Por: Daniel Aguilar / Twitter: @Danny_aguilarm
2, 2 y 2
A mis ojos, es el jugador más diferente que ha visto nacer la pelota en los últimos 10 años. Un dato curioso para alguien que tendrá admiración hasta la eternidad por Derek Jeter, quiero aclarar que jamás los voy a comparar.
Esta semana, mientras el Glorioso se media a la Novena Verde se dio uno de los momentos que sí, ya esperaba, tenía que suceder. Y no estoy señalando ni justificando la actitud de ambos equipos; lo esperaba porque al final para alguien que siente el beisbol de esa manera, se tenía que dar.
Lo vi debutar en 2013 en el mejor beisbol del mundo, los pocos videos que hay de él jugando en la isla y las innumerables referencias que dio Diablos Rojos, luego de mostrarlo al mundo, me hicieron saber que el cubano era especial.
Para los puristas, la manera de jugar de Yasiel va en contra de lo establecido, “el beisbol es para caballeros”, he escuchado muchas veces, y sí, pero siempre que llega alguien a hacer algo diferente en el sistema, piensan que va a atentar contra lo ya establecido, este no es el caso. Verlo correr por los senderos y lanzar desde los jardines lo pusieron rápido en el mapa. Actitud es una decisión.
Se leía en el club de house de las Rayas cuando llegaron a la Serie Mundial de 2008, y sí, ese ha sido el argumento con el que sus detractores han obtenido material cada que Puig salta al terreno de juego. Que si el ejemplo, que si el respeto a la pelota, que si los niños. Por Dios, hoy en día hay pequeños en ligas infantiles emulando al campo corto de San Diego.
No justifico los golpes, la violencia no deja nada bueno, pero el que suceda habla de la manera de jugar de Yasiel. Un jugador diferente, que tardó en entender el proceso de un equipo, las jerarquías, el respeto y todo aquello que conlleva el portar un jersey, sobre todo el de los Dodgers.
Me tocó verlo correr las bases a su antojo, ignorando señales e incluso gritos del coach en tercera. Deslizarse creyendo que estaba a salvo, pero el umpire marcaba out.
Nadie le gana a la bola, pensé, y este hombre está mal de la cabeza. No lo reprobé, sólo era uno más cumpliendo el sueño que todos tuvimos de pequeños. Jugar en el gran show y disfrutarlo, a su manera. Tirarle a la bola cuando el librito te marca aguantar, ese tipo de cosas, que creo que sigue haciendo, a Yasiel le vi muchas de esas cosas para señalarlo y reprobar sus acciones, sin embargo, también lo vi ser presentado en un Juego de Estrellas y recibir los aplausos de una manera que sólo sus ojos lo pueden describir, él estaba ahí.
Un niño probablemente cumpliendo uno más de sus sueños, estando junto al astro del futbol Cristiano Ronaldo lanzando la bola y también dominando el balón, algo que no se ve todos los días y que Puig lo hacía porque simplemente, insistiré con esta palabra, es diferente. No, no justifico su actitud en el puerto.
En el Clásico de Octubre frente a los Patirrojos, cuando probablemente el equipo dirigido por Roberts tenía una pequeña oportunidad de regresar en la serie, Yasiel fue el que comandó el ataque con un cuadrangular espectacular, que incluso hoy en día eriza la piel, lo había hecho. Luego de eso Dodgers no pudo, pero bueno, si de faltar al respeto se trata Dave Roberts lo ha hecho con creces a todo el mundo del beisbol.
Esta semana Puig simplemente jugaba beisbol, no voy a señalar a Pericos porque al final pudo ser contra otro equipo, los golpes están demás, sé que generan violencia. Al final sólo es parte de la manera en que él hace la pelota, la pasión que le pone y eso no la ha tenido incluso el referente de los Ascos en Houston que prefirió recurrir a la trampa.
Yasiel Puig es un jugador diferente, por algo estuvo en las Ligas Mayores, su talento no está en duda, hace unos años lo veía tan cerca de Harper y Altuve como la cara del beisbol. Se quedó cerca del premio al Novato del Año, tristemente quien lo ganó tuvo un desenlace no muy bueno; y no hablo del accidente.
Hoy está en el Águila, no como un castigo, sus demonios personales los debe resolver él, la fanaticada del Glorioso es privilegiada al tenerlo. ¿Lo quieren crucificar? Sus actos de violencia tendrán la consecuencia que daban tener, punto.
Veo a pequeños tomando la actitud de Tatis y tal vez de eso no se hable, porque no daña a terceros directamente; al final sólo es un tema cultural complicado. No le aplaudiré lo sucedido ante Pericos, mucho menos porque es la novena que sigo desde pequeño.
Tampoco señalaré que “por algo está aquí”, el Águila y la LMB no son un castigo, son un trampolín para un día volver por esa revancha. Que lo escriban con letras grandes, él jugará nuevamente en las Mayores, porque Yasiel siempre será: un jugador diferente.