La Arena Puebla volverá abrir sus puertas tras 17 meses de inactividad por la pandemia de COVID-19: el próximo lunes recibirá función del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).
Los aficionados deberán adaptarse a la nueva modalidad del el evento: sin cemitas ni lances de los luchadores y combates exprés.
En rueda de prensa, Benjamín Mar, administrador del sitio, recordó que el 9 de marzo de 2020 fue la función anterior.
“Fueron 17 meses en los que el recinto lució fúnebre, muy triste. El 9 de agosto será una función histórica para mí, una nueva etapa y forma de vida tanto para los luchadores como para los aficionados”, dijo Mar.
Sólo entrarán 637 personas, con pruebas anticovid de manera aleatoria a los asistentes.
Los espectadores estarán separados entre butacas y los luchadores tienen prohibido hacer vuelos y lances desde el cuadrilátero hacia la zona de ring side.
“Yo sé que la afición va a respetar sus lugares asignados, el protocolo de entrada; que ya no habrá vendedores en los pasillos de la Arena, no se permitirá el acceso de ningún alimento; la venta de cerveza y refresco será en un lugar fijo y sólo se venderá botana embolsada”, agregó Mar.
Puntualizó que, por determinación del CMLL, las primeras dos luchas de la cartelera dejarán de ser de tres caídas para disputarse en una sola caída sin límite de tiempo, con el objetivo de agilizar el evento.
El duelo estelar del lunes será un choque de tercias con Carístico, Místico y Volador Jr., por los técnicos, midiéndose a Último Guerrero, Gran Guerrero y el Templario, por los rudos.