Trece pinturas han sido recuperadas del daño infligido por siglos de descuido; fueron hechas para interior del exconvento
Fueron hechas en la década de 1740, como encargo especial. Cada una de las 13 obras de entre 2 y 2.15 metros de alto fueron financiadas por particulares.
Estropeadas por siglos de abandono, parches a lienzos y bastidores y hasta heces de murciélagos por haber estado a la intemperie, las obras lucen ahora una restauración profunda.
Serán expuestas en su sede original: el exconvento franciscano de Huejotzingo.
Se inaugurará esta muestra mañana, a las 9:30 horas, en el sitio también recuperado tras el daño que padeció tras los sismos de septiembre de 2017.
El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el director del INAH en Puebla, Manuel Villarruel, encabezarán la apertura de esta exhibición magna.
La exposición lleva el título “¡San Francisco!, repara mi Iglesia”, y también conmemora los 500 años de la llegada de los primeros frailes de esta orden a lo que hoy es territorio mexicano.
El público podrá ver, en forma gratuita, el resultado de los trabajos realizados por años.
Un equipo de restauradores de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH tuvo a cargo esta restauración. La dirigió María Cristina Noguera Reyes.
El inmueble religioso de Huejotzingo fue uno de los cuatro primeros erigidos por los franciscanos, al inicio del proceso de cristianización.
Estos lienzos retratan pasajes de la vida de San Francisco de Asís y sirvieron también para enviar un mensaje: la orden era muy bien recibida en Puebla.
Se colocaron en muros de las crujías, habitaciones de los monjes en las dos plantas del sitio.