Fotos y texto: Mario Galeana
Desde el martes pasado, en la Casa de Alfeñique se reactivaron cámaras de videovigilancia dentro del museo y se incrementó el número de personas que custodian las salas.
Con un recorrido, este diario verificó los cambios realizados tras la viralización de fotos eróticas de una cibernauta, tomadas dentro de ese recinto, una con el retrato de Ignacio Zaragoza como fondo.
Antes de la difusión de las fotografías para adultos, en el museo sólo se encontraba una recepcionista en el sitio de tres plantas.
Ahora hay un guardia en cada planta que sigue los pasos de los visitantes por las salas.
Incluso, el mismo martes pasado, personal técnico supervisó el funcionamiento de las cámaras y en una oficina se probó el monitoreo de imágenes.
Como se sabe, la semana pasada el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina exigió resultados de la investigación de cuándo y cómo fueron hechas esas imágenes.
“Es importante para toda la gente que labora en las dependencias del estado que nos conduzcamos todos con alta responsabilidad, para no permitir este tipo de situaciones”, dijo entonces el mandatario.
A la luz de los reglamentos estatalaes, la transgresión de la usuaria de redes sociales digitales identificada como Maia Monter La Tía, consiste en utilizar este espacio público con fines de lucro, pues con sus fotos promueve servicios sexuales.
Además, la manipulación de objetos pone en riesgo el acervo cultural.
“Se tiene que ir hasta las últimas consecuencias, por si alguien así lo permitió”, dijo el mandatario, en referencia a que las normas de los museos de Puebla responsabilizan a sus directores de lo que ocurra ilegal en los inmuebles.
