A Lupe Vélez nada la detuvo. Esta potosina fue la primera mexicana que llegó en 1927 partiendo plaza a La Meca del cine.
No sólo dominó la escena y el negocio en esa industria del entretenimiento; también sedujo a Gary Cooper y a Johnny Weissmüller (el Tarzán de 1932). En ese tiempo, se desconocía diagnóstico y tratamiento del trastorno bipolar. Se suicidió un día igual a hoy, a los 36 años, en 1944.
Imagen: Mediateca INAH