Por: Germán Campos Ramos
El gobierno de Puebla enfatizó que no tendrá ninguna vinculación con el ayuntamiento capitalino en infraestructura médica por COVID-19, ello luego de rechazar la donación de 12 ventiladores de respiración mecánica al considerarlos desechos hospitalarios posiblemente infectados.
El 17 de abril, la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco ofreció a la administración estatal 15 millones de pesos, pero la administración estatal pidió que el traspaso fuera en especie, en respiradores que fueran útiles para infectados con el virus.
Este lunes, en la recepción del material se descubrió que las características de los aparatos distan de ser las óptimas.
La Secretaría de Salud rechazó los ventiladores por ser “desechos hospitalarios, incompletos, oxidados y muy posiblemente infectados”.
Además, aclaró que nunca trató con la empresa contratada como proveedora. El comunicado precisa que el ayuntamiento fue quien decidió el lugar de la frustrada entrega, a simple vista presentaban deficiencias y su disposición sanitaria no era la óptima, mucho menos para entrar en operación inmediatamente.
En tanto, el gobierno capitalino reconoció que los ventiladores pediátrico-adulto adquiridos a la empresa proveedora estadounidense –sin mencionar su nombre– resultó ser inadecuado e incumplir las especificaciones el contrato.
Leobardo Rodríguez Juárez, secretario de Administración municipal, precisó que algunos aparatos tenían fallas físicas y deterioros, por lo que se tomó la decisión, junto con Salud estatal, de no recibir estos ventiladores.
Por ello harán la devolución del equipo, para que la empresa proveedora envíe el correcto, de lo contrario iniciará un proceso de recesión contractual, respaldado por una fianza de cumplimiento.
Los ventiladores se han convertido durante la pandemia en uno de los materiales más solicitados a nivel mundial, por lo que empresas han incurrido en sobreprecios e incluso buscado deshacerse de material en desuso o como presuntamente en este caso, de desechos hospitalarios.