Por: Jorge Luis Hernández / [email protected]
Ni más ni menos
El equipo de La Franja, sin lugar a dudas, se ha ganado el respeto –igual que su entrenador– de su afición, los otros clubes y los medios deportivos a nivel nacional, gracias a sus buenas exhibiciones, sin embargo, cuando de medir los alcances que este equipo puede y debe tener en actual torneo, comienza la división de opiniones.
Este Puebla, nos ha acostumbrado a verlo jugar bien al futbol en la mayoría de los partidos, todo con base en el plantel con el que cuenta. Poco que reprochar a la escuadra de Nicolás Larcamón, insisto, todo con medida al material humano con el que cuenta.
El éxito económico del proyecto del entrenador argentino al frente del equipo poblano ha sido tal, que han vendido una gran cantidad de jugadores –y a buen precio– a partir de la era del “padre de laburo”. Salvador Reyes, Omar Fernández, Santiago Ormeño, Javier Salas y Cristian Tabó son sólo algunas de las ventas que el Puebla ha hecho y en las cuáles ha recibido poco más de 30 millones de dólares, para sanear sus “deterioradas” finanzas de hace algunos años.
La emoción que el “Pueblota” –que es como le llaman algunos– ha transmitido a sus aficionados también ha provocado buenos réditos en las entradas del estadio Cuauhtémoc –sobre todo en los primeros dos torneos de Larcamón–, pues los seguidores camoteros se volvieron a ilusionar con su equipo, aunado al nuevo sistema de competencia que implementó la Liga MX, en donde clasifican 12 a la postemporada, situación que sin lugar a dudas hizo más atractivo el torneo, pues ahora, más que nunca, cualquiera puede ser campeón.
Sin embargo, las novedades pasan rápido y más cuando no vienen acompañadas de resultados diferentes y atractivos. Del Puebla y Larcamón, prácticamente ya se ha dicho todo, desde que el argentino es un buen entrenador –que lo es–, por sus números y forma de proponer en el terreno de juego, hasta que La Franja es un equipo aguerrido, de esfuerzo y estrategia, un equipo “luchón”, con entrega y orden.
Eso le ha significado la aceptación de propios y extraños, pero el hecho de ser un equipo guerrero, de combate y de sacrificio ¿satisfará a sus aficionados por siempre? La respuesta es obvia: no.
Los aficionados de La Franja, al ver al Cruz Azul y al Atlas campeonar después de muchos años de no hacerlo, claro que querrá ver al equipo lograr cosas diferentes, más allá de los buenos y sorpresivos papeles, los seguidores seguramente piensan en jugar una final y, ¿por qué no?, lograr el título.
Más allá de los deseos, están las realidades y los hechos, y estos indican que el Puebla obviamente no está siquiera en los cinco candidatos al campeonato en el Apertura 2022, vaya, difícilmente está en los primeros 10, pues hay mejores planteles, siendo frío y desapasionado.
Cierto, nadie le puede quitar a este grupo la posibilidad de soñar y hacer soñar a sus aficionados con levantar el título, pero lo que hemos visto del conjunto de Larcamón, hasta la fecha 7 del certamen, nos lleva a decir que el Puebla este torneo no llegará más lejos que en los anteriores.
A este equipo le faltó engrosar sus filas, dicho con todo respeto para el actual plantel, con todo y la llegada de Jozy Altidore, este Puebla necesita de más jugadores de calidad, de esos que definen los partidos en momentos importantes, de esos que son líderes y están acostumbrados a jugar finales.
Creo, sin dudar, que los aficionados se quedaron con ganas de ver anunciados a jugadores de ese calibre en el receso de torneo, pues sólo se anunciaron jugadores cumplidores, pero no de una calidad y experiencia que lleven al grupo a dar mucho más.
Eso lo sabe Larcamón, quien pidió a su directiva tres jugadores del corte que mencioné anteriormente, sin embargo, aquí entran los objetivos de las directivas, pues la camotera –que es comandada desde el Ajusco– decidió que se está trabajando bien así como están, es decir, sin gastar grandes cantidades y con la confianza en que el técnico pampero seguirá logrando que el equipo juegue bien, aunque sea por momentos, y que, gracias a ello, sigan vendiendo futbolistas a otras escuadras, ya con eso, se siente de gane.
Por eso este Puebla no cuaja. No es falta de ganas, tampoco tiene nada de malo el parado de Larcamón en cada juego, por el contrario, sólo que para que el pie de manzana salga bien, no solo hay que saber prepararlo, sino que se deben tener manzanas de calidad.
Por supuesto que no soy dueño de la verdad y mucho menos soy clarividente, pero hay cosas que saltan a la vista y, como dicen por allí: lo que se ve, no se juzga.
Al tiempo.
Quiero cerrar este espacio, mandando mis más sinceras condolencias a la familia de don Julián Haddad, atleta máster que rompió cualquier cantidad de récords haciendo abdominales, hombre deportista y con gusto por los deportes. Descanse en paz y vaya con Dios.