Otra de Bartlett
Es muy deseable que el ex gobernador poblano Manuel Bartlett ofreciera una explicación respecto al nuevo caso de conflicto de interés en el que está involucrado, al revelarse que José de Jesús Hernández Torres es el propietario de la casa de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador, ubicada en la calle Chihuahua en la colonia Roma de la ciudad de México.
Don Chucho, como se le conoció aquí, es socio del hijo de Bartlett, cuestionado por la venta de ventiladores al gobierno federal para pacientes graves con coronavirus sin licitación y a sobreprecio, por un monto que supera los 162 millones de pesos. Por esa residencia Morena pagó durante la transición a José de Jesús Hernández Torres 130 mil pesos mensuales de renta durante un año 4 meses. Cuando el
Presidente tomó posesión y movió sus oficinas a Palacio Nacional, “la casona” quedó como centro de operaciones del partido.
La relación de Hernández Torres con el ahora director de la Comisión Federal de Electricidad es muy antigua. Cuando Bartlett fue Secretario de Gobernación en el sexenio de Miguel de la Madrid, ocupó la Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), donde realizó diversos negocios en el ramo, que luego extendió a Puebla durante su gubernatura (1993-1999) al producir en su empresa privada todo el material publicitario y de radio y televisión, tanto del gobierno estatal como de la sede local del Partido Revolucionario Institucional.
Trabajadores a la deriva
Ante el muy evidente silencio que han mostrado durante la emergencia sanitaria tanto la autoridad laboral como los dirigentes de organizaciones de trabajadores en Puebla, al menos deberían escuchar las puntualizaciones que hizo este lunes el Mtro. Simón Alejandro Hernández León, coordinador de la Licenciatura en Derecho de la IBERO Puebla, quien entre otras cosas advirtió que los despidos injustificados y la reducción unilateral de salarios son ilegales.
El académico apuntó que Puebla se encuentra entre las entidades federativas con menor oferta de trabajo durante el primer mes de cuarentena. En el mismo periodo, se perdieron más de 12 mil empleos en la entidad, además que de manera sistemática, el empleo informal se encuentra invisibilizado.
Las acciones por parte de la autoridad laboral no han sido las adecuadas para atender las necesidades de las personas que se encuentran en este sector, quienes representan más del 60% de la población económicamente activa.
Destacó también que en Puebla más de 20 mil Pymes han suspendido labores indefinidamente y que miles de personas están perdiendo su trabajo, pese a que la ley federal establece un principio de estabilidad en el empleo, el cual indica que sólo por causas específicas se puede dar una recesión contractual, por lo que debería aplicarse la figura que consiste en la ayuda económica por periodos de dos o tres meses para las personas que pierden su trabajo tengan un margen de transición. Ahí están las pautas, por si alguien quiere escucharlas.