Por: Daniel Aguilar/ Twitter: @Danny_aguilarm
2, 2 y 2
En “la pelota” es bien conocida esa historia, el sueño de todos los que jugamos beisbol: lanzar la novena entrada del séptimo juego de la Serie Mundial. Excepto, claro, para los actuales cerradores de las Ligas Mayores.
Creo que muchos vivimos de manera diferente aquel día, el 26 de septiembre de 2013, cuando Andy Pettitte y Derek Jeter salían de la cueva de los Yankees para jalar con la grúa y concluir así la exitosa carrera de Mariano Rivera, todos aplaudimos, nos emocionamos y hasta lloramos porque se iba el más grande cerrador de la historia.
Sin embargo, no dimensionamos lo que estaba sucediendo, no sólo se iba el mejor en su posición, se iba el último lanzador al cuál podías confiarle el noveno rollo con fe ciega… Y aún así, Rivera también llegó a fallar.
Sigue existiendo la estadística de los juegos salvados, de unos años para acá se volvió muy importante también la de los holds –mantener la ventaja–, pero a mí nadie me va a venir a decir que hoy en día hay un cerrador dominante, luego de haber visto lo que logró el unánime panameño durante su carrera.
Los fanáticos del equipo que más triunfos logró esta campaña odian a Jansen, no quieren a cerrador, si de por sí no soportan a su mánager, súmenle que debe llamar a culminar el juego a un lanzador que los ha puesto más que nerviosos y, sobretodo, les ha hecho pasar corajes constantemente.
Podemos irnos más atrás y habrá quien diga que los pitchers antes tiraban toda la ruta, que los 100 lanzamientos no era algo de qué preocuparse y que el cerrador a veces ni se necesitaba. Y sí, pero hoy el beisbol se ha adaptado a que el bullpen debe ser sólido de principio a fin, desde relevistas largos hasta taponeros.
“Ya no hay buenos cerradores”: ha dicho mi hermano, al principio creí que era su punto de vista y luego lo confirmé. Mis amigos Raymundo, Rames y mi papá lo han dicho, se enojan y saben que más allá de la pasión por sus equipos, llega a parecer hasta broma que suban en la novena entrada a alguien que no es garantía.
Ni siquiera el equipo dinastía de Bruce Bochy tuvo en tremendo cerrador en los tres títulos mundiales que consiguieron. En los dos primeros, Brian Wilson y Sergio Romo tuvieron esa responsabilidad, y la escasez de un dueño del último inning llevó a la lomita a Madison Bumgarner. Propiamente ahí nadie lo iba a mover, pero un apaga fuego nato no tenían.
Es ahí donde también se dejan escuchar los aficionados del Rey de los Deportes con la frase: “Si estaba tirando bien ¿Para qué lo sacó?”. Probablemente la respuesta que daría todo mánager es que el preparador hizo su trabajo ya y además hay jerarquías, por lógica, entra el cerrador… Pero echa a perder todo.
Lo que hemos visto con Chapman de los Yankees en años consecutivos va más allá, el “Misil Cubano” ha llegó a fallar incluso en la Serie Mundial. Lo curioso es que Cachorros lo había llevado precisamente para eso, para apagar el fuego y que el noveno ya no fuera una preocupación para el mánager, tristemente el velocista no ha hecho el trabajo, pero no sólo es él y Jansen, seguiremos viviendo en tiempos donde bajar la cortina ya no sea tu carta de presentación sino sólo sacar outs un día y mañana veremos qué pasa.
“ASCOS”, CON LA MESA PUESTA
Hoy estará arrancando la Serie de Campeonato del Joven Circuito y por cuarto año consecutivo la novena de Houston dirá presente. Sin embargo, ¿qué tan justo es? Y son muchas cosas las que se vienen, desde su participación hasta si deben ir al Clásico de Octubre.
Lo manifesté en la primera edición de esta columna, Houston le faltó al respeto a todos, a los fanáticos, a sus colegas y, lo más triste e importante, la faltó al respeto al beisbol.
La vida se encargará de darles ese merecido. Los demás equipos, por su parte, se han limitado a golpearlos tanto físicamente como moralmente. En este momento están a cuatro triunfos de un puesto que para muchos es injusto, hicieron trampa e irónicamente están ganando bajo la duda de todos.
Correa ha desatado la furia de muchos y la inconformidad de otros con sus declaraciones, y sí… tiene razón, todos queremos verlos perder, pero del otro lado de la moneda está el que ellos, tras el error, quieren demostrar que pueden hacerlo y –siendo sinceros– el talento deben tenerlo sino nunca habrían llegado a ese nivel para jugar en el “Gran Show”.
Ante esto, mi punto siempre será que es injusto, siquiera, que estén jugando. Ya no hablo del ganar y si merecen esa oportunidad de limpiar su nombre, está bien, muchos podemos aceptar que exista esa posibilidad, pero no en 2020, no hubo un castigo ejemplar. La MLB del comisionado Rob Manfred titubea y quiere que la estadística se imponga para que Rays y Dodgers se vean las caras al haber sido los mejores récords de está temporada.
Nadie pagó (bueno, una multa y ya, una cantidad que a todos nos parece ofensiva), los “Ascos” saltarán al diamante hoy con esa sonrisa que odiamos de Correa y la actitud nefasta de Zack Greinke, la pelota está de su lado, están metidos en un momento donde bien pueden aplanar a las Rays pero no, no lo merecen.
Peter Rose, los Medias Negras y hasta los peloteros relacionados con sustancias prohibidas que no pueden entrar a Cooperstown no tuvieron esas oportunidaded, si hay que ser concretos, todos ellos junto con “Ascos” están en la misma situación. Los sinvergüenzas de Houston lo aceptaron, a los otros los señalaron y no existió la oportunidad de dar su versión, los echaron por la puerta de atrás.
El descaro de “Ascos” y la falta de valor por parte de la MLB es lo que más dolerá si llegan a la Serie Mundial.
YANKEES FRACASÓ
Alguna vez escuché a Derek Jeter decir que en su carrera sólo tuvo cinco temporadas existosas. Donde alzó el título mundial son las que cuentan para la leyenda, las demás fueron fracasos porque el equipo está obligado cada temporada.
Aaron Boone vio sepultados una vez más los sueños de los Yankees de conseguir el campeonato número 28 en su historia, tristemente en el día que murió Whitey Ford.
Hay números fríos que podrían respaldar al mánager, ya que para muchos ha logrado lo impensable en una novena que padece de lesiones año con año, pero no, en la organización más importante de las Mayores no puedes ser tibio.
Yankees fueron superados por unas Rays, que en el papel siempre tuvieron a su favor el contar con un mejor staff de abridores y eso quedó claro, como en años anteriores: la poderosa ofensiva jamás logrará el título si no tienen brazos que hagan el trabajo y sigan contando con caricaturas como Masahiro Tanaka como parte de la rotación. El japonés se une a la lista de Carl Pavano, Jacoby Ellsbury y hasta el propio Rodríguez Navarro como los peores contratos que ha otorgado Brian Cashman durante su gerencia.
Gerrit Cole cumplió, hizo valer cada dólar que le pagan, pero dudo que el 2021 sea algo impresionante si lo juntas con Luis Severino y Domingo Germán, quedó demostrado que las formas para llegar a octubre pasan a segundo término cuando sabes jugar en playoffs; cuando tienes las herramientas para hacerlo.
Un año más los Bombarderos del Bronx se quedaron fuera por su falta de profundidad en el róster. Hablar de Boone está de más, aunque sí creo que entregó una parte importante de la serie cuando bajó a Deivi García en el segundo juego.