mejorar la eficiencia energética.