El karate ha permitido la hermandad entre Tecamachalco y la ciudad japonesa de Onjuku, una relación que este 2023 cumplirá diez años de existencia y que ha permitido que doce jóvenes tecamachalquenses hayan viajado al lejano oriente para no sólo desarrollar el arte marcial, sino para estudiar y ampliar su panorama.
El vínculo entre este distrito ubicado a unos 40 minutos de la capital poblana, con la localidad nipona se remonta al siglo XVII cuando se presentó un hecho histórico, aunque fue en el 2013 que gracias a las gestiones de Julio Fernández comenzó el intercambio cultural y deportivo.
Con 35 años practicando el karate do, Fernández ha sido el impulsor para que varios jóvenes de la región hayan conocido de cerca la cultura japonesa, pero, además, ahora será un japonés el que esté en Tecamachalco conociendo la idiosincrasia mexicana.
HISTORIA DE UN NAUFRAGIO
Julio Fernández contó a Crónica Puebla que si bien son más de 14 mil kilómetros los que separan a ambas ciudades, fue en 1609 cuando Tecamachalco y Onjuku, ubicada en la península de Boso, prefectura de Chiba,
a hora y veinte minutos en tren desde Tokio, se hermanaron debido al naufragio del tecamachalquense don Rodrigo de Vivero.
“El hermanamiento entre Tecamachalco y Onjuku surge por un hecho histórico porque en 1609, don Rodrigo de Vivero, oriundo de Tecamachalco, naufragó en las costas de Onjuku, donde un grupo de pescadoras salvaron a 317 de los 373 navegantes que cayeron ante una tormenta descomunal. Los marinos fueron llevados ante el Daimyo del castillo de Otaki, Leyasu Tokugawa, que no sólo los recibió, sino también ordenó que se construyera una embarcación para que pudieran regresar a la Nueva España”, comentó.
Después de prácticamente salvar la vida, Rodrigo de Vivero inició relación con Onjuku para tratar de unir a los imperios japonés y el de la Nueva España. Sus restos descansan en el Convento de San Francisco, en Tecamachalco.
“Gracias a la generosidad y solidaridad de este pueblo y a la habilidad política de don Rodrigo de Vivero, iniciaron las relaciones amistosas y comerciales entre Japón y la Nueva España, por medio del cual se establecieron relaciones diplomáticas entre ambos imperios. Don Rodrigo de Vivero y Aberruza murió a los 72 años, en 1636. De acuerdo a su última voluntad registrada en su testamento, fue enterrado en la bóveda que se encuentra bajo el altar mayor del templo del Convento de San Francisco en Tecamachalco”, indicó.
400 AÑOS DESPUÉS
La figura de Julio Fernández aparece en el 2009, cuando aprovechando la visita de una comitiva japonesa a Tecamachalco para conmemorar los 400 años del naufragio, inició gestiones para poder revivir la hermandad.
“En 2009, una comitiva desde Japón llegó a Tecamachalco para dejar una ofrenda por los 400 años del hecho histórico.
Ahí fue que yo me empecé a relacionar con funcionarios de allá respaldado de mi actividad en el karate do que lo he hecho casi toda mi vida”, señaló.
DOCE INTERCAMBIOS EN DIEZ AÑOS
Fue en 2013 que en su viaje a Osaka al Mundial de karate, un tecamachalquense volvió a pisar Onjuku, como sucedió en 1609.
Fernández firmó un convenio para que jóvenes del municipio viajaran a la Universidad Internacional de Artes Marciales.
“En 2013 fuimos con seis karatecas de Tecamachalco al Mundial en Osaka, de ahí nos movimos a Onjuku en donde nos recibió el alcalde y ahí firmamos el hermanamiento. A partir de ahí comenzamos a mandar jóvenes del municipio a la Universidad Internacional de las Artes Marciales. Primero fueron estancias cortas, de algunos meses, pero después ya nos brindaron una beca de un millón de pesos para que los jóvenes pudieran estar un año y cubriera su hospedaje, alimentación y la colegiatura porque es una universidad muy cara, entonces el chico solo tenía que pagar su boleto de avión”, precisó.
POBLANA JUGARÁ FUTBOL EN JAPÓN
Desde entonces, han sido 12 jóvenes de Tecamachalco los que han estado en Japón, todos yendo a practicar el karate. Sin embargo, para este 2023, en el marco de la primera década de intercambios, Mayte López será la primera que viajará al lejano oriente para practicar un deporte diferente: el futbol en la ciudad de Yokohama.
“Por primera vez en este 2023, una tecamachalquense irá a Japón para practicar otro deporte que no es karate, Mayte López irá a jugar futbol en Yokohama. Es egresada de la Facultad de Idiomas de la BUAP y la comunicación no será ningún problema, porque habla inglés y japonés”, explicó.
ATLETA OLÍMPICO ESTARÁ EN TECAMACHALCO
Por su parte, Tomoyama, atleta que estuvo en los Juegos Olímpicos de Tokio, cumplirá el primer intercambio de la historia proveniente de Japón para el municipio poblano, un hecho que beneficiará aún más la relación entre países.
“El intercambio también ya será de Japón a Tecamachalco, ya que un joven que participó en los Juegos Olímpicos de Tokio estará un año en el municipio donde recibirá educación y sobre todo cultura de lo que es el país. La aspiración es que se pueda quedarse en el país y que alguien lo contrate como entrenador deportivo”, finalizó.