Ni más ni menos
Jorge Luis Hernández [email protected]
EMPIEZO CON
El gran reto de Sergio Checo Pérez en su nueva aventura en la Fórmula 1, ya que su más que merecida llegada a una escudería con la categoría e importancia que tiene RedBull Racing, marcará sin lugar a dudas un antes y un después en la vida del piloto mexicano.
Vaya que 2020 fue un año lleno de contrastes para Checo, desde su positivo por COVID-19 –como muchas personas en el mundo– hasta conquistar su primera vuelta en el gran circo del automovilismo. El piloto jalisciense fue criticado más no poder por periodistas especializados, coequiperos e incluso, directivos de su otrora escudería, Racing Point, ¿el motivo? El hecho de que Sergio no podía llegar más allá de los puestos siete y ocho en las diferentes sedes, sin importar cuánto lo buscara; por eso muchos de sus detractores –que hoy paradójicamente se detractan de sus dichos– cuestionaban el talento de Sergio en las pistas, poniendo incluso por delante un “si con todo mundo en su equipo, Checo tiene problemas, será por algo”. Sí, las peores críticas hacía Pérez eran de periodistas mexicanos, quienes lo señalaban y calificaban de un “piloto mediano” e irresponsable, ya que suele hacer viajes constantes a Jalisco para visitar a su familia, o a Ciudad de México para acudir a los juegos de su equipo de futbol favorito, el América, situación que no era del agrado de los ‘especialistas’.
Luego llegó su lamentable positivo por el nuevo coronavirus y, bueno, algunos señalaron que, con ello y sus diferentes altercados con diferentes miembros de su entonces escudería, prácticamente era el adiós de Sergio en la Fórmula 1, pero, ¡oh, sorpresa! el piloto mexicano no solo retomó su nivel, sino que lo mejoró, a tal grado que conquistó su primer premio en Sakhir, logro que lo catapultó y lo puso en la órbita de una escudería de tradición ganadora como RedBull Racing, además, posicionado como el cuarto lugar del mundo, sólo por debajo de ‘monstruos’ de la F1 como Lewis Hamilton, Valtteri Botas o su ahora coequipero Max Verstappen, así es, el mexicano cerró el 2020 en el Top5 de los pilotos de la Fórmula 1.
Ahora sí, señores, enciendan sus motores porque Sergio ha llegado a una escudería que exige logros y, a sus 30 años, Pérez está más que preparado para ello.
SIGO CON
Cruz Azul y sus ‘cruzazuleadas’.
Cuando parecía que La Máquina podía, por fin, terminar con tantos años de sequía de títulos de Liga, volvieron a poner en práctica ese ‘verbo’ nuevo, propio, que no es del agrado de los miles de seguidores de los celestes, pero que se han ganado a pulso con el tiempo: Sí, la volvieron a ¡cruzazulear!
El equipo que dirigía Robert Dante Siboldi daba muestras de buen futbol, un equipo sólido línea por línea, que se llevó una copa en pretemporada, con un delantero ‘encendido’ como Jonathan Rodríguez, campeón de goleo en el Guard1anes 2020, tenía todo para trascender y acabar con todos sus fantasmas de una vez… pero no, una vez más el Cruz Azul terminó decepcionando a sus aficionados, tanto en la Liga MX, como en la Concachampions.
Cómo estará de mal la situación en el cuadro de la Noria, que ahora reciben palabras de ‘aliento’ por parte de sus rivales (América, Chivas, Rayados), que los periodistas buscan una explicación al desastre deportivo poniendo en tela de juicio la honorabilidad de futbolistas y directivosbueno, los directivos de la máquina si han dado motivos para ello-, cómo estará de feo en panorama en los azules, que aficionados buscan explicaciones del mal desempeño de su equipo en la brujería, maldiciones y demás sortilegios.
Sí, todo mundo se pregunta: ¿es en serio que esto puede pasar? Y si es así, ¿por qué sólo al Cruz Azul? Si usted aún se considera seguidor de La Máquina le digo, todo lo que le ha sucedido a su equipo tiene explicación y se resume en dos conceptos: malos manejos administrativos y malas decisiones en la parte deportiva.
No hay más, no crea lo demás, y lo malo es que no hay para cuando mejore ese panorama, porque la Familia Álvarez se ha rodeado de gente nociva para el club, en todos los ámbitos, y así será muy difícil.
TERMINO CON
El entrenador del Puebla, Nicolás Larcamón, y su armado de equipo para el Clausura 2021 ahí va, ahí la lleva, con lo que le están permitiendo. Me dicen mis ‘antenas’ en La Franja que en realidad el técnico argentino se la está creyendo, es decir, está buscando jugadores que busquen oportunidades y revanchas en el futbol ¿le suena familiar esa fórmula? Pues así trabaja Larcamón también.
Colegas de Chile, país donde ha hecho la mayoría de su carrera, me comentan que el profe es un estudioso de la mente humana, así como lo lee, es un entrenador que más allá del futbol acude a las fibras sentimentales de sus jugadores.
¿También le recordó a alguien? Eso no quiere decir que no sea un apasionado del futbol, pero más allá de lo que implica la táctica y la estrategia, Larcamón siempre pedirá que su equipo se mate por cada balón y, como serán un plantel que buscará hacer mucho con poco, va por jugadores que tengan hambre de trascender e ir más allá de la media tabla, por lo menos –me dicen– este Puebla ‘morirá de algo’. Al tiempo.