Esta semana difundieron la noticia de que Walmart convertirá los estacionamientos de sus tiendas en cines, con palomitas y refrescos, a partir de agosto. Esto marca el inicio de una nueva normalidad que pareciera estamos viviendo los últimos días del Apocalipsis.
Jamás imagine leer en algún momento de mi vida que el exbeatle Paul McCartney, los Rolling Stones, Ed Sheeran, Dua Lipa, Rod Stewart y Coldplay se sumaran al movimiento denominado #LetThe MusicPlay, integrado por más de mil 500 artistas que se unieron para solicitar de la manera más atenta al gobierno de Gran Bretaña que ya tome cartas en el asunto sobre la inactividad a causa de la pandemia del coronavirus, para inyectarle un poco de oxígeno a la industria de la música en vivo, la cual está con un pie en la tumba y con el otro en una cáscara de plátano y con el suelo embarrado de aceite sino se hace algo pronto.
De este negocio dependen miles de personas en el orbe. ¿Cuál es la gran diferencia entre ellos y nosotros?, que en Europa ya han hecho estrategias para indemnizar a todos los artistas, músicos y gente que pertenecen al sector cultural para ayudarlos en estos tiempos emergencia sanitaria. Mientras tanto en México: ¡el streaming llegó!
Vemos algunos esfuerzos por realizar conciertos en vivo para reactivar la economía e inyectar ingresos a quienes se dedican a la industria del entretenimiento, que por el momento están en periodo de prueba. Las televisoras también están haciendo lo propio, en recientes días, la aplicación del sitio web de música y podcast Deezer se alió con TV Azteca y otras compañías del Grupo Salinas, con el objetivo de aumentar su papel como proveedor de streaming en México, que básicamente es para donde va la ola.
No duden que en un tiempo empiecen a producir conciertos en televisión y simultáneos en plataformas digitales. Los autoconciertos son una posibilidad. Recordemos que el grupo Intocable fue de los primeros en realizar esta alternativa brindando un Drive in Concert el pasado 6 de junio en Poteet, Texas, Estados Unidos, donde los asistentes rasparon el zapato a más no poder y como consecuencia de ello, aunque se diga lo contrario, cinco de sus integrantes de esta agrupación fueron confirmados con COVID-19, apenas la semana pasada.
El TRI y Moderatto también incursionan en los autoconciertos de momento en el Foro Pegaso. Ambas bandas se presentarán por separado y tal parece que aunque los autoconciertos se veían de modo vintage están regresando para quedarse. Son diversas las estrategias y los esfuerzos para poder llevar entretenimiento a los fans, aunque sigo pensando que es una fórmula que si no se trabaja bien podría significar el fin de muchos artistas.
Por ejemplo: si el boleto para disfrutar un concierto vale $200 pesos, cual es la diferencia en comprar mejor un DVD y verlo todas las veces que quieras. Un artista hace una gira y con ello representa que cada lugar al que visita podrá disfrutar del show en vivo. ¿Qué va a pasar cuando toda esa gente lo pueda ver al mismo tiempo en toda la república?, ¿qué de nuevo ofrecerá el artista en cada show?, ¿cuántos conciertos pagaran los fans por ver lo mismo?, ¿ya no habrá más convivencias?, por lo menos hasta 2022. ¿Qué famosos se arriesgarán a sacarse una foto con alguien?
El uso del streaming sí ha acabado con la reventa, ya que los boletos son cada vez más personalizados, incluso los que se regalan a los fans a través de dinámicas en medios de comunicación. Finalmente, los dejo con estas pregunta: ¿La industria está preparada para esto? y ¿cuánto tiempo podrá aguantar así?
La industria del entretenimiento tiene que enfrentar dos batallas: la primera contra el COVID-19 y la segunda ante el miedo de la gente.
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