Las ganas de ayudar de Julieta Escobar no tienen límites. La reconocida China Poblana Corre con Causa tiene siete años trotando y, desde entonces, ha ayudado a infinidad de pequeños. Su gran corazón ahora la tiene en París, donde correrá el maratón de la llamada ciudad luz.
Acompañada de sus inseparables: su esposo y su traje de China Poblana, July emprendió el viaje a la capital francesa para afrontar el reto de completar la prueba de los 42.195 kilómetros y así recaudar los fondos necesarios para comprar la silla de ruedas tipo carriola para Nathan, un pequeño que padece Síndrome de West.
“Me tienen aquí mis ganas de ayudar. Estoy muy contenta de todo el respaldo que he recibido. Es un compromiso para mí estar aquí, y voy a dar lo mejor de mí para poder juntar el dinero y ayudar a Nathan”, dijo la China Poblana Corredora desde París.
EL MILAGRO QUE LA CAMBIÓ
La vida de Julieta tuvo un giro total en 2015 cuando le diagnosticaron a su pequeña el Síndrome de West, un mal que aqueja a una reducida porción de la población infantil en el mundo. Con el síndrome, sufren continuos ataques de epilepsia que les van degradando sus capacidades motoras y generan un déficit cognitivo. Con este diagnóstico comenzó un viacrucis para ella y su esposo, que los llevó a manejar altos niveles de estrés, los cuales comenzó a controlar mediante el running. Esta actividad, en la que empezó con más dudas que certezas, se convirtió en su válvula de escape.
Del estrés le llegó la motivación, y con apenas un año de entrenamiento, se lanzó a sus primeras pruebas de fondo. La magia de su primera carrera la llevó a tomar sus pruebas como un sacrificio a cambio de recibir un milagro, en específico, el de la salud de su hija Emilia. Fue así como llegó la decisión de prepararse para correr el Maratón de Puebla de 2016, el cual corrió con la imagen de su niña en el pecho, sin saber que días después iban a recibir la noticia que tanto anhelaban: el alta médica para Emilia, algo casi improbable debido a que las estadísticas marcan que solo 1% de quienes padecen el síndrome pueden recuperarse sin secuelas.
“Yo sé lo que sufren los padres de familia de estos pequeños. Por eso me he dedicado a ayudar, a tratar de que mis pasos puedan transformarse en ayuda para ellos. Por eso ahora tomé este reto. Estoy nerviosa, pero me ayuda mucho la confianza que todos me brindan desde allá”, comentó previo a la prueba de este domingo.
DONATIVO POR CADA KILÓMETRO
Después del momento que vivió con su hija, se involucró con la fundación Camina Junto a Mí, la cual apoya a niños con una rara enfermedad. Ha sido gracias a esta sinergia que en estos años ha logrado convertir cada zancada que da, ataviada con la indumentaria de la China Poblana, en donativos para los pequeños.
En esta ocasión, la dinámica es que los interesados donen por cada kilómetro que la China Poblana logre en el Maratón parisino. Cada persona puede elegir algún kilómetro de los 42 de la prueba, donando 400 pesos por cada uno o, incluso, con la posibilidad de hacerlo con 200 pesos por cada 500 metros que recorra la maratonista.
“Estoy emocionada al mil, tengo ganas de llorar por los mensajes recibidos. Gracias por su apoyo, me motiva bastante llevar a México y a Puebla en mi corazón, pasos e indumentaria. Es un honor”, cerró.