Mario Galeana
Ocultos entre dos abrigos rocosos en la Sierra Nororiental de Puebla, los desconcertantes grabados rupestres del sitio de Montecelli, en Hueytamalco, han sido preservados en un repositorio digital del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por medio de láseres y un escáner que permite reconstruir a la precisión las figuras acuñadas sobre la piedra.
La reconstrucción digital confirma la singular naturaleza de estos petrograbados hechos entre los años 1200 y 1521 antes de Cristo, los cuales han permitido trazar similitudes y parentescos entre el arte rupestre realizado en Aridoamérica y Centroamérica.
El proyecto de digitalización de los grabados de Montecelli se efectuó en marzo de 2022 por medio de un acuerdo de colaboración entre el INAH y la empresa Systop, para preservar el patrimonio, facilitar recorridos virtuales y, quizá en un futuro, constituir museos virtuales.
“Las formas grabadas son distintas; no se ven patrones repetitivos ni una consecución. Son formas que están siendo estudiadas por los expertos”, expuso Juan Sebastián Delgado Trujillo, director ejecutivo de Systop, durante el Tercer Foro Internacional de Innovación, Reestructuración y Conservación del Patrimonio en Puebla.
La reconstrucción exacta de estos grabados se hizo mediante un escáner láser que emite una “nube de puntos” tridimensional sobre la superficie. El escáner mide poco más de una taza, pero es capaz de generar una red de más de 300 mil puntos por segundo que, con ayuda de un procesador, traduce en imágenes virtuales.
El escáner también toma fotografías y eso permite que, a través del procesador o software, sea posible para cualquier persona recorrer los abrigos rocosos de Montecelli.
“Estos glifos son reproducidos milimétricamente y, si mañana pasara una catástrofe en alguno de estos sitios, con la información que tenemos podríamos replicarlos. Con esta tecnología podemos visitar las cuevas a voluntad, se pueden tomar mediciones, aplicar notas y realizar trabajos de colaboración”, agregó el representante de Systop.
Una reciente investigación del arqueólogo Francisco Mendiola Galván reveló que, entre los glifos de Montecelli, se encuentran atributos vinculados con culturas antiguas fincadas en el norte del país, como figuras de peyote, representaciones de dioses y otras entidades que aparentemente no tiene relación con las culturas que habitaron el centro del país.
Para el investigador del INAH, estos descubrimientos prueban que hubo una interacción cultural entre el norte y el centro del continente americano, pero también una búsqueda de permanencia en el tiempo a través del arte rupestre.
La digitalización de estos petrograbados forma parte de un plan de preservación del INAH que se aceleró a partir de los sismos de septiembre de 2019, pero que se ha aplicado en los últimos 15 años.
“En el instituto tenemos un gran acervo digital que ha permitido constituir el Laboratorio de Imagen y Análisis Dimensional, donde participan arquitectos, topógrafos y arqueólogos que analizan estas imágenes”, agregó durante el foro Ángel Mora Flores, responsable de la Unidad de Apoyo Tecnológico de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos.
Otras zonas de Puebla que ya han sido escaneadas por medio de este tecnología son los fuertes de Loreto y Guadalupe, el Templo de Nuestra Señora de la Asunción en Tochimilco y la Gran Pirámide de Cholula.