Mario Galeana
Fotos: Cuartoscuro
Ciento veintisiete músicos interpretan una pieza de Richard Wagner como si la hubieran ensayado durante toda la vida. Pero toda la vida es una expresión que implica demasiado tiempo para un grupo de chicos que ni siquiera ha cumplido la mayoría de edad.
Quizá eso hable del prodigio de estos músicos: niñas, adolescentes y muchachos que, sin tener 18, son capaces de ejecutar una pieza del teórico musical más importante del Romanticismo.
La Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM) hizo escala en la ciudad de Puebla, como parte de su gira nacional por seis estados del país.
El itinerario conmemoró sus 21 años de existencia.
El concierto en la Angelópolis se realizó en el Museo San Pedro de Arte, donde los 127 instrumentistas provenientes de 26 estados del país interpretaron un repertorio diverso, con sus distintas escalas de complejidad.
Empezaron con la Obertura Rienzi, de Richard Wagner, y siguieron El cazador maldito, de César Franck, y la Marcha eslava, de Piotr Ilich Tchaikovsky.
En la segunda parte del concierto, la orquesta infantil dedicó su programa a música hecha por compositores mexicanos, como Arrecife, de Gina Enríquez; Sinfonía india, de Carlos Chávez; Suite México 1910, de Manuel Esperón, y Conga del fuego nuevo, de Arturo Márquez.
Los integrantes de la OSIM tienen menos de 18 años de edad y, antes de emprender la gira, ensayaron ocho horas al día durante dos semanas.
Once instrumentistas son originarios de Puebla: en los violines, Armelle Loaiza García Cano, Néstor Rebollo Domínguez y Ángelo David Varela Hernández. En las flautas, José de Jesús Mateo Castillo y Yael Uriel Calixto Bartolomé. En los oboes, José de Jesús Mateo Castillo y David Sion Miranda Neria. En el corno, Emmanuel Cotzomi Romero.
Dos poblanos más, Mauricio García de Jesús y Bruno Flores Olivares, tocaron la trompeta y Philip Domínguez Sánchez las percusiones.
Sólo Yael Uriel Calixto llegó a la orquesta sinfónica infantil a través del semillero creativo de la Banda Sinfónica Comunitaria de San Antonio Portezuelo, una localidad en el municipio de Felipe Ángeles.
Los semilleros creativos son grupos de formación artística gratuita establecidos en zonas vulnerables de todo el país; en Puebla, los siete centros que existen se instalaron a partir de 2019.
Entre toda la OSIM, otros 23 son parte del programa Semilleros Creativos de Música, provenientes de Baja California, Chihuahua, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Puebla.
Después de haberse presentado en Puebla, la orquesta sinfónica tocó en Chilpancingo, Guerrero; luego se desplazó a Cuautla, Morelos.
El cierre ocurrió en el Teatro Principal del Palacio de Bellas Artes, en Ciudad de México.
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