Mario Galeana
La milpa es el centro de la vida entre los habitantes de Tenampulco, un pequeño municipio enclavado en la Sierra Nororiental de Puebla.
Entre las parcelas enclavadas sobre los montes, los campesinos cosechan dos veces al año los frutos de un sistema agrícola que ha perdurado desde la época prehispánica. Después seleccionan las mejores semillas para sembrarlas al siguiente año y, con los frutos, se preparan guisos, bebidas y dulces, e incluso se elaboran artesanías.
Seis campesinos, productores y artesanas de este municipio fueron ganadores del Sistema Milpa, un concurso convocado por la Secretaría de Cultura para conservar las prácticas culturales asociadas a la milpa.
Los ganadores fueron José Herrera Mora, Aida Torres Juárez, Martina Vázquez, Ángel Reyes Méndez, Angélica Martin Barrios, Liliana Cárdenas Alvarado y José María Sandoval Ortega, quienes ofrecieron una muestra gastronómica a partir de los productos de la milpa.
Para ser acreedores del premio, que consistió en 60 mil pesos, los ganadores realizaron un video en el que explicaron el ciclo de la vida de la milpa en su comunidad, habitada por poco menos de 7 mil personas.
CICLO
José Herrera Mora explicó que el ciclo comienza con la siembra de la milpa, que se realiza dos veces al año. En Tenampulco, se siembran al menos tres variedades de maíz criollo en parcelas donde también se injertan semillas de frijol, sandía, jamaica, papaya y plátano.
Todo es sembrado a unos cuantos metros, porque cada fruto mejora al otro y enriquece el suelo. “El frijol, por ejemplo, le mete nitrógeno al maíz, lo llena de nutrientes”, explicó.
Tres semanas antes de que la milpa sea cosechada, las puntas del maíz se doblan para evitar el daño causado por la humedad y los pájaros.
Después, según detalló Ángel Reyes Méndez, los campesinos utilizan un banco en el que se inserta un disco con filo al centro. Allí se hace el corte de la cola y la punta del maíz, y las hojas son depositadas en cestas para ser secadas al sol.
Aida Torres Juárez, Martina Vázquez y Angélica Martin Barrios explicaron que en su comunidad el maíz es utilizado para elaborar, sobre todo, atole guinda y totopos cuadrados, que son característicos de la región.
Para hacer el atole de maíz guinda, los granos se ponen a remojar durante al menos dos días y después son molidos en un metate hasta ser pulverizados. En una olla se agrega agua y, cuando está hirviendo, se pone todo el maíz molido. Así, los habitantes elaboran una bebida caliente rica en antioxidantes que circula sobre las mesas durante el desayuno.
En tanto, la elaboración de los totopos requiere que el maíz sea desgranado y hervido a base de agua con cal.
Una vez que está hecho el nixtamal, se lava hasta que el polvo quede completamente blanco y se pone a escurrir.
A esa mezcla se le agrega azúcar, anís, un toque de bicarbonato y manteca.
Y, finalmente, se toma una tabla flexible en donde la masa es moldeada hasta adquirir una forma cuadrada. Los totopos toman esa forma y no quedan demasiado gruesos.
Nada dentro del círculo de vida de la milpa es desperdiciado.
Y, para muestra, la artesana Liliana Cárdenas Alvarado exhibió la elaboración de muñecas sólo con la hoja de maíz seca.
“La misma naturaleza de la mazorca nos da distintos colores para elaborar las muñecas. Vamos formando cada una pieza a pieza, y después les ponemos su cabellito de elote”, dijo Cárdenas Alvarado.
Durante la premiación, se presentaron tres grupos distintos de la Danza de los negritos, que se acompaña por música está estrechamente ligada a los mitos del nacimiento del maíz.
Al respecto, el secretario de Cultura, Sergio Vergara Berdejo, consideró que la exhibición de los habitantes de Tenampulco evidencia cómo la milpa es capaz de entregar distintos productos y beneficios a los campesinos que aún cultivan este sistema.
“La cáscara de maíz, los trajes típicos, los colores, los sabores, es una lectura que dejan sobre este lugar y qué bueno que obtuvieron este premio. Esto no se trata sólo de venir a entregar un cheque, sino de entregar un
reconocimiento que avale a nivel nacional todos estos elementos presentes en Tenampulco”, aseguró.
En el concurso de Sistema Milpa también resultaron ganadores tres grupos de pobladores de las localidades de Telpatlán y Coxcatepachapa, en Vicente Guerrero, y San Mateo Ozolco, en Calpan.