Por: Daniel Aguilar/ Twitter: @Danny_aguilarm
Desde un inicio fue así, lo sabíamos ante la situación mundial que se vive por la pandemia. Hoy, cada que vemos a un equipo saltar al terreno de juego nos preguntamos: cuánto más aguantarán las Grandes Ligas y si es el último juego de la actual campaña.
Ya esta temporada nos ha regalado ver la eterna rivalidad entre los Yankees y los Medias Rojas, un triple play, el debut de un pelotero azteca, batazos descomunales como los de Giancarlo Stanton. Y a pesar de todo, es inevitable pensar que eso podría ser lo último que vamos a ver de pelota en 2020.
Esta semana, leí una versión sobre la posible cancelación de la temporada y lo que implica. Pero es fácil, e inclusive, para mí es convincente. “Este año ya estaba muy avanzado y pintaba más para no tener pelota, pero hay beisbol, fue una orden presidencial y primero usan todos cubreboca antes que cancelar”.
No me parece una versión descabellada, ya que el mandatario de los Estados Unidos es un fiel fanático del rey de los deportes y que estén ahí bajo el riesgo que todo esto implica, es muy su estilo.
Suena a cliché, lo sé, pero creo que debemos disfrutar cada lanzamiento del mejor beisbol del mundo. Porque aunque lo tenemos, he leído comentarios negativos, como ejemplo más claro: personas quejándose de la regla de iniciar con corredor en segunda los extrainnings. Vaya, hay pelota, disfruta y que esas 108 costuras giren en el diamante sin que sea un motivo de molestia para ti.
Al tiempo, creo que no están haciendo las cosas mal. Pero es un enemigo en común al que todos debemos enfrentar.
KELLY, ¿HÉROE?
Ya lo había comentando en este espacio, el enemigo en común llamado COVID-19 se convirtió en el aliado perfecto de los Astros (equipo que últimamente llaman: Ascos de Houston).
Y llegó el momento, los lanzamientos al cuerpo de José Altuve y compañía, todos sonreímos al ver que cada acción representaba la molestia de los amantes al rey de los deportes.
Después, vino Kelly junto con los Dodgers y se armó la bronca: más allá de la burla, los insultos y las bancas vacías, llegó una ola de opiniones en redes sociales donde al lanzador lo llaman “héroe”. Llegó el castigo de ocho juegos en una temporada de 60, y la indignación se convirtió en protagonista.
Sabíamos que esto iba a suceder, y seguirá pasando, incluso pienso en el día donde Chapman se mida a Altuve nuevamente, sin embargo, ¿Kelly es un héroe? Pero qué no este lanzador fue parte del roster de los Medias Rojas campeones que fueron investigados por el mismo delito que Houston y que por eso su manager ya no está con ellos debido a todo lo que se venía.
No, Kelly no es un héroe, mucho menos el que los Dodgers necesitaba en este momento, él de por sí es así.
EL MAYOR DE LOS TESOROS
Quiero mandar un saludo a mi amigo Patricio Aguilar, que se ha tomado el tiempo de ser lector de la presente y sobre todo con quien puedo hablar de pelota por horas. Recientemente saqué de su caja, para tomarle una foto, el mayor de los tesoros que tengo: mi pelota firmada por Derek Jeter.
¿Cómo y por qué? Era el lejano verano de hace 17 años. El internet empezaba a estar al alcance de todos y terminé viendo souvenirs de las Mayores, particularmente de los Yankees.
Esa temporada, Roger Clemens había anunciado su retiro. Un suceso histórico, se iba (a mis ojos) el más grande lanzador de su generación.
Ya sé lo que piensas amable lector, pero para mí: Clemens, Bonds y hasta Alex Rodríguez se miden distinto en cuanto a la situación del escándalo.
Lo vi lanzar una joya ante los Mets en el segundo juego de la Serie Mundial del 2000 y eso nadie me lo quitará.
Navegando en la red y enamorado de lo que veía, le pedí a mi padre como regalo de cumpleaños una pelota firmada por el Cohete. La negociación era fácil: cumplir con mis estudios y en diciembre la tendría en mis manos.
Aquí les cuento lo que se están preguntando ¿por qué no la de Derek Jeter? Esa temporada, el campo corto había sido nombrado capitán del equipo, pero lo sabía, a DJ Yankee le quedaba toda una vida con el uniforme a rayas, sí, ya me había enamorado del beisbol luego de la jugada que nos regaló Jeter en la Serie Divisional frente a los Atléticos. Era simple, Clemens se iba, con el emblemático 2, podía esperar un poco.
Se cumplió el trato y papá lo mejoró, la joya no sólo tenía plasmado el autógrafo de Clemens, también del Capitán América, las del Núcleo de los Cuatro, completado por el unánime Mariano Rivera, Andy Pettitte y Jorge Posada. Del más grande manager que he visto Joe Torre. De todos los Yankees de 2003. E incluso del actual dirigente de los Bombarderos del Bronx y que conectó aquel espectacular cuadrangular frente al nudillero Tim Wakefield.
Los años y la historia hicieron más valioso ese recuerdo. Porque pase lo que pase, para mí nunca habrá un mejor pelotero en cuanto a ética, estética y profesionalismo dentro y fuera del terreno de juego que él. Podré hablar de muchos, pero siempre será mi Capitán, mi favorito y ejemplo: Derek Jeter.