La karateca Yuriko Cortés es un orgullo poblano, luego de su medalla de bronce en la modalidad de kumite en la categoría de menos de 55 kilogramos, obtenida en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, ahora tiene metas aún más ambiciosas, como ganar una medalla en el Campeonato Mundial y clasificar a los Juegos Panamericanos.
De la mano de su entrenador y padre, el sensei Juan Manuel Cortés, la karateca ha labrado un camino con esfuerzo y sacrificios, pero ahora está cosechando los primeros frutos de lo que se prevé sea una carrera deportiva espléndida.
Después de su exitosa estancia en El Salvador, siendo parte de la histórica participación de la Delegación Mexicana, Cortés ya está planeando su futuro inmediato con competencias aún más retadoras por delante.
UNA MEDALLA CIEN POR CIENTO POBLANA
Si en Puebla hay una familia muy ligada al karate, es la familia Cortés. El profesor Juan Manuel se ha convertido en mentor de un sinfín de deportistas y responsable del crecimiento de varios de los mejores exponentes de este deporte en el estado. Desde hace varios años, ha impulsado la carrera de su hija, quien valora enormemente la presea que acaba de obtener.
“Esta medalla me sirve de motivación e inspiración para seguirle dando. Ha sido un trabajo de años que he hecho en conjunto con mi entrenador, aunque la actividad se intensificó desde el año pasado porque empezamos con selectivos internos. Este año, en los primeros meses, acudimos a diferentes selectivos internacionales, como el Campeonato Centroamericano, la Copa Norteamérica, una serie Mundial en Canadá y el Campeonato Panamericano. Finalmente, logramos el boleto a los juegos.”
Después de un largo camino hasta lograr la clasificación a este certamen internacional, la karateca poblana fue parte de la histórica participación no solo de toda la delegación, que obtuvo más de 300 medallas en total, sino específicamente en el karate mexicano.
“Es un orgullo poder decir que esta medalla es cien por ciento poblana, gracias al trabajo de un entrenador poblano y una karateca igualmente nacida aquí en la ciudad. Fue una participación histórica para el karate mexicano, ya que ocupamos las doce plazas disponibles, llevando equipo completo, y eso marcó historia en el deporte. Durante los juegos, obtuvimos nueve medallas: una de oro, tres de plata y cinco de bronce. Esto me hace sentir sumamente orgullosa de pertenecer a la selección nacional”.
Antes del combate por el tercer lugar, Yuriko Cortés enfrentó a su rival más complicado, ella misma, pues después de haber quedado fuera de la pelea por el oro, tuvo que encontrar rápidamente el enfoque de nueva cuenta para demostrar toda su calidad sobre el tatami.
“La competencia en los Juegos Centroamericanos estuvo muy complicada porque se dividió en dos pools y ahí me tocó el más difícil, ya que competí contra Cuba, Venezuela y también Jamaica. Todo se definió en la modalidad round robin y pude clasificar a la pelea por la medalla de bronce, en la que me enfrenté a la representante de Panamá a la que derroté por 2 a 0. Fue una pelea muy difícil porque yo estaba bajoneada, ya que tenía la ilusión de disputar la medalla de oro. Entonces, tuve que hacer mucho trabajo psicológico y de meditación para volver a enfocarme en la competencia”.
QUIERO MEDALLA MUNDIAL
Ya pasó el momento de festejar para Yuriko Cortés y ahora se ha vuelto a enfocar en sus siguientes compromisos, pues tendrá una segunda mitad de año muy exigente, con roce internacional que la pondrá entre las mejores del mundo.
“Voy a tener un cierre de año muy intenso, sobre todo con el Campeonato del Mundo que se llevará a cabo en Budapest, y en el que orgullosamente seré parte de la selección mexicana. Además, también se vienen los Juegos Panamericanos, para los cuales México ya tiene otorgada la plaza en la categoría de menos de 55 kilogramos, y espero poder lograrla, además de algunos torneos en Europa”.
Y si algo le ha permitido esta presea centroamericana es darse cuenta de que los sueños se pueden lograr, por eso ahora su siguiente objetivo es convertirse en medallista mundial en el torneo que iniciará el 29 de octubre en Hungría.
“Antes, proyectarme clasificando a unos Juegos Centroamericanos y ganar una medalla creía que era algo ambicioso, pero ahora que lo he logrado, creo que ha valido la pena todo el trabajo y que voy por el camino correcto. Siento que tengo las bases bastante firmes como para aspirar a una medalla mundial en este mismo ciclo”.