Es relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Un pueblo sin el conocimiento de su pasado, origen, cultura y su historia es como un árbol sin raíces. La familia es una historia que tiene su base social en las personas que la integran y viven en solidaridad, porque conviven diariamente, comparten religión e idioma, además de festejar glorias y apoyarse en la penas.
Han construido su historia, situación que las hace fuertes para vivir en una sociedad que busque la verdad, la unidad, el orden, el progreso, el respeto y la tolerancia. Aspectos que les permiten integrar un sentido humano y el contenido de su historia.
La historia se integra de hechos ciertos, verídicos; de no ser así, es sólo una fábula aceptada por muchos. Así lo dijo Napoleón Bonaparte.
La historia es la base de nuestra identidad nacional, en todos los tiempos nos da vida y presencia.
Sin identidad histórica viviremos en el invierno de la soledad, y la soledad es la nada.
Entendemos la función de la historia en toda su dimensión en la frase del Quijote: “La historia es la verdad, depósito de acciones, testigos del pasado, ejemplo de lo presente y advertencia de lo porvenir”.
Pensamiento de hace 400 años tan válido y tan presente.
Lo anterior proviene de la reciente edición del libro Historia ¿para qué? En él hay valiosos análisis y narraciones. Todos escritos con plena responsabilidad por:
Alejandra Moreno Toscano.
“Una sociedad es lo que recuerda”
Alejandra Moreno Toscano.
“Advertencia”
Carlos Pereyra.
“Historia, ¿para qué?”
Luis Villoro.
“El sentido de la historia”
Luis González.
“De la múltiple utilización de la historia”
José Joaquín Blanco.
“El placer de la historia”
Enrique Florecano.
“De la memoria del poder a la historia como explicación”
Arnaldo Córdova.
“La historia, maestra de la política”
Héctor Aguilar Camín.
“Historia para hoy”
Carlos Monsiváis.
“La pasión de la historia”
Adolfo Gilly.
“La historia como crítica o como discurso del poder”
Guillermo Bonfil Batalla.
“Historias que no son todavía historia”
Todas son plumas eruditas de las que se aprende mucho. Son aportaciones intelectuales de una real profesión, como historiadores, plenos de estudios y responsabilidad.
Por ejemplo, Carlos Pereyra dice que “durante largo tiempo la historia fue concebida como si su tarea consistiera apenas en mantener vivo el recuerdo del acontecimiento memorable”.
Es necesario, entonces, que el historiador utilice hechos ciertos. No para glorificar o satanizar a personas, pues no es ni puede ser un juez.
“La historia no es juzgar es comprender” “Si se comprende ya no se puede juzgar”.
EL HISTORIADOR INVESTIGA, PRUEBA, ORIENTA, OPINA, PERO NO SENTENCIA
Luis Villoro en su espléndido trabajo dice que la historia obedece a un interés general en el conocimiento.
Por ejemplo, la historia de México nace a partir de la Conquista así denominada por los historiadores. Otros dicen que fué una intervención del propio Cortez, pues ninguna población extranjera lo autorizó para tales efectos. Son hechos que aún no se aclaran.
Tenemos al respecto fábulas, falsedades, inventos supuestos acontecimientos.
Los historiadores refieren con detalle ciertos acontecimientos para que la posteridad pueda aprovecharlas. Como ejemplo Maquiavelo, quien dijo “si los hombres conocen la historia, la historia no se repetirá”.
Enrique Florescano explica que la “historia es para comprender el pasado y dominar el presente”.
Héctor Aguilar Camín, contesta la pregunta ¿para qué sirve la historia? pues dijo “para entender las urgencias y preguntas del presente, para imponer o negar la versión de las vencedores, para rescatar o rectificar o certificar la de los vencidos”.
Guillermo Bonfil Batalla, nos dice en su respuesta: “En un sentido doble las historias de los pueblos indios de México no son todavía historia, son historias abiertas en proceso que reclaman un futuro propio”.
La razón histórica esta ahí en espera de más y cada vez mejores historiadores.
La historia no surge de amontonamientos de datos. No se crea de una enumeración fatigante de fechas, tampoco de un catálogo frío de nombres.
Sencillamente surge si a todo lo anterior se le da presencia real, de ahí que sea válida la expresión: “La historia es la maestra de la vida”. Frase dicha por Cicerón.
No podemos olvidar las gestas de nuestros antepasados si queremos transformar la realidad actual, debemos conocer la historia para entender los cambios que se están dando en el mundo.
Es interesante leer el contenido del libro Historia ¿para qué?