Mario Galeana
Cuatro días de danza, hombres enmascarados, sones y música de banda definen al Carnaval de Huauchinango, que se realizará desde hoy y hasta el martes en aquel municipio de la Sierra Norte.
En total, 3 mil 500 huehues agrupados en 21 comparsas desfilarán y bailarán a lo largo de los barrios y colonias del municipio, según explicó el secretario general del Ayuntamiento, Alejandro Amador Sarmiento.
El Carnaval de Huauchinango contiene influencias totonacas y simbolismos católicos derivados del sincretismo religioso que devino tras la conquista, pero la Iglesia lo considera una fiesta pagana. Aún ahora, en la actualidad, el carnaval sigue modificándose de acuerdo con las normas vigentes.
Desde el año 2014, por ejemplo, se prohíbe una de las costumbres más asociadas al carnaval, que es la descabezada, un rito que implicaba cercenar la cabeza a gallos, gallinas o pollos que estaban vivos.
El arqueólogo Alain Ichon documentó en los años setenta que este ritual estaba asociado a un mito totonaca sobre el nacimiento del sol, por el cual las personas ofrecían un sacrificio para animar al astro y garantizar las cosechas del año.
En su libro La religión de los totonacas de la sierra, el especialista documentó que, como las aves son asociadas a Huehuetéotl, el viejo dios del fuego, los huehues solían sacrificar guajolotes o gallos en continuidad al viejo ritual.
La descabezada solía realizarse en el cuarto día de festival dentro de las colonias de las comparsas de huehues y podían ser impactantes: los animales eran colgados sobre cuerdas y, mientras la banda tocaba, los huehues les arrancaban la cabeza con las manos.
Se descabezaban cinco pollos, pero con el paso de los años llegaron a sacrificarse treinta animales, lo que propició que, en 2014, grupos de activistas protestaran para modificar la tradición.
Desde ese año, la descabezada se realiza de manera simbólica con pollos de plástico y este año no será la excepción, según adelantó la directora de Cultura de Huauchinango, Alba Jocabed Tolentilo Lira.
“Tenemos una ley que prohíbe esta acción, misma que se ha dado a conocer a los capitanes y ha sido un cambio que ha sufrido el carnaval, pues ahora se realiza con pollos de plástico y tejidos. Pero todo se va modernizando, como ocurrió con la vestimenta y la música”, afirmó en una conferencia de prensa realizada desde Casa de Cultura de la ciudad de Puebla.
El Carnaval de Huejotzingo se convirtió en el segundo más importante del estado a lo largo de los últimos 10 años, cuando el número de cuadrillas aumentó considerablemente.
En su libro fotográfico “Huehues. Carnaval de Huauchinango”, el fotógrafo, editor y poeta Miguel Ángel Andrade Torres documentó que las cuadrillas aumentaron con la llegada de la música de banda, que terminó uniéndose al son huasteco de la región.
La influencia de la música de banda quedó registrada también con el cambio en la estética de los atuendos de los huehues: los más jóvenes intercambiaron la ropa de manta por las camisas bordadas estilo norteño, pero siempre enmascarados.
Además del festival, en el Palacio Municipal se exhibirán fotografías y trajes de carnaval que datan del año 1900. Se espera que la celebración genere una derrama económica de 10 millones de pesos en la región.