Tienen la vida que muchos añoran, les pagan por jugar el deporte más popular del mundo y además son famosos, pero los futbolistas también necesitan un aliado para mantenerse en un buen nivel o en los momentos complicados con las lesiones o problemas físicos que muchas veces frustran sus objetivos, es ahí cuando aparecen personajes como Rodrigo Medel.
Supo transitar el camino de las canchas, pero se dio cuenta que su vocación estaba en la readaptación física, por eso cambió los balones por los libros y se capacitó para convertirse en la actualidad en un coach que ayuda a diferentes jugadores del país, entre ellos, varios del Puebla de La Franja.
Su gran anhelo es permear en el futbol mexicano una filosofía con mayor profesionalismo respecto a los planes de rendimiento que permita a los jugadores acercarse a niveles top que los haga aún más competitivos.
DE LAS CANCHAS A LAS AULAS
Antes de ser coach, quiso ser futbolista y lo logró pues en un lapso de cuatro años, buscó trascender en las canchas con equipos como Orizaba e incluso Necaxa, aunque desde que estaba en esa faceta sus intereses ya comenzaban a centrarse en la capacitación física.
“Todo empieza siendo jugador de Segunda División en Orizaba y de Necaxa, estuve de 2010 a 2014 tratando de trascender, aunque desde ese entonces mi interés era ir por el camino del rendimiento desde la parte del jugador, del profesionalismo, de cuidarse, trabajar extra y buscar esa mejora continua, así terminé por darme cuenta que mis condiciones para ser futbolista en Primera División eran limitadas, entonces decidí emprender el camino del estudio y seguir en el futbol ayudando mucho al jugador en su forma física individual”, comentó.
A pesar de su corta edad, tomó una decisión muy madura, la de cambiar su sueño de ser el ídolo de las canchas, por el entrenador de esas figuras, por lo que dejó el empastado y se metió a las aulas para capacitarse.
“Empecé a estudiar, tengo la Licenciatura de Preparación Física, que es Performance Coach en una escuela de Estados Unidos, y la Licenciatura en Fisioterapia, porque tenía la idea de que para marcar una diferencia la preparación debe ser muy marcada, así empezó mi trascendencia en la parte escolar y la educación”, explicó.
Se desarrolló tan rápido que incluso antes de graduarse comenzó a trabajar con jugadores hasta que en 2017 pudo llegar con los de Primera División, que a pesar de todavía no titularse, en ese momento su conocimiento y sobre todo su convicción los convenció de contratarlo.
“Antes de salir de la universidad un amigo con el que jugaba en Aguascalientes me dio la posibilidad de trabajar, así comencé hasta llegar a trabajar con David Castro que es jugador del Atlético de San Luis, él fue el que me da la primera oportunidad en el ámbito profesional con su recuperación y a partir de ahí pues con las redes sociales, de recomendaciones entre ellos, empecé a meterme más, poco a poco a tener más participación con jugadores, llegó un momento que Mauricio Cuero, en ese momento jugador de Atlas, y Leiton Jiménez, en sus periodos vacacional me buscaban”, dijo.
CINCO AÑOS TRABAJANDO CON FUTBOLISTAS
Después de ese parteaguas, no dejó de crecer y evolucionar pues poco a poco se acercó a más jugadores con largo recorrido como Leobardo López, multicampeón con Pachuca, y otros nuevos pacientes que lo obligaron a capacitarse aún más.
“Desde entonces llevo cinco años trabajando con varios jugadores como Leobardo López, Jesús Paganoni o Gabriel Peñalba de Veracruz, y esa responsabilidad me hizo exigirme más por lo que comencé a capacitarme más, pues en esto de las ciencias del deporte surge material nuevo cada dos o tres semanas y tienes que estar actualizado, esa responsabilidad me hizo ir mejorando y no quedarme donde estaba”, señaló.
En ese lapso ha podido trabajar con más de veinte jugadores de diferentes equipos quienes le entregan la confianza para potenciar y mejorar la herramienta más valiosa con la que cuenta, su físico.
“He trabajado con un aproximado de entre 20 y 23 jugadores a lo largo de mi carrera en la parte física especifica individual, actualmente trabajo con quince jugadores con su rendimiento individual y en primera división con cinco, todos los demás son en liga de expansión, pero al final son gente con hambre que va hacia arriba y son jóvenes que quieren trascender”, apuntó.
Su labor ha llegado hasta elementos del Puebla de La Franja, como el juvenil Rodrigo Lajud o en su momento el argentino Cristian Campestrini, Alonso Escoboza, Christian Hobbit Bermúdez y el defensor Carlos Gutiérrez, a quienes ha tratado de no sólo mejorarlos en su estado físico, también en el motivacional.
“Siempre se lo trato de externar a los jugadores que cuando se trabaja siempre se va a tener resultados, la importancia de la mentalidad y de querer ser mejor, aunque también disfrutar el proceso, porque en el futbol siempre son resultados de ganar o ser campeón, y todos los equipos quieren eso, pero esa mentalidad te hace no disfrutar el proceso”, compartió.
QUIERE MAYOR PROFESIONALISMO EN EL FUTBOL MEXICANO
Más allá de seguir creciendo y que aun más futbolistas puedan confiar en él para ser su entrenador físico, Rodrigo tiene un objetivo primordial y es el de infundir en el balompié nacional una filosofía de mayor profesionalismo que le permita ser más competitivo.
“Uno de los objetivos desde que inicié es que el futbolista profesional tenga hábitos que les permita acercar al futbol mexicano a lo más profesional posible como el europeo, hay diferencias genéticas, pero creo que el trabajo debería ser similar, tenemos las capacidades, tenemos las herramientas para hacerlo y es uno de mis objetivos, que el jugador y no solamente el mexicano porque también me buscan extranjeros, pero sí acercar más el futbol mexicano en el plano físico a las innovaciones del futbol europeo, porque al final el futbol europeo nos lleva tiempo, hay una diferencia que se ha acortado más, pero nos lleva tiempo de diferentes proceso, ellos iniciaron mucho antes en la historia del futbol, y claro que acercarnos más a esa metodología que hay”, finalizó.