Es Relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
El genio del gran francés Víctor Hugo dejó imperecederos e impecables trabajos intelectuales a estas y futuras generaciones, los que nos seguirán sorprendiendo y seguiremos admirando y deleitando nuestras vidas.
Víctor Hugo es de los grandes escritores franceses.
Sus obras siguen y seguirán recorriendo y asombrando a los habitantes del mundo.
Obras como Los miserables, Ruy Blas, Nuestra Señora de París, Hernani, Mangeront-Ils, Cromwell, Lucrecia Borgia, El rey se divierte, Odas y baladas, Las hojas del otoño, Las leyendas de los siglos, entre otras muchas.
Demostró ser novelista, dramaturgo del romanticismo francés, participó en la política del siglo XIX de su país.
Hace 157 años, Víctor Hugo terminó su obra magna Los Miserables.
Víctor Hugo falleció en París, el 22 de mayo de 1885, a la edad de 83 años, cuando todavía se encontraba pleno en sus facultades. Sus opiniones, a la vez morales y políticas, así como su obra excepcional, le convirtieron en un personaje emblemático al que la Tercera República honró con un funeral de Estado, celebrado el 1 de junio y al que asistieron más de dos millones de personas, con la inhumación de sus restos en el panteón de la capital francesa.
Este es un poema que uno no se cansa de leer y releer millones de veces, que también lo vuelve inmortal.
TE DESEO
Te deseo primero que ames
y que, amando también, seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar no guardes
rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es,
sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes,
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo, además, que seas útil,
más no insustituible.
Y que los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.
Igualmente te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia
sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven
no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en
rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al
desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor
y es necesario dejar que fluyan entre
nosotros.
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena,
que la risa habitual es sosa y
la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras,
con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,
que existen y que te rodean
seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas
infelices.
Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esa manera,
sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea,
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico
y que por lo menos una vez por año
pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: “Esto es mío”
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.
Te deseo, también,
que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno
puedas llorar sin lamentarte y sufrir
sin sentirte culpable.
Te deseo, por fin, que siendo hombre,
tengas una buena mujer,
y que siendo mujer, tengas un buen
hombre,
mañana y al día siguiente,
y que cuando estén exhaustos y
sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte: VIVE TU VIDA
Muchísimo hay que comentar de esta gran trayectoria pública de Víctor Hugo; fue un hombre comprometido con su forma de pensar y actuar.
Con motivo de la invasión francesa dijo a los poblanos: “Francia no os hace la guerra, es el Imperio… ciertamente estoy con vosotros, vosotros y yo combatiremos contra el Imperio, vosotros en vuestra patria y yo en el destierro”.
Agradezco a mi amigo, el señor licenciado Rolando López Villaseñor el envío del anterior poema.
Buen poema, hermosos consejos y mejores deseos.
Sólo nos queda saber qué es el deseo. Por ejemplo, Miguel de Cervantes Saavedra nos explicaba que “amor y deseo son dos cosas diferentes: que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama”, los deseos se alimentan de esperanzas.
Mario Benedetti dice: “Lo que deseo ahora es mucho más modesto que lo que deseaba hace 30 años y, sobre todo, me importa mucho menos obtenerlo”.
“No pretendas que las cosas sean como deseas, deséalas como son”, Epicteto, pensador griego.
De aquí que agradecemos los deseos de Víctor Hugo, agregando el contenido de los demás pensamientos, deseando los cosas como son y para lograr alcanzarlas se haga lo necesario.