Gustavo y Antonio Zenteno han triunfado en la segunda premier y la tercera; quien mejor conoce su esfuerzo cuenta los vericuetos del trayecto
La historia de los hermanos Zenteno Leal es muestra de lo complicado que es transitar el camino hacia el futbol profesional, pero que a pesar de todos los obstáculos que han encontrado, tanto Gustavo como José Antonio siguen estoicos buscando el sueño de llegar al máximo circuito siempre respaldados por su familia y ahora inician el año siendo parte de los Bravos de Juárez.
A sus 21 y 19 años, respectivamente, tanto Gus como Tono firmaron contrato por un año con el conjunto chihuahuense y por ahora se han integrado al cuadro juvenil sub 23, en donde esperan recibir las oportunidades que les permitan demostrar todo su talento, el cual los ha llevado a portar las playeras de diferentes equipos en el país e incluso foguearse en el extranjero.
Y quien está detrás de ellos para respaldarlos, pero también para impulsarlos hacia sus objetivos, es el reconocido médico Gustavo Zenteno Guichard, quien sueña con verlos triunfar en las canchas, pero que también ha sufrido junto a ellos el tortuoso camino hacia el éxito.
“Podría escribir un libro de todo lo que hemos vivido para tratar de mantenernos en este objetivo que es el llegar a Primera División. Son muchas complicaciones, muchos obstáculos, pero valen la pena y ahora en Juárez confiamos en que Gus y Tono puedan tener las oportunidades necesarias”, platica el doctor Zenteno que ha movido cielo, mar y tierra para ayudar a sus hijos.
Sus inicios en el futbol fueron a nivel estudiantil, en donde desde los nueve años comenzaron a destacar y esto provocó que el doctor Zenteno se decidiera a acercarlos con un entrenador personalizado con vasta experiencia en el desarrollo de jóvenes como lo es Gustavo Flipi Pérez, quien además los guio para tener su primera incursión en una institución profesional.
“Como padre te podría decir muchas cosas de ellos, pero lo que es seguro es que son chicos con una gallardía a prueba de muchas cosas, muy disciplinados, que cuidan cualquier detalle y que siguen luchando por alcanzar el sueño de todo chico que está dentro del futbol, que es llegar a Primera División. Gustavo es de los más jóvenes en jugar en Tercera División, porque con 11 años estuvo en Reales de Puebla y anotó un gol”.
El siguiente paso para los habilidosos mediocampistas fue enrolarse con Lobos BUAP y así comenzó su andar por las divisiones juveniles del equipo que todavía participaba en el Ascenso MX en donde fueron dirigidos por Luis Bocha Arce, actual campeón de la liga de expansión y uno de los técnicos con mayor futuro en el país.
“En un partido contra América, Harlem Medina vio jugar a Gustavo y se lo quería llevar a las fuerzas básicas azulcremas, pero en Lobos BUAP no nos dieron permiso a pesar de que yo toqué todas las puertas. Conocía bien al rector Alfonso Esparza y también a su hija Luza, pero a final de cuentas no se pudo. Pero al siguiente torneo lo vio el profesor Arturo Carranco, que es uno de los mejores detectores de talentos en el país, y se lo llevó a Pachuca”.
Mientras Gustavo ya era parte de una de las mejores canteras del país como son los Tuzos y Tono encontró cabida en el Puebla de la Franja luego de la desaparición de Lobos BUAP, ambos continuaron picando piedra tratando de seguir creciendo, aunque también las complicaciones fueron aumentando.
“En su debut con la Tercera División de Pachuca, Gustavo anotó dos goles. Continuó su desarrollo y su gran sueño era jugar en la categoría sub 17 del equipo, pero en el club le ofrecieron ampliar su contrato, pero para seguir en la Tercera División y nos fuimos de León para llegar al Puebla en donde estuvo un torneo y después nos fuimos hacia León porque también Tono firmó allá”.
Con la intención de seguir potenciando sus habilidades y tener experiencia internacional, el doctor Zenteno acercó a sus hijos con el reconocido ojeador argentino Abel El Chueco Alves, que en su momento jugó junto a Diego Armando Maradona y también dirigió en dos ocasiones a Boca Juniors, aunque su gran talento es el detectar a los jóvenes promesa y formarlos.
“Después de haber estado en León los dos se fueron a Argentina con El Chueco Alves a entrenar con varios equipos como Huracán, Independiente y una institución que poco a poco ha ido creciendo y que tiene a uno de los sindicatos más importantes del país: Camioneros. Ellos fueron allá en búsqueda del fogueo y de tener otros tipos de experiencias”.
El 2022 fue un año agridulce para los Zenteno ya que, tras su experiencia en Sudamérica, se enfilaron con la organización de Pachuca y mientras Gustavo fue campeón con la Segunda División Premier y Tono lo hizo con la Tercera División, poco tiempo después vivieron la desaparición de estas categorías debido a los cambios estructurales en el futbol mexicano por lo que tuvieron que volver a buscar un nuevo destino.
“Después de que fueron campeones vivieron la desaparición de las filiales y otra vez tuvieron que ir a Argentina con El Chueco Alves y regresaron ya de cara a este torneo, pero con la preocupación de que prácticamente todos los planteles ya están armados y hay pocos espacios para cubrir, pero volvió a aparecer Arturo Carranco que ahora trabaja con Bravos de Juárez y, como ya conoce de su talento, les dio la oportunidad de firmar con la categoría sub 23 también con el visto bueno de Ángel Coca González”.
Ya con el registro ante la Federación Mexicana de Futbol e incluidos en el plantel del conjunto juvenil de los juarenses, la expectativa es que lo antes posible se emparejen físicamente a sus compañeros y en cualquier momento puedan debutar para demostrar todo lo aprendido durante los últimos años y de una vez por todas alcanzar el anhelado debut.
“Con todo esto que hemos vivido, mi objetivo es enseñarles a los dos que el camino de la vida no es sencillo y mucho menos dentro del futbol. Obviamente el gran sueño es que lleguen a debutar en Primera División. Yo no puedo hablar de qué tan talentosos son, pero sí tienen cualidades para jugar, aunque de lo que sí puedo destacar es de su perseverancia y su mayor talento es la disciplina con la que podrán alcanzar cualquier cosa que se propongan”.