Hasta ahora no existe ninguna evidencia de que los arcos y túneles sanitizantes sean eficaces para realizar una desinfección del COVID-19, y al contrario, podrían aumentar el riesgo de dispersión, informó la Secretaría de Salud.
Mediante un comunicado indicó que la concentración del desinfectante podría ser insuficiente para inactivar al virus.
Incluso, el aerosol generado facilitaría la diseminación del virus que pudiera estar presente en la ropa, cabello o pertenencias de las personas que pasan por el túnel, señaló.
Además, apuntó, la inhalación de sustancias desinfectantes puede causar, entre otras cosas, daños a las vías respiratorias, tos, estornudos e irritación de los bronquios, desencadenar ataques de asma, producir neumonitis química e irritación en piel, ojos y mucosas.
“Estas tecnologías podrían generar una falsa sensación de seguridad de las personas y descuidar medidas básicas de prevención como lavado frecuente de manos, uso de etiqueta respiratoria y mantener una sana distancia.
“En conclusión, la Secretaría de Salud no recomienda el uso y diseminación de estas tecnologías hasta que sea evaluada científicamente su efectividad, así como sus riesgos y beneficios”, subrayó.
Cabe señalar que este martes el gobernador del estado de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta señaló que el túnel sanitizante instalado en el Hospital General de Cholula: “no sirve de nada”, pues la persona no queda totalmente limpia, “solo son asuntos de percepción, de esas cosas que se ponen para que la gente se sienta animada por un mecanismo por donde pasa y siente que recibe lluviecita de cloro”, explicó.