Alejandra Rodríguez Machorro es una deportista nata, la disciplina en la que se involucre sabe destacar y así lo demostró hace unos días ganando el Maratón de Monterrey, en lo que fue su debut en esta prueba de fondo y donde tiene la ilusión de trascender hasta aspirar a unos juegos olímpicos.
Conoció las albercas antes de que seguramente diera sus primeros pasos, pues fue a los 10 meses de nacida que comenzó con la natación, que fue el primero de varios deportes que ha practicado a gran nivel a lo largo de su vida, como el atletismo y el ciclismo en diferentes modalidades, todos alcanzando a competir incluso a nivel internacional.
Pero si como deportista es brillante, también a nivel profesional lo es, pues ahora se desempeña como psicóloga deportiva, labor con la que ayuda a atletas y personas que quieren hacer deporte de forma recreativa y alcanzar sus metas.
NADADORA DESDE LA CUNA
Ale Machorro tenía predestinado el deporte, pues sus padres le inculcaron desde antes que pudiera razonar, que la práctica de alguna disciplina iba a ser siempre parte de su vida. Por eso, a los diez meses de nacida tuvo su primera experiencia con la natación, aunque la tuvo que dejar por una situación médica, lo que le provocó un profundo dolor.
“Mis papás son deportistas así que me fomentaron mucho el deporte, desde los 10 meses yo ya estaba en una alberca, la natación fue mi primer deporte de hecho a los cuatro años de edad comencé con las competencias recreativas y también con aspectos lúdicos para que desarrollara habilidades para mi vida diaria. Pero mis papás se dieron cuenta mi gusto por competir y a los seis años ya tuve pruebas más en forma. Fue a los 10 años que me diagnosticaron sinusitis y eso provocó que mi etapa en la natación se frenará y fue algo que me dolió”, narró.
EL ATLETISMO, LA SALVACIÓN
Si la opción de ser nadadora se cerró para ella, encontró rápidamente otra opción para seguir con su vida deportiva y fue justamente en la carrera donde tuvo refugio y prácticamente fue su salvación para mantenerse activa iniciando a los 10 años una etapa llena de altibajos, pero que la tiene como una de las más destacadas en Puebla.
“Ya sin la posibilidad de practicar la natación me empiezo a interesar por la carrera que era un ejercicio que nos ponían a hacer como calentamiento antes de nadar, si bien a muchos no les gusta a mí siempre me encantó. Entonces cuando tenía once años me puse a buscar un entrenador y en el parque ecológico comencé a entrenar con César Simoni. Comencé a participar en lo que era las Olimpiadas Nacionales siempre participando en pruebas de 800 y mil 500 metros”, dijo.
DE TRABAJAR EN UN OXXO A SER MUNDIALISTA
Al convertirse en un atleta de alto rendimiento, comenzó a competir a nivel nacional teniendo grandes resultados que la llevaron a clasificar al Mundial Juvenil en Marruecos.
“Mi primer nacional no me fue bien, pero después poco a poco fui mejorando mis marcas hasta que en el 2005 clasifiqué al Mundial Juvenil que se llevó a cabo en Marruecos en la prueba de 800 metros. Me fue bien, pero por estar concentrada en este evento no hice el proceso para ingresar a la preparatoria, entonces cuando regresé pues me tuve que poner a trabajar en un Oxxo, ahí me encontró un profesor del Tec de Monterrey y se sorprendió que yo como seleccionada nacional estuviera trabajando en una tienda de conveniencia y afortunadamente me ayudó a estar becada en el Tecnológico de Monterrey”, contó.
Ya con la beca en esta casa de estudios, siguió creciendo en las pistas manteniéndose en competencias internacionales.

“Ya cuando estaba estudiando en la preparatoria me fui a entrenar al Centro Nacional de Alto Rendimiento y comencé a competir a nivel nacional. Fue en ese lapso que me convertí en campeona nacional tanto en 800 como en mil 500 metros. También comencé mi internacionalización porque competía en eventos en Canadá y en Estados Unidos. Después de eso tuve momentos complicados porque sufrí una lesión del tobillo que comenzó como una simple torcedura, pero no la atendí correctamente, se agravó tanto que ya no pude seguir entrenando en el CNAR y me tuve que regresar a Puebla”, recordó.
MUNDIALISTA EN DUATLÓN EN AUSTRALIA
Debido a que la lesión le impidió seguir entrenando y tener pruebas de velocidad, decidió poner una pausa en el atletismo y aprovechando su habilidad como nadadora, además de su gusto por el ciclismo, comenzó a practicar duatlón y triatlón.
“Como no podía entrenar con normalidad y también como comencé a estudiar la universidad, cambié de deporte y regresé a nadar. También comencé a hacer bicicleta y un entrenador me invitó a practicar triatlón y duatlón y me fue muy bien. Incluso en el 2015 clasifiqué al mundial de duatlón en Australia y después de la competencia me quedé seis meses allá, y me puse a trabajar y entrenar. Cuando regresé a México decidí iniciar la maestría en psicología deportiva también impulsada por todo lo que aprendí en mi estancia en Australia”, explicó.
SE CONVIRTIÓ EN MAMÁ Y REGRESÓ A LAS PISTAS
La vida de Alejandra siguió dando giros inesperados ya que enfocada de lleno en su desarrollo académico, se fue a Alemania para tener una estancia.
“Me dieron la beca Conacyt y mientras estuve estudiando bajé mucho mis cargas de entrenamiento. Después me fui a Alemania a una estancia académica y ahí aprendí muchísimo sobre la inteligencia emocional en los deportistas. Me regresé a México porque me embaracé y mi hija nació en Monterrey. Después del nacimiento de mi hija volví entrenar con intensidad porque quería volver a competir y sobre todo quería hacer un maratón, pero por diferentes circunstancias como la pandemia lo fui postergando”, comentó.
EL MARATÓN ES UNA PRUEBA MÁS PSICOLÓGICA QUE FÍSICA
De regreso en Puebla, volvió a entrenar con su primer profesor y si bien la adaptación le costó mucho trabajo, logró constituirse como una maratonista.
“Me regresé a Puebla y comencé a entrenar duatlón aunque quería enfocarme en la carrera y en 2021 volví a entrenar con Simoni. Al principio me costó muchísimo trabajo la adaptación, pero después poco a poco fui evolucionando, por eso también gracias a que encontré un equilibrio en mi vida con mi hija, con mi familia, con mi pareja y también laboralmente porque después de mucho tiempo de estar trabajo en diferentes instituciones me animé a trabajar de forma particular con sesiones con varios atletas, guiarlos a que puedan lograr sus metas, pero también trabajo con personas que no son de alto rendimiento y que quiere adherirse a alguna disciplina”, dijo.
Después de mucho tiempo de preparación, en diciembre participó en el Maratón de Monterrey y el afrontar los 42.195 kilómetros lo tomó como una prueba que además de muchas exigencias físicas también le demandó psicológicamente algo que tuvo que saber controlar aprovechando su perfil profesional.

“Lo que más me gustó del maratón es que es muy demandante a nivel psicológico, porque es una prueba que te va retando kilómetro a kilómetro, aunque lo que más me daba miedo era el entrenamiento porque sabía que mis cargas iban a aumentar, iba a tener que hacer doble sesión, pero lo puedes lograr si te vas retando y sobre todo también organizándote en tu vida. A nivel psicológico trabajé mucho visualizándome llegando a la meta, si bien nunca había corrido un maratón, mentalmente yo lo había corrido unas 20 veces. Algo de lo que yo trabajo mucho conmigo misma y también con mis atletas es enfocarse más al proceso que en un resultado que si no alcanzaste puede generar frustración”, señaló.
SUEÑO CON JUEGOS OLÍMPICOS
Nadadora, ciclista, duatleta y triatleta, y ahora maratonista, Alejandra Machorro es un ejemplo de perseverancia, pero también es la clara muestra de una mujer fuerte que no descuida ninguna de sus facetas, pues a nivel profesional quiere seguir ayudando a más atletas como psicóloga deportiva, mientras que como corredora está ilusionada con seguir obteniendo buenos resultados.
“Muchas veces me preguntan que cómo le hago, si soy mamá, atleta, psicóloga y también estudio, pero simplemente es amar lo que haces, en este caso amo el maratón y por eso me puedo organizar y encuentro la manera de cumplir en todas mis facetas. Y creo que ese amor a lo que haces te da la energía para poder lograr cualquier cosa que te propongas. Antes de correr maratón decía que solamente iba a correr uno y me iba a enfocar en el duatlón, pero ahora que ya lo corrí, mi marca me colocó en el lugar 21 del ranking nacional que es un buen lugar tomando en cuenta que fue mi primer experiencia y si bien va a ser difícil lo veo posible bajar mi marca de 2 horas y 50 minutos. Ya tengo mi clasificación al maratón de Chicago y entonces a corto plazo esas son mis metas deportivas, obviamente que me gustaría pensar en clasificar a los Juegos Olímpicos, es el sueño de mi vida, pero no me quiero adelantar ni forzarlo. Y a nivel profesional me gustaría ampliar mi grupo de atletas a los que les doy sesiones, consolidarme como psicóloga deportiva”, finalizó.