Alejandro Cañedo Priesca
La Feria de Abril de Sevilla es uno de los eventos más importantes y emblemáticos de la ciudad andaluza. Durante una semana, quince días después de la Semana Santa, miles de personas se congregan en el recinto ferial de “Los Remedios” para disfrutar de la música, la comida, las atracciones y, sobre todo, del ambiente festivo que caracteriza esta celebración.
Tiene sus orígenes en el siglo XIX, cuando los concejales José María Ibarra y Narciso Bonaplata tuvieron la idea de celebrar una anual de tres días de duración, que tendría lugar en el mes de abril y con un carácter mercantil para compra y venta de ganado.
Tras la aprobación de la Reina Isabel II, el 18 de abril de 1847, en el Prado de San Sebastián, se inauguró la primera. Acudieron cerca de 25,000 visitantes.
Con el paso del tiempo, fue evolucionando y la feria se convirtió en uno de los festejos más relevantes de la ciudad y cambió su carácter mercantil por el de fiesta social y cultural. Hoy en día, es una de las más importantes de España.
Oficialmente, empieza el lunes a las doce de la noche con la “prueba del alumbrao”, con el encendido de los miles de focos y luces de colores del recinto ferial.
En el interior se encuentran instaladas las casetas, el lugar donde se vive la feria. Es como un espacio familiar en el que puedes convivir con amigos e invitados, beber vino, cantar, mantener una buena conversación y, por supuesto, bailar sevillanas.
Este ambiente cálido y festivo se traslada también al exterior: la gente suele bailar en la calle y el buen carácter de los sevillanos invita a unirse a la celebración a todo el que pasa por ahí.
Pero la Feria de Sevilla no es solo un evento para los sevillanos, sino que atrae a visitantes de todo el mundo que quieren experimentar de primera mano la cultura y la tradición de Andalucía. Durante ella, se pueden ver desfiles de caballos y carruajes, concursos de trajes de flamenca y espectáculos de música y baile flamenco.
Además, tiene una gran importancia económica para la ciudad, ya que genera miles empleos y mueve millones de euros en el sector turístico y hotelero.
En la semana que dura la feria, la gente viste los trajes típicos andaluces: los hombres con la indumentaria campera tradicional, y las mujeres con el vestido flamenco o de gitana.
Al final, tras varios días de diversión, con un impresionante espectáculo de fuegos artificiales, el domingo a medianoche, se despide hasta el año siguiente.
En cualquier caso, la Feria de Sevilla es un evento que merece la pena experimentar al menos una vez en la vida. Su ambiente festivo y acogedor, sus colores, sus sabores y sus tradiciones hacen de ella una celebración única y memorable que nunca se olvida.
Este año se llevará a cabo del 23 al 29 de abril, aún estás a tiempo de viajar y disfrutar de esta festividad andaluza, ¿te animarías?
¡Viajemos Juntos!