Como un guerrero de mil batallas, así se define Alejandro Jiménez Caro, maratonista poblano que se destaca por pistas y rutas alrededor del país, pero que con la contingencia sanitaria ha visto afectado su bolsillo ante la suspensión de carreras y por ende la pausa en sus ingresos.
De sus 53 años de vida, 30 se los ha dedicado al atletismo y eso le ha rendido frutos ya que se ha podido posicionar como uno de los mejores fondistas no solo de Puebla, sino del país.
Uno de sus máximos logros fue el primer lugar en el maratón de Puebla en 2005, aunque su palmarés es extenso. “Antes que nada soy un orgulloso calpense (San Andrés Calpan) y ganador del Maratón de Puebla 2005, este año cumplo 30 años de ser un corredor profesional dedicado al cien por ciento a las carreras de ruta en las distancias de cinco, diez, 21 y 42 kilómetros”, indicó.
En las carreras de prestigio que normalmente se hacen en Puebla, es común verlo participando y subiendo al podio, aunque también lo hace fuera del estado y del país, porque esta es una forma de sustento para él, ya que los premios que entregan en las competencias los usa como si fuera su salario.
“En este momento debido a la pandemia del coronavirus no hay competencias y el bolsillo de corredores como yo está sin ningún peso. Valdría la pena señalar que cada uno de nosotros corredores poblanos y de todo el país basamos nuestro entrenamiento en competencias de ruta donde obtenemos nuestro modus vivendi, ya que primero realizamos nuestra inscripción y posterior al ganar el evento recibimos un premio económico”, señaló.
Pero la afectación no sólo se deriva del que no puede participar, sino que también como organizador, ya que encabezaba diferentes carreras en su municipio, como la Carrera del Chile en Nogada, del Tejocote o competencias en formato Trail, aprovechando las características de la zona, con lo que lograba fondos para él y su comunidad, pero ahora también están suspendidas.
Sin embargo, Alejandro mantiene el bien más preciado, la salud, por lo que más allá de lo económico, su vida diaria no ha sufrido mayores alteraciones por la cuarentena, la cual afronta desde su comunidad ubicada al occidente del estado y que no rebasa los 20 mil habitantes.
“En mi caso no he sido afectado mucho por la cuarentena debido a que vivo prácticamente en provincia y muy alejado de las zonas de riesgo, y también gracias a que Calpan es un pueblo campesino y de poca actividad urbana o industrial y eso ha favorecido a que no haya casos de este virus, al menos no de manera exponencial”, declaró.
Por ende, ha seguido con sus rutinas de entrenamiento, buscando además de seguir en forma, de alejarse de problemas psicológicos que la situación actual puede generar en la sociedad como el estrés, para lo cual considera que el deporte es una buena forma de afrontar la pandemia.