Fany Martínez sueña en grande, quiere ser campeona del mundo y también anhela representar a México en los Juegos Olímpicos, metas que se gestaron en Acatlán, en donde su abuelito le despertó el amor por el boxeo. A sus 15 años de edad, la Golden Girl nunca le ha tenido miedo a nada, y cuando quieren amedrentara con críticas y discriminarla, ella hace oídos sordos y demuestra su valía arriba del ring.
Con sangre mexicana, de ascendencia polaca, pero nacida en Nueva York, tiene más de 100 peleas como amateur y recientemente se coronó campeona en Luisiana, ahora pide apoyo de autoridades nacionales para poder hacer su proceso olímpico rumbo a París 2024.
ORGULLOSA DE SUS RAÍCES
Desde Nueva York, Martínez platicó a Crónica Puebla sobre sus inicios en el pugilismo, deporte que conoció en Acatlán, municipio que es parte de la mixteca poblana y en donde está su familia paterna. Apenas tenía siete años y comenzaron sus ganas por emular a su abuelito, quien en la década de los sesenta fue boxeador.
“Inicié en el boxeo a la edad de siete años, mi abuelito fue boxeador en la época de los sesenta, él me enseñaba algunas cosas en recortes de periódicos de que fue boxeador y poco a poco me empezó a llamar la atención y le dije a mi papá que quería ir a un gimnasio de box, pero no me apoyó, así que le pedí a los Reyes Magos que quería ir a un gimnasio de box y así empezó la historia”, indicó.
Aunque nació en suelo estadounidense, Fany vivió desde los tres años en Acatlán y conoció la cultura y las tradiciones acatecas de las cuales está orgullosa y conoce a la perfección. “Mi abuelito era de Acatlán y me la pasaba mucho allá porque mi papá también es de allá, en pocas palabras mis raíces son acatecas, cuando es la fiesta de algún santo me gusta ir a rezar.
Desde chiquita estuve viviendo en México, a la edad de tres años me fui con mi papá, siempre me gustaba ir a ver a mis tías y visitar a lo alrededores, me encantaba ir porque era diferente, era algo más tranquilo, tenía amigos, me gustaba comer pitayas, comer el huaxmole”, recordó.
TUVO SU PRIMERA PELEA A LOS SIETE AÑOS
Pidió con tanto fervor el poder comenzar a entrenar que se le cumplió, pero ella nunca lo vio como un juego, pues apenas unos meses después de haber comenzado a practicar tuvo su primera pelea.
“Desde pequeña siempre he hecho las cosas muy formales, si voy a empezar algo es porque realmente me gusta y no me obligan, mi papá pensó que al llevarme a gimnasio algún día se me iba a pasar. Al momento que yo entro al gimnasio me sentí cómoda, pues el ambiente era algo que me gustaba, ver más personas entrenar, el entrenar, porque desde chiquita siempre he sido muy competitiva y me gustaba ir. Mi primera pelea la tuve como a los tres meses de que empecé a entrenar, recuerdo que fue con un niño, estaba súper nerviosa, no tenía short de box, no tenía botas de box, no tenía nada, me acuerdo que mi papá me compró un short pequeñito de mezclilla, unos tenis, unas calcetas blancas, una camiseta y así fue como peleé, y a pesar de no tener ese traje de pelea, ni los recursos para tenerlo, pues salí adelante y destaqué”, precisó.
TIENE MÁS DE CIEN PELEAS AMATEUR
Desde entonces, se ha dedicado a engrosar su récord a nivel amateur sumando más de cien peleas en ocho años de carrera, números que a su edad sorprenden, además de que en esta impresionante lista de combates, apenas tiene seis derrotas.
“Son como 115 peleas y nada más tengo 6 perdidas, las demás ganadas por nocaut, esto para mí es una motivación, pues a mi corta edad llevo una trayectoria y lo que falta. Cuando empecé estuve pelando con niñas, pero después no había niñas de mi peso, iba a funciones de box y pesaba 25 kilos y no había ninguna niña de mi categoría, entonces me decían que había un niño que estaba novato y a mí siempre me gustaba llevarme un trofeo a casa y la medalla del primer lugar, entonces agarraba las peleas y les ganaba”, comentó.
HA SUFRIDO CRÍTICAS Y DISCRIMINACIÓN
Sin embargo, uno de sus sinodales más complicados ha estado abajo del ring en esas voces que tratan de amedrentarla, de hacerla menos por su género.
“Hay críticas de que llevo tantas peleas y dicen que ni Canelo hizo tantas peleas, pero yo empecé desde chiquita y me foguea ba dos veces por mes, pues no es mi culpa ser peleonera, la gente busca por cualquier lado bajar tu estado de ánimo y quieren interrumpir mi sueño de ser boxeadora, de ser campeona, de ser olímpica y de que no cumplas tus sueños, pero aquí seguimos dándole”, explicó.
El boxeo le ha enseñado a cómo quitarse golpes, también la ha ayudado a tener la templanza para esquivar los comentarios que no le abonan en nada.
“Lamentablemente sí he sufrido discriminación, cuando era chiquita decían ‘¿apoco una niña chiquita mujer puede boxear?’ y obviamente me daba coraje, no me quedaba callada y yo en mis entrenamientos iba a demostrarles que como niña o mujer iba a destacar. Lo que quiero es ser una mujer representante del boxeo femenil, porque muchas veces ha pasado que porque ven que eres boxeadora, te ven con músculos en tus brazos y tu espalda te dicen que eres lesbiana, nada más porque estás fuerte y eres boxeadora, es aparte tu preferencia a ser boxeadora”, apuntó.
LA GOLDEN GIRL
Y como una orgullosa mujer, presume el sobrenombre que le puso su papá, la Golden Girl, un apodo que surgió un día que lo acompañó a su trabajo.
“Desde chiquita iba con mi papá a su trabajo, él ponía tablarocas y yo lo acompañaba, entonces le ayudaba a pasarle un desarmador y la herramienta, pero yo como era chiquita no sabía y yo le llevaba otra cosa, entonces con mi desesperación empujaba toda la caja para que él la agarrara y un día su jefe y vio esa reacción mía y dijo: ‘esa niña vale oro’ y mi papá dijo que sí, que era su ‘niña de oro’.
Al momento que yo entro al mundo del boxeo mi papá me preguntó que cómo quería que me pusieran, pero le dije que como sea, entonces mi papá recordó y dijo que sería la ‘niña de oro’, pero al momento que yo estoy creciendo y estaba a haciendo mi fanpage en Instagram, pues no había la letra ñ, así que decidí que fuera Golden Girl”.
QUIERE REPRESENTAR A MÉXICO, PERO CON APOYO
Su más grande sueño es llevar la bandera mexicana en la máxima justa deportiva como lo son Juegos Olímpicos, por lo que París 2024 es su meta.
“Uno de mis sueños que he tenido desde chiquita, desde que entré al boxeo es representar a México porque mi corazón es mexicano, es un país que vio mis comienzos del boxeo y de donde es mi papá, entonces a mí me gustaría ir por México, pero si no me apoyan y no me dan facilidades para hacer mis pruebas a foguearme con las otras peleadoras que quieren ir a los olímpicos pues será con el equipo que me apoye, ya sea Estados Unidos o Polonia, el país de mi mamá que hace tiempo me hicieron una invitación para ir a los Juegos Olímpicos”, indicó.
A su regreso a la Gran Manzana, no perdió el tiempo y siguió con su entrenamiento lo que le permitió competir en el Campeonato Nacional USA 2020, que se desarrolló este 2021 por la pandemia, y donde se erigió con el título.
“Por la COVID-19 el deporte bajó, ya no tenía competencias, los gimnasios estuvieron cerrados y sentí que estaba estancada por lo mismo que no había fogueo con otros estados, entonces decidí venirme a los Estados Unidos, yo soy americana por decirlo así, siempre he dicho que mi corazón es mexicano, pero aquí nací y decidí venirme, estaba entrenando y surgió la oportunidad de los nacionales, tuve tres semanas de preparación y gracias a Dios gané y ahora estoy destacada como la mejor boxeadora, la número uno en mi categoría”, dijo.
JACKIE NAVA, DINAMITA Y CANELO, SUS ÍDOLOS
En el peso minimosca dentro de la categoría de 15 años, no hay mejor boxeadora en Estados Unidos que ella, cuyos ídolos son Jackie La Princesa Azteca Nava, Juan Manuel Dinamita Márquez y Saúl Canelo Álvarez.
“Desde chiquita que veía los sábados de box me gustaba Jackie Nava porque era una excelente boxeadora, pegaba y se movía, era rápida; en el varonil Juan Manuel Márquez, desde chiquita también veía las peleas con Manny Pacquiao y era algo extraordinario y a pesar de que primero perdió, se preparó y ganó por nocaut después, así que de hombres él y Canelo, aunque tristemente hay mexicanos que lo critican y no ven el esfuerzo que ha hecho y como ha crecido como boxeador”, explicó.
DE VENDER EN TIANGUIS A ESTUDIAR ADMINISTRACIÓN
Stephanie Martínez Marczak se considera una estilista arriba del ring, y con esa forma de boxeo quiere ser campeona del mundo, pero también tiene otros anhelos y ahora sabe que estudiar en la universidad.
“En sí me gusta pegar y que no me peguen, velocidad y fuerza, sería como estilista, voy cambiando porque en una pelea sale una ganadora y tengo que trabajar con diferentes estilos, pero el que me encanta es estilista”.
“Me gustaría estudiar administración de empresas, desde chiquita también he sido emprendedora, cuando estaba en México teníamos una tienda de deportes y me gustaba atender a la gente, venderles productos, hubo un tiempo en el que vendí en los tianguis artículos deportivos cuando era día de Reyes y todo eso, así que no era una niña que le daba pena gritarle a la gente: ‘pásele, pásele’, siempre me ha gustado ser comerciante y me gustaría tener unas empresas o negocios”, recordó.
LUCHEN POR SUS SUEÑOS
Su historia es inspiración para cualquiera y justo esa es la imagen que quiere generar, por ende, manda un mensaje para aquellas y aquellos que, como ella, quieren desarrollarse en el deporte.
“Que luchen por sus sueños, que no importa lo que les digan, lo que piense la demás gente, que siempre se pongan metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo, que luchen para lograrlo, no va ser fácil, va haber piedras en el camino, pero tienen que saberlas esquivar y seguir adelante y a los papás que siempre apoyen sus hijos en el estudio y en el deporte, porque nunca saben si llegarán a ser grandes”, declaró.