Es Relativo
Guillermo Pacheco Pulido
Se afirma que los libros que describen la vida de un personaje imaginario en realidad son la misma vida, los sueños y los deseos propios del autor.
George Bernard Shaw señalaba que quien habla y escribe sobre todas las personas y todos los tiempos parte de su vida misma, hace brotar los secretos de sus sueños, deseos y esperanza y se los entrega en propiedad a su “otro yo” que ha construido para que sea el eje de su historia y de su libro.
Al “otro yo” lo reconoce la psicología como parte de la mente humana. Por ello, todos o casi todos tenemos a nuestro otro yo.
Así podemos comentar la actitud de Miguel de Cervantes Saavedra, que plasmó sus sueños en su “otro yo”: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Por principio y por ello, podría decirse que El Quijote no fue un ser ficticio de novela, sino un ser humano que en realidad vivió y fue un genial dramaturgo, poeta y novelista español excepcional.
De familia humilde, Cervantes ingresó a la milicia y participó en la batalla de Lepanto. En este combate naval se le hirió en el brazo y le quedo “anquilosado”. Se le conocía como El Manco de Lepanto. Los vencedores lo hicieron su esclavo.
La vida de Cervantes fue de pobreza, de esfuerzos fallidos. Su padre fue prisionero algún tiempo, lo que aumentó esa pobreza.
El abuso de autoridad en contra de su familia, la miseria que asolaba su hogar y la injusticia que sufrían la población y él en carne propia creó en él un espíritu noble pero rebelde, un ser insatisfecho.
Todas las reflexiones que le surgieron estando prisionero y por razones económicas de su pasado y presente hicieron que despertara su “otro yo” y así surgió su obra y su frase “En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…”.
Ese espíritu rebelde e inconforme hace que describa su vida en su obra cumbre, a la que Borges consideró la más influyente del siglo XX, la obra de máxima superioridad de la literatura occidental.
Miguel de Cervantes plasma sus sentires en el nombre de Alonso Quijano, un hombre que había perdido la razón por leer demasiadas novelas de caballeros andantes.
La dama de sus sueños, a la que ofreció su lucha contra los abusos a la gente indefensa, la llamó Dulcinea del Toboso La Emperatriz de la Mancha, cuya hermosura es sobrehumana, pues:
“En ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de belleza que los poetas dan a sus damas y es la más alta princesa del mundo” .
Cervantes, El Príncipe de los Ingenios, utiliza su capacidad literaria, toda su imaginación creativa para recorrer con el ayudante Sancho los caminos de La Mancha, tratando de hacer justicia conforme a los ideales de su locura.
Por esto último, Sancho le llama El Caballero de la Triste Figura, porque en lo material sufría derrotas, pero en su mente concebía que triunfaba porque hacia justicia.
Lo sorprendente es que El Quijote fue publicado en 1605 en Madrid y tal fué el éxito que hubo otras seis ediciones de inmediato.
Alexander Mackendrick dijo: seguramente la novela es la más compacta, compleja y diversificada que jamás se haya escrito.
Se reconoce, nos dice César Vidal en su libro El camino hacia la cultura (Planeta), que el impacto de Cervantes en algún escritor no puede minimizarse; influye en la novelística inglesa, en el realismo francés; mayor oesi se le reconoce en la novelística de Rusia, en la española, en el teatro y la vida musical hay influencias de El Quijote.
Hay que conocer la vida de Cervantes para comprender los relatos de su protagonista en las llanuras de La Mancha. No usaba drogas, no tenía alucinaciones; veía las cosas distorsionadas, pero existían. Se afectó la mente por las muchas lecturas de “caballeros andantes”
Encontramos, pues la vida de Cervantes en la de El Quijote; “Por eso en su segunda parte, el autor pinta un cuadro crítico de la sociedad en que vive. Podemos decir que muchos escritores lo imitan José Joaquín Fernández de Lizardi en el libro Vida y hechos del famoso caballero Don Catrín de la Fachenda.
El Quijote tiene muchas enseñanzas morales; el amor a la patria y el ser prudente, el inconformarse con la injusticia.
El autor Henry Fielding, en su libro Joseph Andrews, construye una novela que parodia el sentimentalismo de la época.
En Monsieur Quijote, novela de 1982, el escritor Graham Greene propone que un sacerdote español adopta la personalidad del protagonista de Cervantes y viaja en un Seat 850 con un exalcalde, apodado Sancho.
Carlos Fuentes leyó la novela por primera vez en 1944 y repitió la operación cada año desde entonces.
Hay influencia de El Quijote en el teatro musical, en Estados Unidos se produjo “The man of La Mancha”.
El reparto de primer nivel fue dirigido por Arthur Hiller, con Sofía Loren en el papel de Aldonsa y el personaje principal lo realiza Peter O´Toole, que deriva de la ópera rusa intitulada “Don Quichotte de Massenet” (1910).
Y todo ello empezó con la La Galatea, la primera obra literaria firmada por Miguel de Cervantes Saavedra. Desde luego, el título es el nombre de una mujer.
Como fin de comentario, Miguel de Cervantes Saavedra pronuncia a través de El Quijote una serie de frases que describen la razón de su lucha, de la que podemos decir sale victorioso por ser tan imitado en el mundo literario.
Su testigo constante: el caballo Rocinante de quien dijo su amo que ni Bucéfalo de Alejandro ni Babieca del Cid se le igualaban.
El gran perdedor fue Sancho Panza, a quien le robaron El Rucio, su burro, sin recuperarlo nunca.
En esta etapa, el protagonista da trascendentales consejos a su acompañante, mismos que han atravesado todos los tiempos y tienen plena vigencia en nuestros días.
Por ejemplo:
“Por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida”.
Recordemos que también le dijo a Sancho:
“….En segundo lugar debes darte cuenta de quién eres, tratando de conocerte a ti mismo, que el conocerte es lo más difícil que te puedas
imaginar”.
El “otro yo” de Cervantes ha logrado ser el segundo libro más vendido en el mundo, con 500 millones de ejemplares colocados.
Por ahora, saludamos a nuestro “otro yo” por ser necesario un poco de reflexión de la vida.