Mario Galeana
Un matrimonio de clase media es objeto de un programa piloto del gobierno mexicano llamado Medusa. Ella –la actriz y directora Ángeles Cruz– es sustituida temporalmente por un robot que evidenciará hasta dónde será capaz de llegar él –el actor Eligio Méndez–, su esposo, durante las siguientes horas.
“Medusa”, el cuarto cortometraje del cineasta Carlos Trujano (1992), es una rara avis en el cine nacional en tanto que se trata de una historia de ciencia ficción, el género que hace más sentido a los primeros veinte años del siglo XXI, con epidemias, inteligencias artificiales que escriben poesía y varios otros acontecimientos.
Trujano supo que quería filmar esta historia a finales de 2019, mientras mantenía una relación formal y se preguntaba qué significaba ser hombre y si realmente existía una diferencia entre aquellos que eran señalados como violentos y el resto, “los buenos hombres”.
Hoy, “Medusa” se encuentra nominada a la Diosa de Plata, el galardón que otorgará la asociación de Periodistas Cinematográficos de México (Pecime) en su 48 ceremonia anual, que se realizará mañana.
“Es imposible adjudicarle a este cortometraje un rasgo feminista porque no fue hecho por mujeres; más bien se trataba de señalar lo que yo, siendo hombre, podría aportar a la discusión. Hay lugares a los que solo los hombres podemos acceder, chistes, actitudes, cosas que solo nosotros sabemos. Ahí es donde está la confrontación, donde está nuestra capacidad de actuar”, explica en una entrevista telefónica junto a Pedro Giuinti, productor asociado del cortometraje.
Por aquellos días Trujano también veía series distópicas como Westworld y Black Mirror.
Y solo unos días después la pandemia por COVID-19 se desplegaría por todo el mundo.
Con ese coctel de reflexiones acontecimientos e influencias, no es casual que “Medusa” se convirtiera en una historia de ciencia ficción sobre la violencia machista en México.
“Cada vez estamos más lejos de la mística. Se cree menos en fantasmas y en demonios, pero sí creemos en la tecnología, que puede ser algo aterrador. Para mí era importante que esta película se notara poblana y mexicana, porque implica apropiarse de este género en nuestro contexto real”, abunda.
El cortometraje se filmó en tres días en el Barrio del Carmen, en Puebla, con un equipo de menos de 20 personas.
El contexto parecía hostil para lanzar una filmación, pero para 2022 ya se estaba estrenando en distintos festivales de cine.
“La COVID nos retrasó un poco, pero para nosotros era muy importante este cortometraje. El cine es la resistencia y supimos levantar este corto sin estímulos, con nuestros propios recursos, pero en alianza con otras productoras, buscando que más gente se sumara al proyecto”, apunta Giunti, que llegó de Veracruz a Puebla desde los 12 años.
Giunti, que ha actuado en un raudal de obras de teatro y ha aparecido en series producidas por gigantes de la industria, como Narcos: México, cree que Puebla vive un gran momento en cuanto a producciones de cine.
“Sería mejor que hubiera condiciones de financiamiento más viables, pero creemos que se ha hecho una comunidad muy importante de cineastas y nuevos cineastas”, dice.
Y Trujano agrega: “Creo fervientemente que el nuevo cine mexicano vendrá de los estados, y más bien diría que ya viene de los estados. Se cree que es más barato filmar fuera de la Ciudad de México, y de repente no tanto.
Pero hay apoyos específicos para hacer cine fuera de los estados. Creo que estamos encontrando y definiendo el esquema de producción que se acomode para cada región”.
“Medusa” tiene como protagonistas a Ángeles Cruz y Eligio Méndez, ambos condecorados con el premio Ariel.
Trujano buscó a Eligio en una exhibición de la película “Sueño en otro idioma” y, desde entonces, el actor estuvo en el proyecto desde que se escribió el primer borrador hasta el último día de rodaje.
Con Ángeles Cruz lograron hacer contacto y, antes de decirles que sí, pidió leer el guion. Le gustó y, a partir de entonces, se sumó al proyecto de lleno y Trujano pudo aprender de ella también en la dirección. El elenco del cortometraje coronó con las actrices locales Belem López y Tania Noriega y el actor Óscar Sergio Serrano.
En tanto, Carlos Trujano y Pedro Giunti se conocieron hace nueve años, cuando el primero invitó al segundo a participar en un cortometraje que escribió al terminar la carrera de Cine y Producción Audiovisual.
“Medusa” es el segundo cortometraje en el que trabajan juntos; el primero fue “Hierba Mala”, que obtuvo cuatro premios y cinco nominaciones en nueve festivales internacionales de cine.
Recientemente hicieron juntos #Rats, el primer largometraje de Trujano, que tuvo como productora a Claudia San Martín y cuya posproducción podría terminar este año.