El expateador de Aztecas UDLAP, Arturo Galván, tiene la determinación de llegar a la NFL en 2021 y para ello ya ha comenzado a enfocar el cuerpo y la mente para convertirlos en los de un atleta, para que cuando se le presente la oportunidad esté listo y convierta en realidad un sueño que lo tiene fijo desde que era niño.
Han sido 14 mexicanos los que han logrado llegar a la National Football League desde su fundación, en 1920, nueve de ellos kickers como Galván, quien apunta a unirse a ese selecto grupo apostando a la disciplina y trabajo, y buscando enrolarse a algún programa de ingreso o por la vía de la agencia libre o el draft.
“He tenido contacto con gente relacionada con la NFL y también me han buscado agentes para representarme; el proyecto es estar en 2021 en la NFL, ese es el objetivo, vamos paso a paso, así que empiezo mi preparación física ya como atleta profesional, ya tengo todo un equipo de trabajo armado y vamos a trabajar todas las tardes en mi juego y obviamente también en la parte de fuerza, acondicionamiento físico, en el aspecto mental y en nutrición también, entonces en ese punto estoy ahorita y con miras al 2021 vía un programa, draft o como agente libre”, comentó.
PROBÓ EL SOCCER Y EL TENIS, PERO SE QUEDÓ CON EL AMERICANO
Si ahora su vista la tiene puesta en llegar a la máxima aspiración que tiene cualquier jugador de americano en el mundo como lo es alcanzar la NFL, en un principio sus planes estaban en otros deportes como el tenis y el soccer, aunque la influencia de su padre lo llevó a decantarse por el ovoide a partir de la preparatoria y desde entonces ha sabido explotar sus cualidades.
“Mi papá jugó Americano toda su vida, de infantil hasta máster, por lo que siempre estuve muy al pendiente del deporte, desde niño me enseñó a patear un ovoide y todo lo relacionado, aunque jugué soccer de los cuatro a los nueve años, tuve invitaciones a escuelas con miras a la cantera de Pumas, incluso tuve de compañero a Alan Mozo, que ahorita ya está consolidado y llegó hasta a la Selección, pero nunca fue mi objetivo por lo que decidí meterme al tenis en alto rendimiento con miras a una beca deportiva en Estados Unidos, llevé todo un proceso y cuando entré a la prepa, alguien me vio patear un balón y me recomendó jugar Americano, le hice caso y desde ese momento me metí de lleno”, dijo.
AZTECAS DEJÓ MUCHA ENSEÑANZA
Luego de dar el paso fundamental de asentarse en el deporte de las tacleadas, su siguiente objetivo fue entrar a uno de los mejores programas académico-deportivo del país, Aztecas UDLAP, y lo logró en 2017, integrándose al equipo que ostenta cinco títulos de la Conadeip, y a la Licenciatura en Derecho.
Tres años en la Tribu Verde le bastaron para convertirse en el quinto máximo anotador en la historia de la Comisión Nacional Deportiva Estudiantil de Instituciones Privadas (Conadeip), además de ganar otros reconocimientos como Casco de Oro en 2017 y Punting Leader en 2019, cerrando un lapso que le dejó enseñanzas y amistades para toda la vida, pero negándosele el título de campeón nacional.
“Aztecas me dejó obviamente muchísimas enseñanzas, como toda experiencia hubo altos y bajos, emocionalmente, físicamente, de todo tipo, y bueno me dejó una carrera profesional, amigos que me llevo para toda la vida y compañeros que quiero y estimo mucho, no se dio el campeonato que era una de las promesas que aceptas al firmar, pero jugamos dos finales nacionales, quedé de líder anotador del país un año, líder de pateador de despeje otro año y Casco de Oro en 2017, anotador del equipo en 2017-2018 y bueno también terminar como el quinto máximo anotador en la
historia de Conadeip en el rubro de pateadores, creo que fue algo bueno en tres años de carrera con los Aztecas y me quedo con una experiencia padrísima, era un programa al que yo quería llegar desde que empecé a jugar, conocí el programa Aztecas y era el de mis sueños, me lo propuse y llegué”, indicó.
ABOGADO PATEADOR
Sin embargo, su etapa con los cholultecas llegó a su fin este año sin poder jugar, debido a la cancelación de la temporada colegial en el país, por lo que ahora sólo está a la espera de concluir sus estudios en la Licenciatura en Derecho para poder pasar a ser un deportista profesional.
Aceptando que en su etapa de universitario, la prioridad fue lo deportivo, nunca descuidó sus estudios ya que el derecho es un rubro que también lo mueve y del que espera también lograr un desarrollo profesional.
“Me encanta la Licenciatura en Derecho, me encanta la profesión y en los próximos meses me podré decir abogado, licenciado. Me encanta el tema corporativo, empresarial y civil, mis papás se dedican a ese tema, siempre lo he visto y siempre me ha llamado la atención, entonces es un tema que me gusta, estudié con mucho gusto, yo ocupé la universidad para jugar fútbol, no quiero que suene mal, pero yo escogí la Universidad de las Américas Puebla por el programa de Futbol Americano y poder aspirar a una carrera. Mi prioridad número uno fue el fútbol, pero sin descuidar obviamente la escuela, no reprobé nunca una materia y acabarla en tres años y medio es una muestra”, apuntó.
DESDE LOS CUATRO AÑOS HE ESTADO RELACIONADO AL DEPORTE
Ese ajetreo que significa combinar la escuela con el deporte no fue problema para Arturo, ya que prácticamente desde los cuatro años está acostumbrado a dividir sus actividades en ambos rubros, e incluso de niño practicaba hasta cuatro deportes en un mismo lapso a la par de sus obligaciones escolares.
“Para mí no fue nada nuevo yo fui estudiante-atleta desde los cuatro años, siempre fue combinar la vida de mi sueño con la de estudiante, con mis papás había una gran exigencia académica y a la par mi hermano y yo hacíamos por lo menos dos o tres deportes en la tarde, por ejemplo: nadábamos todos los días de 3-4 de la tarde y de 4:30-5:30 hacíamos taekwondo y de 6-7 gimnasia, además de que yo practicaba soccer que era un taller de la escuela entonces era de llegar cansados, pero a cumplir con la parte académica también. Este ritmo lo tuve hasta la prepa cuando ya empecé a jugar Americano, por lo que pasar a la universidad yo ya traía un buen ritmo de vida y así pude enfocarme en concluir mi carrera más rápido de lo normal para terminar joven y buscar oportunidades en la NFL”, señaló.
ISAAC ALARCÓN, ORGULLO NACIONAL
El plan que piensa echar andar Galván es el mismo que ha llevado a los Dallas Cowboys a Isaac Alarcón, quien egresado del Tecnológico de Monterrey llegó hace unas semanas a los Vaqueros por medio del International Pathway Program o también llamado Programa Internacional de Jugadores de la NFL, y ahora está haciendo pretemporada en busca de un lugar en el cuadro estelar para la próxima temporada de la NFL.
Aunque supieron ser rivales en la Conadeip, Galván reconoce la labor del liniero regiomontano e incluso acepta que es un ejemplo a seguir y un orgullo nacional, además de que ha podido entablar una comunicación a través de redes sociales para darse un panorama de lo que buscar un lugar en la mejor liga del mundo.
“Respeto y admiración total a Isaac, que salió del NFL International Pathway Program, que es un programa muy importante, un escaparate con reflectores tremendos, y pues mis respetos, tuve la fortuna de jugar contra él y sí es un jugador dominante, muy grande físicamente y sin duda ayudó muchísimo en el título que ganó Borregos Monterrey en la Conadeip en 2019. Es un orgullo nacional para todos, ahora que está en los Vaqueros de Dallas he tenido la oportunidad de platicar con él por medio de las redes sociales y me parece una gran persona, no lo conozco físicamente, pero hemos tenido acercamiento y es una gran persona, orgullo nacional”, reconoció.
JULIAN EDELMAN Y RAÚL ALLEGRE, SU INSPIRACIÓN
Arturo Galván es auditivo, le gusta escuchar historias de triunfo y éxito que lo inspiren, por lo que cuando necesita motivación piensa en Julian Edelman, actual receptor de los Patriotas de Nueva Inglaterra, y en el pateador mexicano Raúl Allegre, dos veces ganador de Súper Bowl en la década de los 80 con los Gigantes de Nueva York.
“Mis ídolos más grande siempre ha sido mi papá y mi abuelo materno, son mis dos ídolos, pero ya hablando de la NFL es complicado porque hay muchas historias que me inspiran muchos, pero yo creo que Julian Edelman, a pesar de que yo nunca jugué de receptor, me motiva mucho su historia, es alguien que al principio no tuvo reflectores, lo cuestionaban mucho por su altura, de que no la iba a armar y ve hasta dónde llegó, eso sin duda es un gran ejemplo”, comentó.
“Raúl Allegre es un tipazo, he tenido charlas con él, he hablado por teléfono he estado muy cercano a él en los últimos días y es un referente por la posición y es un ejemplo a seguir que gracias a Dios he tenido la oportunidad de conocer, buena persona que siempre está dispuesto a apoyar a más mexicanos que logren lo que él logró”, recordó.
“QUIERO DEMOSTRAR QUE LOS MEXICANOS PODEMOS”
Ese anhelo de convertirse en el mexicano 15 que juega en la NFL no sólo es para hacer historia dentro del deporte, sino también para volverse un agente de cambio en el país, que la juventud crezca con el ejemplo de un deportista que por sus propios medios y superando obstáculos pudo alcanzar un lugar top, creyendo en sus cualidades y potenciando sus debilidades.
“Yo lo que anhelo es ser un gran ejemplo para los niños, para los jóvenes que piensan que no pueden hacer la cosas, yo he tenido un camino complicado, he tenido altibajos, gente que no cree en tu trabajo, pero yo nunca he dudado de mis alcances y desde niño he tenido un propósito en la vida que es más alto que ser una persona promedio, quiero impactar vidas, quiero ayudar a cambiar otras, que todo lo que toque se convierta en algo positivo, quiero volver a traer esperanza y anhelo a México, a la gente y los niños demostrarles que alguien de un club de México pudo llegar a la NFL, que crea que sí se pueden hacer las cosas, no solo porque lo vean en televisión piensen que sea lejos, yo quiero ser un jugador egresado de una universidad mexicana en tener un lugar en la NFL”, indicó.
Nacido en Ciudad de México, residente los últimos tres años en Cholula, Arturo Galván Jr. tendrá meses de intenso trabajo y transformación con el propósito de alcanzar su anhelado pase a Estados Unidos.