Para ser jugador de futbol americano en México y, sobre todo en Puebla, se debe tener claro que será un camino complicado, prolongado y difícilmente será una forma de sustento, pero que ofrece oportunidades académicas inigualables y grandes experiencias.
Eduardo Retana es el ejemplo que una vida dedicada a los emparrillados puede dejar una licenciatura en una prestigiosa universidad, un título del mundo ganándole a Estados Unidos, amistades, reconocimientos, pero no más.
DESDE LOS 4 AÑOS
“Tenía como tres o cuatro años cuando mi tío pierde a mi abuelo, entonces lo llevan a una actividad de equipo que es el futbol americano y cuando veo que entrena y juega, me enamoro como tal del deporte. También he practicado futbol soccer, voleibol, basquetbol y tochito, pero nada como el americano”.
“Empecé en Redskins de Estado de México, ahí estuve la mayor parte de mi vida, desde los cuatro a los 15 ó 16 años, después pasé a jugar en Pumas Acatlán donde jugué dos juveniles, después iba a jugar en la UVM Lomas Verdes, sin embargo, en ese momento mi fluidez en el inglés no era el mejor, tuve que entrar a un curso y eso me facilitó abrirme las puertas en Aztecas, donde con el coach Eric (Fisher) todo se maneja en inglés”, apuntó.
AZTECAS: UN ESTUDIANTE-ATLETA
Ante un incipiente circuito profesional, como la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA) y los rigurosos filtros para aspirar a la NFL, el sector universitario se convierte en una oportunidad extraordinaria para los jóvenes que gustan del ovoide, aunque el ingreso tampoco es sencillo.
En 2014, Lalo consiguió una beca deportiva en Aztecas, el equipo de la UDLAP de la Liga Mayor de la Comisión Nacional Deportiva Estudiantil de Instituciones Privadas (Conadeip), siendo parte del soñado 2016 donde los cholultecas se coronaron como Campeón de Campeones, venciendo a los Tigres de la UANL, en el Estadio Gaspar Mass.
“Lo más difícil de mi etapa como estudiante-jugador fue la adaptación, porque cuando llegas todavía no eres un adulto, eres apenas un joven que está saliendo de la preparatoria, entonces tienes que aprender a vivir solo, saber que ya no está tu mamá que te está cuidando tan de cerca, entonces sí es un cambio drástico ser autosuficiente”, recordó.
A la par de estudiar Administración de Empresas, por cinco años Eduardo Retana fue pieza clave en la Tribu Verde que fue protagonista del futbol americano colegial del país, abriéndose la puerta incluso a la Selección Mexicana.
“La misma dificultad de estar solo justamente se convierte en lo mejor de esta etapa, porque maduras, creces como persona, es muy padre saber que ya no dependes de nadie para salir adelante y poder hacer tu vida conforme lo creas conveniente. También las amistades que se generan, porque todos pasamos en ese momento por ese cambio”, apuntó.
De 2014 a 2019, el habilidoso receptor vivió la etapa que solo un grupo selecto de jóvenes en el país puede disfrutar y afrontar, el ser estudiante-atleta, donde gracias a sus cualidades en algún deporte o disciplina, las mejores universidades los reclutan y los becan conforme a su desarrollo en las competencias colegiales.
LA VICTORIA ANTE EU
Desde 2014, cada dos años la Federación Internacional de Deportes Universitarios organiza el Campeonato Mundial Universitario de Futbol Americano, en el cual un total de cinco equipos conformados por deportistas colegiales representan a sus naciones y México es el actual tricampeón.
Pero la edición de 2018, que tuvo como sede la ciudad de Harbin, en China, quedará por siempre en la mente de Lalo Retana, ya que además de ser parte del roster que ganó el tercer título del mundo para el país, fue protagonista de una jugada de antología para cualquier wide receiver, anotar regresando de un kickoff del rival.
Si ganarle a Estados Unidos representa un gran mérito para cualquier selección en el mundo en un campo de americano, hacerlo con un regreso de 99 yardas lo vuelve increíble y así lo consiguió Retana, que justo cuando los estadounidenses vencían a los mexicanos, capturó un despeje y recorrió prácticamente todo el campo, esquivando rivales hasta hacer el touchdown, con lo que comenzó la remontada de los verdes que terminaron imponiéndose por marcador de 20 a 17.
“Es un recuerdo que tengo bastante arraigado, es de mis jugadas favoritas en mi carrera, siempre que la recuerdo se me pone la piel chinita, cuando recuerdo todo lo que pasó ese día, porque conocí un país diferente, gente diferente y, además, jugamos contra un equipo de Estados Unidos bastante bueno, es el mejor equipo contra el que se ha enfrentado una selección de México, entonces es algo que me hace sentir orgulloso de ser parte de la historia del futbol americano de México”, apuntó.
COVID FRENÓ PASO EN ARTILLEROS
Luego de terminar su carrera universitaria el año pasado, aceptó la oferta de jugar en el circuito “profesional” de futbol americano LFA en 2020, con Artilleros de Puebla, que tendrían su segunda participación en el torneo luego de debutar en 2019, pero ahora jugando en el estadio de la BUAP, por lo que pasó de enfrentarse a universitarios a hacerlo ante jugadores de experiencia y preparación diferente.
“El cambio de pasar de universitario a la LFA no se me hizo algo fuera de lo común, es un cambio más de categoría como a los que estamos acostumbrados a lo largo de la carrera, desde infantiles, juveniles hasta llegar a Mayor. Obviamente te encuentras a personas que tienen mucha más experiencia que tú, aunque llegas mejor preparado por todo el recorrido que has tenido”, señaló.
Su aventura con los cañoneros poblanos apenas fue de cinco partidos ya que, ante la contingencia sanitaria, la LFA decidió suspender la temporada dejándola inconclusa desde el 8 de marzo, por lo que se quedó sin jugar ni entrenar en lo que fue una pausa brusca, aunque el confinamiento no lo sufrió gracias a que supo ajustarse a las circunstancias.
“Estábamos en temporada, entonces fue algo brusco y repentino que se cancelara porque el trabajo que se estaba haciendo se vino abajo, de nada sirvió, porque no hubo un final, todo lo que habíamos entrenado y preparado, por lo que se nos hizo algo complicado de asimilar”,
“Pero ya con el confinamiento, busqué ajustarme, es importante que lo hagas, no es una normalidad como la conoces, debemos adaptarnos a cómo se está viviendo en el mundo. Soy una persona que disfruta de su tiempo, sea afuera o adentro entonces tomé el tiempo de confinamiento de buena forma, vivo con mi hermano (Gerardo) y una amiga, se nos hizo ameno porque no la pasé solo como tal, aunque no estoy entrenando diario, pero sí mantenga cierta actividad física en casa sin embargo no es el mismo trabajo de rendimiento”, apuntó.
LFA, SIN AUGE
Si a la LFA cuesta entenderla como una liga profesional es por las pocas garantías que ofrece y la muestra son los constantes reclamos de adeudos, además de los bajos ingresos, lo que orilla a los jugadores a tomar los juegos como un pasatiempo y buscar cómo generar ingresos por otro lado.
Alejandro Jaimes, comisionado de la LFA, reveló en una entrevista que cada equipo puede tener dos elementos ‘franquicia’, los cuales, supuestamente, reciben hasta 10 mil pesos mensuales, pero la realidad marca algo muy diferente.
Varios miembros del circuito han revelado en diversos espacios que los honorarios que reciben no son mensuales, sino por partido jugado, con montos que no rebasarían los 2,500 pesos, eso sí es titular, ya que si son del cuadro suplente, la cantidad obviamente es menor.
Estas peripecias tienen la contienda estancada y sin poder dar el paso de grandeza que necesita; empero, Retana confía en que a mediano plazo pueda corregir estos inconvenientes para que genere un auge que por ahora no tiene.
“Es un proyecto en crecimiento bastante bueno, que tiene mucho potencial, aunque sé que ha tenido algunos problemas y espero que los puedan corregir; sin embargo, aquí en México no estamos tan acostumbrado a seguir el futbol americano como a otros deportes, poco a poco está cambiando esta perspectiva, entonces la Liga no está teniendo el auge que esperaba, pero confío en que siga creciendo porque es un espacio para seguir practicando el deporte que tanto nos gusta”, señaló Eduardo Retana.