Mario Galeana
Puebla es un territorio de contrastes, dividido entre cañadas y serranías. Hacia el poniente se tiende la Sierra Nevada, una cadena montañosa que tiene en los colmillos al Popocatépetl e Iztaccíhuatl, además de un bosque de pinos y encinos.
Pero hacia el suroeste se extiende el valle de Atlixco, un regazo salpicado por flores, que al sur serrucha la Mixteca Poblana, una zona de relieve abrupto en donde se forma la Sierra Mixteca.
Y hacia el oriente, mientras tanto, se tiende la planicie del valle de Tehuacán, que está costeada al sureste por la reserva de la Biósfera y al oriente por la Sierra Negra, con grandes cadenas montañosas y bosques.
Estos territorios hacen posible que Puebla sea un lugar con grandes destinos para acampar.
Aquí te presentamos algunos lugares que puedes anotar para tu próxima escapada hacia la naturaleza.
VERDE INMENSIDAD
El Parque Nacional Izta-Popo es un área nacional protegida de cerca de 40 mil hectáreas que se ubica en las zonas limítrofes de Puebla, Estado de México y Morelos. En él se han identificado 471 especies de flora, hongos y fauna, entre los cuales destaca el conejo zacatuche o teporingo, que se encuentra en peligro de extinción.
Al centro del Parque Nacional se encuentra Paso de Cortés, un sendero en donde el viento barre con fuerza y goza la piel como si se tratase de un cuchillo sin filo. Tanto en Paso de Cortés como en las zonas La Joyita, La joya y Llano Grande está permitido acampar por un costo de 70 pesos la noche.
En el lugar también puede practicarse senderismo, alpinismo, y bici de montaña. Para llegar desde Puebla hay que seguir la ruta que en este mes toman miles de peregrinos en su paso hacia la Basílica de Guadalupe. El camino inicia en Cholula y cruza los municipios de Nealtican, San Nicolás de los Ranchos y Santiago Xalitzintla, en un recorrido de 53 kilómetros que suele ser utilizado por ciclistas profesionales para entrenar.
ECOLOGÍA PURA
Muy cerca del Parque Nacional Izta-Popo se encuentra la Aldea Pachamama, un espacio ecológico construido a 3 mil 600 metros sobre el nivel del mar. Los creadores de la aldea se definen como “amantes de la naturaleza” y, por eso, construyeron una serie de casas de árbol donde pueden apreciarse distintos elementos de la naturaleza.
Aldea Pachamama se encuentra a altura de San Nicolás de los Ranchos, pero la ubicación exacta se entrega una vez que se ha efectuado la reservación, a través del sitio https://aldeapachamama.com/reserva/.
El lugar es óptimo para tener experiencias relacionadas al retiro, la meditación, el yoga y otras ceremonias espirituales, como aquellas vinculadas al consumo del cacao antiguo.
AGUA NACIENTE
Los Ahuehuetes ofrece una imagen idílica sobre la naturaleza por ser un manantial rico en sales y, como su nombre lo indica, se encuentra bordeado por ahuehuetes frondosos con cientos de años de vida.
El lugar se encuentra en Tepeojuma, a una hora y media del centro de la ciudad de Puebla. Se tiene registro de que Los Ahuehuetes tiene aproximadamente dos mil años de antigüedad y su origen se remonta a la era mesozoica, entre 100 a 200 millones de años, cuando las coníferas formaban bosques primitivos.
En el lugar también se encuentra un balneario con tres albercas. Además del campismo, se puede observar la flora y fauna del lugar, así como realizar un buen picnic.
La entrada a Los Ahuehuetes es de 50 pesos, pero se recomienda llegar temprano, dado que es un sitio muy frecuentado por los habitantes de la capital.
CASCADA MAJESTUOSA
Los principales sitios de turismo nombran a El Aguacate como un “paraíso escondido” en Puebla, y la descripción guarda sentido: tras una caminata de media hora a través de un sendero sinuoso y macilento, aparece El Aguacate y su caída de agua esmerilada.
El Aguacate es la cascada de un río limpio y cristalino, que se divide en un complejo de distintas pozas lo suficientemente profundas para nadar.
El lugar se encuentra en el poblado de San Agustín Ahuehuetla, ubicado en el municipio de Huehuetlán El Grande. Se llega en automóvil conduciendo hacia el sur de la ciudad y atravesando la laguna de Valsequillo a través de la panga. Tras una media hora, el camino se debe realizar necesariamente a pie.
La entrada tiene un costo de 50 pesos por visitante; aunque no existe una zona específica para acampar, está permitido hacerlo. Es recomendable llevar suficiente agua, alimentos, ropa cómoda y un cambio para el camino de regreso. Además, claro, de leña y otros recursos para el fuego, en caso de que quieras encender una fogata.
UN FIN EN CUETZALAN
Villa Zardoni es un hotel ecoturístico ubicado a ocho kilómetros del centro de Cuetzalan, un territorio asentado entre el bosque, los valles y la selva de verdes helechos.
El lugar ofrece cuatro opciones de hospedaje además del campismo, como la cabaña-camping, la cabaña y la torre, así como senderismo por 30 mil metros cuadrados de terreno.
Toda el agua que utiliza Villa Zardoni proviene de la captación de las lluvias, y además permite el ingreso de mascotas.
En caso de que ir de campamento no sea suficiente relajación, el lugar también ofrece servicios de temazcal y una sala de relajación.
AL NORTE DEL MAPA
Enclavado en la Sierra Norte, justo en el municipio de Huauchinango, se encuentra instalado el Centro Campestre Las Truchas. El sitio está rodeado de lagos y caídas de agua, y muy cerca se encuentra instalado un criadero de truchas.
En el lugar hay una zona de camping y cabañas, en caso de que quieras pasar la noche un poco más cómodo. Es notable toda la zona disponible para realizar senderismo o para andar a caballo, en caso de que quieras explorar la región.
En el centro campestre está permitida la pesca de trucha arcoíris, e incluso hay temporadas en las que se realizan torneos deportivos.