Por: Luis David García/ [email protected] Tw:@ldgarcia_mkt
Las elecciones intermedias de 2021 le brindarán a Puebla la posibilidad de competir en los comicios con mayor participación ciudadana en la historia de México, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE) que prevé la participación de 94.8 millones de personas a nivel nacional, aumentando en 5 millones el número registrado en 2018.
En la entidad se disputarán los 217 municipios, además de 41 diputaciones locales y 15 federales, y los ganadores serán los que de mejor manera logren implementar en sus estrategias las nuevas tendencias de comunicación digital, la movilización electoral y los planteamientos para la ciudadanía que atiendan los efectos económicos y sociales, luego de la pandemia global ocasionada por el coronavirus.
Para estas elecciones, el factor de la comunicación digital y su correcta aplicación en las distintas plataformas disponibles será determinantes en las estrategias implementadas por los actores políticos, durante las próximas campañas. La migración a las plataformas digitales se aceleró a causa del confinamiento incrementando los tiempos de navegación en redes sociales en 42 por ciento, mientras que el consumo de noticias en plataformas digitales incrementó en 35 por ciento, según los estudios más recientes de distintas empresas tecnológicas durante los últimos meses.
Esto ha generado conductas y tendencias en el consumo y consulta de información irreversibles, así como un aumento drástico en la difusión de materiales a través de las mismas, que influyen de manera directa en los usuarios a la hora de tomar decisiones, así como el perfeccionamiento en el uso de estas herramientas, que permite la identificación de bots, cuentas y comentarios falsos, fake news y, también, simulación por parte de los actores políticos.
Quienes pretendan ser candidatos ganadores deberán de priorizar la comunicación digital como un mecanismo de trabajo indispensable para ganar elecciones, ya que el uso de internet y de redes sociales concentra la mayor proporción de nuevos votantes, jóvenes de 18 a 24 años. El segundo grupo de edad es de 12 a 17 años, que aunque no votan, influyen sobre sus familiares, mientras que en tercer lugar se encuentran los usuarios de 25 a 34 años.
Durante 2018, Puebla registró una participación electoral de 68.2 por ciento por encima de la media nacional de 63.1 y registró más de 3 millones de votos que hoy están cautivos en redes sociales, streaming y mensajería, por lo tanto, es ahí donde las propuestas tendrían una mejor posibilidad para circular.
Considerando estos aspectos, el factor digital será el principal actor en las campañas electorales ganadoras, con la interpretación estadística que lleve a una buena segmentación de contenidos, con la aplicación de elementos de atracción no invasivos y genuinos, basados en una correcta elección de temas bandera y palabras clave, una buena presencia en redes sociales, campañas de WhatsApp, y por su puesto la capacidad del llamado a la acción y movilización de simpatizantes que podrían disminuir, su ya escueta participación debido a los miedos latentes relacionados con la COVID-19.
Los aspirantes a los cargos de elección popular también se encontrarán con una crisis económica agravada por la COVID-19, con altos índices de desempleo, pérdidas humanas, ciudadanos con miedo, muy sensibles, cuya preocupación principal serán los temas referentes a la economía y a los aspectos de salud pública, que pueden llegar a ser más fuertes que el de anticorrupción y la falta de seguridad ciudadana. Por lo tanto, el discurso tendrá que cambiar, se necesitarán líderes empáticos, solidarios, que les garanticen la solución a sus problemas.
Estas tendencias de comportamiento y uso llevarán a la modificación de las campañas políticas tradicionales, si bien se desconocen los tiempos para la implementación de un semáforo verde en la llamada nueva normalidad y, con ello, la reactivación social de manera total, los eventos masivos para mostrar músculo y capacidad de convocatoria tendrán que esperar, pues estas acciones podrían representar un riesgo sanitario ante la constante posibilidad de un rebrote de contagios.
Por lo tanto, el factor de movilización será otro ingrediente que se deberá tomar en consideración. En tanto no existan condiciones, hay un tema fundamental, y es que se tiene que sacar de los planes todo lo que sea trabajo de tierra. Cero caminatas, cero batucada, caravanas y por supuesto, ningún mitin. Básicamente ese componente tan importante que hace sentir el calor de la campaña política podría desaparecer o será menor, debido a las condiciones actuales de la llamada nueva normalidad.