Es Relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Hace muchos años (eran otras las preguntas), de estudiantes asistimos a la conferencia sobre aspectos económicos, pues en la Facultad de Derecho se nos impartía la cátedra denominada economía política.
Cuando se le preguntó al conferenciante qué se entendía por un economista, nos dijo que: “economista es un científico social que estudia los fenómenos económicos para resolver los problemas de escasez de bienes y servicios. Es un profesionista comprometido con las causas sociales que tiene como propósito brindar a las personas mejores niveles de vida mediante la combinación eficaz de recursos y la distribución justa del producto”. No nos explicó qué era “lo justo”.
El economista también es una persona con la suficiente preparación para explicar la conducta de los individuos en el campo de la producción y el consumo de los bienes.
Se nos explicaban las teorías de los economistas clásicos, los de un siglo atrás a este, y de muchos economistas, entre ellos, mexicanos mundialmente premiados en el campo de la producción y el consumo de los bienes.
Se mencionaban las características de la economía, como son los elementos naturales, el trabajo, el capital y la organización. Sin estos factores de la producción, no podríamos entender la economía y ésta no existiría.
En general, la conferencia comprendía temas que abarcaban las ideas de los economistas, Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, Thomas Malthus y otros no menos importantes como economistas mexicanos y poblanos.
Con sus criterios diferentes pero con brillantes teorías.
Se explicaba que la economía es la ciencia que estudia el comportamiento humano, resultante éste de la relación entre las necesidades que deben satisfacerse de los seres humanos. Conocer las preguntas de la economía y saber sus respuestas es importante, situación que es cambiante por razón de los propios cambios sociales. Hay quien sugiere que se supriman los Premios Nobel de Economía.
Se dice que las mejores respuestas son las sencillas, las naturales, las prácticas, las claras.
Cuando la economía trata de temas del dinero como moneda de cambio, se dice que un economista le preguntó a una persona en público cuánto dinero tenía en el banco, como la persona no le respondió, el economista le dijo: yo lo adivino, tiene usted nada, y tan es así que el banco le da a usted un “estado de cuenta” en donde solo se hacen constar muchos números, pero con esa constancia usted no puede comprar nada, nadie le admitirá este papel, sólo le administran moneda como papel moneda.
Aveces las teorías económicas por su complejidad perjudican a la población; alguien dijo: que para simplificar el camino de la economía, que para solucionar las crisis económicas, se deben superar las “novelas de economía”.
Hay una reciente edición del libro EL ECONOMISTA CALLEJERO (Ariel 2022), que hace más fácil la comprensión de la economía, el autor es Axel Kaiser, .
Esto me hace recordar el ejemplo económico siguiente: “ Sí yo te debo una libra, tengo un problema, pero si te debo un millón, el problema es tuyo (John Maynard Keynes).
En dicho libro se nos dice que probablemente no existe una disciplina más importante para la vida diaria de las personas que la economía, sin dejar de ser una materia compleja que hace imposible su conocimiento, sobre todo si no se tiene ninguna idea al respecto.
Frente a los “economistas de salón” que son peritos debatiendo desde su torre de marfil, Kaiser sostiene que lo que necesitamos son economistas callejeros, capaces de exigir un mínimo de sensatez y racionalidad a políticos y líderes de opinión.
Te señalan que si vas a leer un libro de economía en tu vida debería ser el de Axel Kaiser. Él te saca de la sala de conferencias y te lleva a la calle donde realmente ocurre la economía.
Con la economía se da el curioso caso de que las élites más ilustradas suelen ser las más ignorantes en la materia.
De los múltiples temas que critican el libro, comentamos el que señala con perfecta claridad que “EL SALARIO LO PAGAN LOS CONSUMIDORES”.
Nos dice: el capital es la fuente de la prosperidad y los empresarios que lo desarrollan y acumulan son los agentes del progreso social. Estos no pueden pagar cualquier salario que desea él o el trabajador. En ese equilibrio es donde el trabajador y el empleador encuentran un punto de acuerdo en el que ambos valoran más lo que reciben que lo que dan a cambio.
El ingreso del trabajador nunca es producto de la explotación del empleador, sino de su propia habilidad para generar riqueza.
En un país en el que el Estado es dueño absoluto de los medios de producción, no hay opciones para decidir sobre el trabajo porque no hay competencia.
Si se establece como regla general que, la necesidad del trabajador o alguna idea de justicia social deberá ser el criterio para determinar el ingreso en lugar de la productividad, se arruinaría la economía completa sumiendo a millones de personas en la miseria.
En una economía de mercado libre, el empresario es un mandatario de los consumidores y son ellos los que le dirán cuánto quieren de cada cosa y en qué momento. Será siempre la productividad la fuerza de la economía.
En regla general podemos sacar un conocimiento de la economía con las miles de frases que se utilizan en este tema como:
“En la vida hay que escoger entre guardar o gastar, no hay tiempo suficiente para ambas cosas” (Edouard Bourdet).
“Gasta una moneda menos de lo que ganas, te hará feliz”
“No sentir la avidez de la riqueza es ya una riqueza, no tener la manía de gastar, es una renta que se guarda y enriquece”
“Cuida los pequeños gastos, un pequeño agujero hunde un barco”
El mayor genio de la materia, Adam Smith, reconoce lo complejo de la economía, y dice que “ toda frase acerca de la economía es enteramente falsa”.
Por eso cambian las preguntas y por eso fallan las respuestas.