De ser artista, lleva más de 40 años. Pero en Puebla, José Bayro acaba de completar dos décadas y reflexiona sobre la madurez que está alcanzando su obra.
Acerca de las esculturas de cerámica que pesan 80 y más de 100 kilos, y los bronces monumentales de toneladas, obras por las que Carlos Monsiváis lo llamó “artista neogótico”, esta es la explicación del propio José Bayro:
Sus obras son eso, gigantescas y cuelgan de puntos finísimos, o están asentadas en bases esbeltas. Son voluminosas y pesadas, pero sus bases muy espigadas y hasta puntiagudas.
Estas piezas son de bronce. De 70 kilos en adelante, cada una. Las fotos son cortesía del propio artista:
Los 20 años también los cumple el Estudio Bayro Corrochano. Es un espacio abierto al público en visitas programadas, en la colonia Prados Agua Azul.
El sitio donde José Bayro arma sus caballetes y comienza sus moldes es en un salón amplio que da paso a un pequeño jardín que bien puede describir la obra completa del artista, con piezas emblemáticas que han visto diferentes lugares del mundo.
En este video, producido por el Estudio Bayro Corrochano y cedido como cortesía del artista, es posible conocer la inspiración de algunas de sus hechuras:
En 20 años, del Estudio Bayro Corrochano han salido al público tres libros, tres esculturas monumentales –El hombre azul (jardín del Centro de Convenciones), La pareja del trompo (corredor cultural del CCU) y La mesa del artesano (9 sur y Circuito Juan Pablo II), y ahí han trabajado diferentes grupos de aprendices que han integrado técnicas y diferentes métodos a sus producciones individuales.
Bayro nació en Bolivia y cumplió 60 años de edad el pasado 19 de marzo. Se ha nacionalizado mexicano.
CATADOR DE MATERIALES
La calidad y textura de telas para los óleos, incluso de los aceites coloridos, son un tema aparte con José Bayro.
Explica así su gusto por la calidad de los materiales:
Cree firmemente que el óleo y el bronce tienen sobriedad contundente. Estas son sus palabras:
VIDA DE CONFINAMIENTO
José Bayro indica que con la emergencia por el COVID-19 su rutina no ha cambiado, aunque al estar tranquila la ciudad está produciendo más: “He hecho una escultura y grabados. Estoy disfrutando estar en casa trabajando”.
El encierro es parte de su rutina. Dos semanas o tres para completar una idea o esquemar un proyecto.
Al exterior de su estudio, el artisa va a las aulas. En Puebla ha realizado diplomados de Museografía y Gestión cultural en la BUAP, además de Filosofía y Literatura en la Ibero. “Me gusta tomar cursos de todo”, afirma.