Por: Diana López Silva
La variante delta del virus SARSCOV-2 causa terror entre la población joven que se alista para el regreso a clases presenciales en agosto, debido a que es más letal con menores de 30 años, según las autoridades sanitarias.
De forma unánime, jóvenes entrevistados consideraron que no hay condiciones para el regreso presencial a clases. A pesar de que extrañan los planteles, a sus compañeros y la vida académica, opinaron que una tercera ola con la variante delta podría causar mayor número de defunciones por COVID-19.
MIEDO A VARIANTE DELTA
Los estudiantes señalaron que los planteles no cuentan con las condiciones higiénicas para evitar contagios. Por el lado social, señalaron que la gente omite las medidas de contención, pues no hay una cultura consolidada para enfrentar una nueva normalidad.
Expresaron preocupación por la letalidad de la variante delta, la cual ya está en Puebla. Por ello, se pronunciaron a favor de mantener el sistema escolar virtual o mixto voluntario.
“Más que nada, porque aún no es seguro”, dijo Jesús Juárez. Luis Armando Mendoza coincidió en que no hay condiciones para el regreso presencial, por lo que, aunque el sistema en línea no es eficaz pedagógicamente, considera que es una opción segura.
Karina Fernánez expresó preocupación por la variante delta y su letalidad en jóvenes. Señaló, además, que hay muchos infectados asintomáticos que podrían propagar el virus en las aulas y en sus casas. Por ello, a pesar de los inconvenientes del sistema en línea, dijo preferirlo, para evitar muertes. Esta semana, la SEP de Puebla anunció que analiza un regreso a clases presenciales razonado y voluntario.
TERCER LUGAR EN MUERTES
De acuerdo con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SiAún no hay condiciones para regreso a clases: estudiantes pinna), Puebla se ubica en tercer lugar nacional con más menores fallecidos a consecuencia de COVID-19, sólo después de Estado de México con 92, y Baja California con 43.
Se trata de 41 defunciones registradas hasta el pasado 11 de julio. El mayor número de fallecimientos corresponde al grupo de edad de cero a cinco años, con 18 decesos, seguidos por 15 casos de 12 a 17 años de edad y ocho en edad de seis a 11 años.
REGRESO A NARANJA
Puebla regresó a semáforo naranja ante el incremento de casos, al registrar 317 contagios y 12 muertes durante el fin de semana, con lo que acumula más de 88 mil 800 contagios, más de 200 hospitalizados y está próximo a los 13 mil fallecimientos.
Ante la tercera ola de contagios, la directora del Centro de Investigación Biomolécular de la BUAP, Lilia Cedillo, alertó que la variante delta está atacando a menores de 30 años que no están vacunados, por lo que señaló que no se deben relajar las medidas de contención. Alertó que esta variante es más resistente a la intemperie que el resto de las cepas, lo que la hace más contagiosa. A lo anterior se suma que no todas las personas están vacunadas.
Por ello recomendó a las personas acudir a las jornadas de vacunación estatales, ya que, a pesar de que el fármaco no tiene resistencia total a la nueva variante, “sí salva la vida”.
Vacunación, la única salida a la pandemia
Elena Soto Vega, profesora investigadora de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Anáhuac, Puebla, explicó que las vacunas son unas de las herramientas de la medicina que más vidas han salvado a lo largo de la historia.
El objetivo de las vacunas contra el SARS CoV-2 es generar una respuesta inmunológica que produzca anticuerpos capaces de neutralizar al virus, así como generar una respuesta de memoria rápida, para evitar que el virus desarrolle la enfermedad. Señaló que en México existen siete vacunas aprobadas, que cumplen las características fundamentales de seguridad y eficacia.
En relación con el temor expresado por personas que se niegan a vacunarse, la especialista explicó que todas las vacunas que se aplican en el mundo pueden presentar efectos adversos; en el caso de las vacunas contra el SARSCoV-2, los efectos adversos reportados son dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos o fiebre.
Pero, dado que aún no Vacunación, la única salida a la pandemia existe un tratamiento para el COVID-19, la vacunación es fundamental para proteger a la población de mayor riesgo. Mencionó que se deben conseguir tasas de vacunación de 80 a 85% en la población, para que el virus no circule, al lograr la inmunidad de rebaño. Alertó que el principal riesgo lo representan aquellos individuos que no quieren vacunarse, quienes cuestionan la velocidad con la que se desarrollaron las vacunas.
“Hay que considerar que es el esfuerzo más grande de la historia entre universidades, farmacéuticas e investigadores de todo el mundo trabajando en conjunto, y que la velocidad de desarrollo no compromete su seguridad ni su calidad”. Exhortó a la población a no prestar atención a las campañas malintencionadas de desinformación, ya que, si bien la inoculación tiene algunos efectos adversos, son muchas más las vidas que salva. Vacunarse, dijo, es un acto de solidaridad y responsabilidad para resolver un problema global.