La Franja enfrentará a los diablos rojos de toluca, que se encuentran en cuarto lugar de la tabla
Pablo Guede recibió una nueva oportunidad al frente del Club Puebla para dirigir el próximo partido contra Toluca, aunque su permanencia en el cargo
está condicionada a un buen resultado.
La directiva camotera ya no está conforme con el rendimiento del equipo, especialmente después de la dolorosa derrota sufrida ante Pumas el viernes pasado en el Estadio Cuauhtémoc.
El resultado dejó a los poblanos con solo 8 puntos en 11 partidos y en la penúltima posición de la tabla de cocientes y lo obligaría a pagar multa.
La situación de Guede es crítica, ya que tanto la directiva como la afición esperan resultados inmediatos.
La derrota ante los felinos, un 1-3 que evidenció la falta de consistencia en el rendimiento del equipo, aumentó la presión sobre el técnico argentino.
A pesar de las dificultades, los jugadores salieron públicamente a respaldar a su entrenador, dejando claro que confían en su proyecto y en su capacidad para sacar al equipo de esta mala racha.
Sin embargo, el respaldo de los jugadores podría no ser suficiente si el equipo no logra mejorar su desempeño en los próximos partidos.
El Puebla se encuentra en una situación delicada, ya que ha mostrado un juego inconsistente y las expectativas sobre Guede, quien llegó al equipo con la esperanza de revertir la situación, no se han cumplido hasta ahora.
La urgencia de resultados positivos es evidente y la presión se incrementa con cada jornada que pasa sin que el equipo logre mejorar.
La afición camotera espera una reacción inmediata, y el partido ante los Diablos Rojos se presenta como una verdadera prueba de fuego para Guede y sus jugadores.
El tiempo para cambiar la historia es limitado, y la directiva del Puebla ya ha dado un ultimátum claro: si no hay victoria, será el fin de la etapa de Guede al mando del equipo.