Lo que comenzó como un difícil proceso de asimilación, se transformó en una etapa de reinvención y crecimiento. La cuarentena marcará un antes y un después en la vida personal y deportiva de la triatleta poblana Itzel Arroyo, quien ha logrado convertir el aislamiento en un lapso de aprendizaje.
La deportista de 22 años está acostumbrada a los cambios, ya que su andar la ha llevado por diferentes disciplinas, pero encontrando su punto más alto en el triatlón, donde combina la natación, el ciclismo y el atletismo.
Desde los 15 años lo practica y su rendimiento le ha permitido integrar la Selección Nacional y ser multimedallista en competencias nacionales e internacionales, aunque luego de una pausa en 2019 para adentrarse al acuatlón donde logró un bronce en el mundial celebrado en España, 2020 lo tenía marcado como el año en el que daría un gran paso como triatleta, pero el coronavirus frenó todo.
“Antes de la noticia de la pandemia y el confinamiento mi plan era buscar los eventos clasificatorios para poder asistir en septiembre al Mundial en Canadá, tenía eventos como la Copa Continental en Ixtapa (Zihuatanejo) y posiblemente la Copa Mundial en Huatulco”, dijo.
El inicio de la cuarentena no fue fácil para Arroyo, ya que tuvo que pasar por un proceso de asimilación, de frenar de tajo toda su dinámica de actividades, pero ella se adaptó apelando a su estirpe competitiva como si se tratara de una prueba de triatlón en la que debes de pasar de nadar a gran velocidad a rodar en la bicicleta por varios kilómetros y luego cerrar con una intensa carrera.
“Uno de los aspectos que la cuarentena más impactó en mi vida ha sido el mental, ya que muchas cosas cambiaron y en un principio me costó bastante asimilarlas ya que estás acostumbrada a un ritmo, a ciertas actividades, horarios, a que las cosas ya lleven de por sí un ritmo y en el momento que todo esto cambia cuesta asimilarlo, por lo que tuve que ajustar, aceptar y adaptarme a la situación”, indicó.
Pero esto no significó un retroceso para ella, sino una forma de cambiar su perspectiva como atleta y competidora, y entender que si entrena no solo es para ganar, sino para ser mejor y cada vez superarse más.
“Me ha ayudado mucho seguir trabajando mis objetivos, este año tenía ciertos eventos en mi plan de trabajo que no se pudieron realizar, eso no significa que los sueños o metas se acaban, sino al contrario, estás en un momento para restablecer y llegar a mis objetivos a largo plazo y eso es un gran motivante, el hecho de no solo entrenar por querer ganar una competencia, sino por querer ser mejor y yo creo que eso es lo que me ha permitido levantarme día con día y mentalmente soy fuerte, saber que esta situación es para todos y depende de cada uno como salgamos de esta situación”, señaló.
Para esto, recurrió a la ayuda psicológica de una especialista que la guió para aceptar los cambios, encontrar las herramientas para transformarlos en una oportunidad de ser mejor, rodearse de positivismo y desechar todo entorno negativo.
“Lo que más me ha funcionado es llevar de la mano mi plan con mi psicóloga, la cual me ha dado muchas herramientas para poder trabajar para esta nueva etapa. También he integrado actividades nuevas a mi rutina que me permitan aprender más, que tengan un beneficio mayor como alimentarme de contenidos positivos, de cosas que me impulsan en lugar de lo contrario, me gusta ver a lo mejor documentales, películas, series que me motiven, leer artículos, libros, cosas que me hagan sentir mejor y que me inspiren”.
“Mentalmente he trabajado el aceptar la situación como una oportunidad de mejora más allá de preocuparme por las amenazas que en su momento se han presentado, ver más allá de lo que está a simple vista y darme cuenta que es una situación por la que todos estamos pasando, pero, ¿qué es lo que voy a hacer para hacerlo diferente?, ¿qué es lo que yo estoy haciendo para que mañana sea más fuerte?, que sea otra persona, otra atleta y sobre todo la persona que quiero llegar a ser”, precisó.
Esa fuerza de la que se ha llenado durante el confinamiento, la tiene ya mentalizada en lo que quiere hacer cuando la actividad deportiva se retome, que es preparase para competencias internacionales que la posicionen aún mejor en el ranking mundial.
“Una vez que termine el aislamiento y nos den un plan de competencia o de eventos próximos a realizarse, mi principal objetivo es buscar tener un mejor puntaje en el ranking mundial de triatlón para que con esto yo pueda participar en más eventos y buscar clasificación a panamericanos o mundiales, y así cerrar mi categoría que en estos momentos es Sub23 con un posible podio”, comentó.
TRIATLETA QUE QUIERE SER MERCADÓLOGA
Por si no fuera suficiente el sacrificio que significa ser una destacada atleta y lidiar con el encierro, Itzel también tuvo que adaptarse en su rol de estudiante, ya que la Licenciatura en Mercadotecnia Estratégica que estudia, le requiere un esfuerzo no menor al de su carrera deportiva, por lo que tuvo que acomodar todo para no flaquear en ninguno de los dos rubros.
“Siempre he recibido un gran apoyo por parte de mi universidad (Anáhuac) y de parte de mi entrenador, por lo que nos organizamos y estructuramos todo para que pueda haber espacio para cada cosa. Ya acabé mi segundo semestre de la licenciatura y estoy cursando verano, la verdad que el hecho de poder acomodar mis horarios, el poder elegir mis materias, me facilita mucho el saber que puedo entrenar y estudiar”, apuntó.
Esto le ha exigido una gran disciplina que ha mantenido a pesar del resguardo que acata por la contingencia, respetando sus horarios de descanso, hábitos alimenticios y tiempos de entrenamiento.
“Mi rutina no ha sido tan diferente a como la tenía originalmente, desde un principio seguí levantándome temprano para no perder el hábito de mis horarios de sueño y descanso, por lo regular me levanto a las 5:30 de la mañana y realizo mi primera sesión, desayuno o a lo mejor descanso un rato y de ahí tengo clases”.
“Durante todo el semestre llevé mis clases en línea y ahorita estoy llevando verano, entonces entreno en las mañanas, tomo mis clases y de ahí vuelvo a tomar mi segunda sesión en la tarde.
Traté de mantener los mismos días en los que estaba entrenando cada una de mis disciplinas, por ejemplo, sigo entrenando martes, jueves y algunos sábados y los domingos el ciclismo, la carrera también la he mantenido los mismos días y en cuanto a la natación ha sido un poco difícil por la cuestión de las albercas, pero he adaptado muchísimos trabajos de fuerza, técnica y mi flexibilidad. Tuve una lesión de la cual ya salí, este tiempo me ha servido mucho para trabajar en todos los aspectos que tenía ciertas debilidades”, concluyó.