Mario Galeana
Para el poeta español Gonzalo Escarpa, la poesía nació para ser cantada. Desde que asumió esa verdad, trabaja para que los demás también lo descubran.
“En realidad, lo que estamos intentando es desdibujar los límites de la canción y el poema. Porque, en realidad, todas las canciones son poemas”, dice.
Mañana al mediodía, en el Museo Internacional del Barroco (MIB), Escarpa probará su tesis. Lo hará en un recital junto a la artista musical Sofía Comas, en donde el piano, las percusiones y el canto de ella se engarzarán a los versos de él en una presentación que lleva por título Siempre hay oro.
“Lo principal del espectáculo es que no hay diferencia entre el verso y la canción, se fusionan para generar ese oro que queremos entregarles”, apunta.
La visión de Escarpa sobre la fusión entre música, poesía y oralidad surgió hace tiempo, desde que fundó en 2006 el Laboratorio de Creación Poética, en Madrid, y comenzó a explorar las enseñanzas de la poesía indígena antes de la Conquista.
“Empezamos trabajando a partir de los versos de Nezahualcóyotl y la poesía en náhuatl, de donde retomamos ese concepto de la palabra como ritual, como pájaro rojo que nos protege y nos acompaña. Todo eso nos ha traído directamente aquí”, explica.
El recital de mañana también contará con la participación del reconocido chelista y director de orquesta Rodrigo Díaz Bueno.
Al día siguiente, el lunes, la artista Sofía Comas y el poeta Gonzalo Escarpa impartirán un taller sobre oralidad, poesía y música en el Museo San Pedro de Arte.
El recital Siempre hay oro se estrenará en Ciudad de México el martes, en el Jardín Cultural La Mano, en Coyoacán.