A pesar de ser uno de los estados con más universidades, en Puebla sólo cuatro instituciones cuentan con un museo universitario: la BUAP, UPAEP, UDLAP y el Tecnológico de Monterrey.
El primero en ser fundado fue el Museo Universitario Casa de los Muñecos, que se creó en 1987 para agrupar colecciones históricas y artísticas que formaban parte del acervo de la BUAP, incluidos algunos aparatos científicos.
Después, en 1995, se creó el Museo UPAEP con una colección de arte popular religioso. De manera inicial, el museo se ubicó en un inmueble del centro histórico, pero después fue trasladado a las inmediaciones del campus central de la universidad.
Mucho más recientes son la Capilla del Arte de la UDLAP y el Museo Urbano Interactivo (MUI) del Tecnológico de Monterrey, inaugurados en 2009 y 2012, respectivamente.
Desde entonces, no han sido pocas las dificultades que los museos universitarios han tenido que enfrentar para poder reunir a la comunidad de sus propios planteles y a la sociedad en general.
“Algunos museos estamos desconectados de las comunidades, esa es una realidad”, reconoció la directora del Museo UPAEP, Evelin Flores Rueda, durante una conversación convocada por la institución que dirige.
“Si estuviéramos conectados, no tendríamos que hacer tanto esfuerzo para que la gente venga al museo. A veces esperamos que el museo llegue a la gente y no que el museo salga a ver a la gente. No podemos seguir siendo sólo contenedores de arte o de ciencia”, reconoció.
En contraste, la directora del Museo Universitario de la BUAP, María Elsa Hernández y Martínez, dijo que en este recinto se ha priorizado la exposición de obras de arte elaboradas por alumnos de la institución y que incluso cuentan con un proyecto para producir y exponer obras realizadas por las personas privadas de su libertad en los penales de Puebla y Tepexi de Rodríguez.
“Como museos universitarios tenemos una responsabilidad, que es armar los tejidos dentro de las comunidades, es decir, dentro de la propia universidad, pero también con el resto de la sociedad. Nuestro enfoque debe ser un instrumento de apoyo para que los programas educativos se enriquezcan a través del acervo histórico y científico de la institución”, consideró.
Para Victorino Morales Ávila, director del MUI del Tecnológico de Monterrey, los museos universitarios también podrían aglutinar el trabajo creativo de sus alumnos para generar proyectos creativos de los que se desprendan cambios sociales en Puebla.
“Creo que, de forma general, los museos son centros transdisciplinarios donde pueden gestarse algunas de las soluciones de estos grandes problemas que enfrentamos hoy en día, como la escasez de agua, por ejemplo”, señaló.
Los directivos de los museos universitarios de BUAP, UPAEP y el Tecnológico Monterrey coincidieron precisamente en que estos espacios no pueden eludir algunas de las discusiones más urgentes en Puebla y México, como la violencia, la emergencia climática o los trastornos mentales.
“Hay temas muy importantes de los que los museos no se deben apartar, temas como el suicidio, el tema del agua… en general, tenemos que estar discutiendo cómo se han resuelto antes estos problemas, y cómo podría resolverlos en el futuro”, añadió Hernández y Martínez, quien ha coordinado más de 380 exposiciones en el Museo Universitario Casa de los Muñecos.
“Creo que uno de los caminos para encontrarnos con la comunidad es precisamente abordar estos temas que pueden ser controversiales. La violencia, la cuestión ambiental, nuestros hábitos de consumo… todas son realidades que estamos viviendo ahora y en el futuro”, concluyó Flores Rueda.