Empezó solo acompañando a su hermana a sus entrenamientos hasta que un día el entrenador la invitó a jugar y desde ese momento no volvió a soltar el balón, y hoy Zurisadai Ruiz es una de las mejores prospectos no solo en Puebla sino en todo el país.
A sus 16 años de edad, la poblana fue campeona nacional en Juegos Conade, ganadora del Premio Estatal del Deporte, preseleccionada nacional y además tiene ofertas para estudiar la universidad con beca deportiva.
Su primer equipo fue en su primaria en Tehuacán, de donde es oriunda, y actualmente es parte del equipo de Linces de la Universidad del Valle de México campus Querétaro a donde se tuvo que ir a vivir sola a los 14 años de edad, todo con el objetivo de seguir su sueño.
EL DEPORTE RÁFAGA
El basquetbol es conocido como el deporte ráfaga no solo por la velocidad de sus jugadas sino también por la rapidez con la que encandila a los espectadores y a quien lo practica, como le sucedió a Zurisadai, quien un día acompañó a su hermana mayor a un entrenamiento y la vida le cambió.
“Tengo una hermana mayor y ella empezó a jugar basquet, yo nomás la acompañaba a los entrenamientos y una vez el entrenador me invitó a entrenar porque estaba solita, empecé a jugar y me gustó mucho”, dijo.
Fue a los 10 años de edad, cuando cursaba el quinto año de primaria, que se integró a su primer equipo en su escuela con el que compitió incluso a nivel nacional brillando por su facilitad para mover la pelota.
“Después de un tiempo empezó un equipo en mi escuela en la Manuel Ávila Camacho, ahí hicieron un selectivo porque iban haber unos juegos escolares nacionales, me invitaron y empecé a jugar en la escuela, iba en quinto de primaria y tuve mi primer nacional en Guadalajara, quedamos en tercer lugar. Después en sexto de primaria tuve mi segundo nacional y ahí quedamos en octavo lugar”, señaló.
ESTUDIANTE-DEPORTISTA DESDE LA SECUNDARIA
Muy pronto se tuvo que tomar con toda la seriedad este juego, ya cuando ingresó a la secundaria su papá la incentivó a convertirse en una estudiante-deportista, por lo que buscó una beca deportiva y la encontró en una institución de Tehuacán.
“La verdad es que a mis papás les gustó que entrara al basquetbol, ellos querían que estuviera en actividad y me empezaron apoyar muchísimo al llevarme a los entrenamientos, a los juegos. Cuando pasé a secu mi papá habló conmigo y me dijo que si quería tomar en serio al deporte necesitaba mucha dedicación de mi parte, empezamos a buscar una escuela para mi desarrollo deportivo y económico y fue que entre a la secundaria John F. Kennedy con mi primera beca deportiva a 80%”, recordó.
Este cambio lejos de amedrentarla y generarle una presión, la impulsó para seguir sobresaliendo y a nivel colectivo pudo competir otra vez a nivel nacional, además de que a nivel local pudo coronarse.
“En mi primer año fui a un Nacional Conadeip, quedamos en quinto lugar, fuimos campeonas en las ligas de Tehuacán y en mi último año de secu fuimos a la Nacional Juvenil y quedamos en cuarto lugar, me dieron el cuadro ideal y quedé en la selección de Puebla, fui seleccionada estatal para ir al Nacional de Chihuahua”, indicó.
A LOS 14 DEJÓ TEHUACÁN Y SE FUE SOLA A QUERÉTARO
Esa experiencia con la Selección Poblana en Chihuahua le abrió la posibilidad de ser vista por un entrenador de la UVM campus Querétaro, quien la invitó a integrarse a la institución para cursar la preparatoria.
“En el Nacional perdimos y no pasamos a semifinales, pero el coach que fue campeón con Querétaro, me vio, y como también es coach de la UVM de Querétaro me ofreció beca a 80% y después de hablarlo con mis papás acepté y actualmente estoy en la universidad del Valle Campus Querétaro”, precisó.
Era 2019, recién tenía 14 años de edad y Zu tuvo que tomar una decisión complicada, pero que a la larga le ayudó a crecer y a acelerar su desarrollo, pues se fue a vivir sola varios kilómetros lejos de su casa, un proceso difícil, pero que le permitió seguir con los éxitos.
“Me fui de Tehuacán para irme a estudiar a Querétaro a los catorce años y empecé a estudiar en la prepa, mi primer año jugamos y ganamos Conadeip Juvenil B, ganamos el torneo Inter Linces, en lo deportivo me fue muy bien, pero sí fue un cambio muy difícil, porque estaba chiquita, mis papás no se pudieron venir conmigo y tuve que aprender a ser independiente, se me complicó al principio, pero había muchas formas de salir adelante, con el tiempo maduras y empiezas a saber cómo hacer las cosas, me costó estar sola pero ahorita ya estoy adaptada”, dijo.
FUE CLAVE EN EL TÍTULO NACIONAL DE PUEBLA
Después del surgimiento de la pandemia, fue en 2021 cuando pudo volver a competir y a pesar de que vive en otro estado, siempre estuvo ligada a Puebla, tanto por el lazo familiar como el deportivo y en agosto pasado, fue parte del triunfo histórico de la entidad en los Juegos Nacionales Conade.
“Nos estuvimos preparando muchísimo para ese nacional, sabíamos que teníamos un grupo fuerte, porque nos tocó la mayoría del norte, entonces las niñas y yo estábamos confiadas y sabíamos que llevábamos un cuadro bueno, no sería fácil, pero si podíamos pelear medalla. En el primer juego entramos concentradas y lo perdimos, al otro día hablamos, dijimos que teníamos el equipo y la garra para ser campeonas y entramos en confianza, hablábamos bien en cancha y después de eso ya no paramos hasta el campeonato”, recordó.
Por ende, ahora está a la espera del Campeonato de este año para poder defender su corona, ya que conociendo el tipo de jugadoras que hay en el estado, está convencida de que Puebla puede ser campeón de basquetbol por varios años.
“Puebla tiene muchísimo talento, el apoyo es bueno en Puebla, yo me siento cómoda con las atenciones, tenemos muchísimo talento para que Puebla siempre sea campeón y esperemos que en Conade seamos campeones, solo estamos esperando las categorías para ver en cuál entremos a este año”, aseveró.
SELECCIONADA NACIONAL Y PREMIO MUNICIPAL DEL DEPORTE
El año pasado fue de mucho crecimiento para ella, pues además del campeonato en los Juegos Conade, recibió un llamado como preseleccionada nacional sub 17, experiencia que le gustó, pero que fue muy exigente, aunque tiene la esperanza de ser parte del premundial que se disputará en los siguientes meses.
“En diciembre vinieron a Querétaro a hacer una concentración y el que llevó la selección se comunicó con mi papá y me invitaron a la concentración con la preselección, la verdad es muy pesado, pero muy bonita, entrenábamos ocho horas diarias, cuatro en la mañana, dos en la tarde y teníamos juegos. Todavía faltan concentraciones y no conozco la fecha para el pre mundial, pero es una ilusión poder ser parte”, reconoció.
Y por si fuera poco, también recibió la condecoración como Premio Municipal del Deporte en Tehuacán, esto gracias a sus éxitos durante el año, algo que la motiva para lograr sus metas a corto y largo plazo.
“No me lo esperaba, estaba en un torneo en ciudad de México, mi papá me marcó y me dijo que había llevado mis papales para el premio del deporte allá en Tehuacán y al rato me marcó y me dijo que lo gané, me sentí bien y bonito que tu ciudad te reconozca tu esfuerzo. Esto me impulsa para lograr mis objetivos que son estar en la Liga ABE, es una meta que entrando a la universidad tengo y una meta a largo plazo con la carrera es abrir mi clínica de fisioterapia, poner un club de basquetbol para llevarlo con mi papá”, comentó.
BASQUETBOL FEMENIL EN DESIGUALDAD
Como botadora o movedora, su misión dentro de la cancha es la de asistir a sus compañeras para que anoten, y esa misma visión periférica que tiene con la pelota en la mano, la aplica para analizar la realidad del basquetbol en México, donde nota una marcada desigualdad entre hombres y mujeres.
“El basquetbol femenil en México es muy difícil, no tenemos las mismas oportunidades que los varones, hay talento y creo que falta más apoyo, algunas veces no se hacen bien las cosas, yo creo que también como los varones que ganaron la U17, el tercer la U16 femenil, ya en la U mayor ganaron, así que hay muchísimo talento”, finalizó.