Wendy Reyes sabe cuánto cuesta levantar una medalla de oro y erigirse como la mejor halterista sub 23 de todo el país, pues en esta edición de los Juegos Nacionales Conade que se celebran en Sonora, se coronó campeona al levantar un total de 208 kilogramos.
Si bien nació en Xalapa, es una orgullosa representante de Puebla, estado al que lo ha llenado de preseas, aunque la que consiguió esta semana fue muy especial porque le da el empuje para seguir aspirando a su gran sueño, ir a unos Juegos Olímpicos.
“Fue una competencia que disfruté mucho, era algo que me venía proponiendo desde hace mucho, sabía que este iba a ser mi año, lo prometí y lo cumplí, ahí está la medalla de oro, ya no quise presionar con marcas más arriba porque sabía que con ese peso ya la tenía ganada”, dijo en entrevista exclusiva con Crónica Puebla.
CAMPEONA NACIONAL ABSOLUTA
Si bien ya había sido campeona juvenil, además de llevarse todos los méritos en torneos como el Nacional del Pavo, ahora ha alcanzado la gloria máxima para una pesista de su edad dentro de la categoría de 86 kilos y lo hizo con toda autoridad.
En su presentación levantó 91 kilos de arranque lo que la colocó como la campeona absoluta, mientras que en envión logró elevar 117 kilogramos, haciendo un total de 208 kilos con los que se impuso con holgura a las participantes de Baja California y Sonora que conjuntaron 192 y 180 kilos, respectivamente.
“Después del primer levantamiento ya no me quise aventar más al ruedo porque ya no tenía más competencia, ya me había quedado solita. Al principio sí me puse muy nerviosa, me estaba entrando la ansiedad en arranque, pero me tranquilicé, visualicé todo el trabajo que ya había hecho y que ya sólo tenía que aplicar la técnica y fuerza que he desarrollado, los levantamientos estuvieron muy bien, muy bonitos”, declaró.
ESTA MEDALLA ES PARA PUEBLA
Debido al poco apoyo económico que había en Veracruz, Wendy fue consciente que para triunfar tenía que dejar su casa y por eso con 17 años de edad, llegó a Puebla acompañada por su entrenadora.
“Llegué a Puebla en 2017, ya que por falta de recursos en Veracruz tuve que venirme para acá. Venía con mi entrenadora, originaria igual de Xalapa, y nos acoplamos con el grupo de halterofilia que estaba aquí, así que me hice parte del grupo y aquí estoy, porque Puebla se ha convertido en mi hogar”, indicó.
Por eso ahora, a sus 21 años de edad, la presea que consiguió y que se convirtió en la doceava aurea para la delegación de la Angelópolis en esta edición de los Juegos Conade, se la dedica al estado que adoptó y a todos aquellos que la han apoyado.
“Estoy muy orgullosa de este resultado, el subirme al podio era algo que ya me esperaba, fueron sensaciones encontradas, porque me llené de ganas de llorar, pero también de felicidad, saber todo el trabajo que me ha costado y que aun así lo logré, es un resultado muy grande y que es para Puebla por todo lo que me ha dado, para mi entrenadora, mi familia y todos los que no me sueltan y me impulsan para que siga siendo la mejor”, dijo.
AREMI FUENTES, UN EJEMPLO A SEGUIR
Wendy siempre estuvo cerca del deporte, antes de levantar pesas practicó gimnasia, taekwondo e incluso practicó futbol, pero a la edad de 11 años, por una casualidad, conoció el que se ha convertido en la disciplina de su vida.
“Yo inicié en el deporte a los seis años, mis papás siempre me tuvieron en el deporte, primero estuve en gimnasia y de allí en taekwondo y futbol, pero de pura casualidad el gimnasio de halterofilia estaba frente a mi casa y decidí ir a ver, me hicieron pruebas y la verdad me gustó mucho, había muchas niñas y veía que levantaban mucho peso y me emocionaba porque quería levantar como ellas y ser campeonas como ellas y decidí quedarme, eso es por ahí de 2012 o el 2013 cuando inicié, yo tenía 11 años de edad”, comentó.
La felicidad que ahora la invade y que asegura le durará hasta que termine el año, la convertirá en motivación y energía para seguir trabajando para alcanzar sus objetivos, como son el perfilarse para clasificar a unos Juegos Olímpicos y pelear por una medalla, como Aremi Fuentes lo hizo en Tokio 2021 o la inolvidable Soraya Jiménez en Sídney 2000.
“Como todo atleta mexicano quiero representar a México, estaría encantada y orgullosa, prepararme para los siguientes Juegos Olímpicos es mi próxima meta y por el momento serían para Los Ángeles 2028. La verdad orgullosa de ella (Aremi Fuentes) veía que nadie creía en ella y pues dio lo mejor de ella y está hecha a lo mexicano y por eso estoy orgullosa porque como todo deportista queremos estar en un podio olímpico y ella lo ha logrado a su corta edad, bastante el trabajo que ha hecho con su entrenador”, finalizó.