Andrea Macías Tarno
¿Cómo están?, ¿qué tal les va con el eclipse lunar que tuvimos en la madrugada? Recuerden, con esos eclipses estamos llenos de emociones, así como la luna llena, necesitamos vaciarnos y dejar ir.
El día de hoy me centraré en el signo de Capricornio y en dos eventos importantes tanto para el signo como para la casa de nuestra carta natal que lo contiene. Para esto, tendremos que ir al pasado y nos apoyaremos en la energía de Mercurio retrógrado para recordar fechas o acontecimientos relevantes en nuestra vida desde diciembre de 2017, pues esta segunda mitad del año cerramos un capítulo muy importante de nuestra vida en temas saturninos.
El primer movimiento de la semana fue el regreso de Saturno a Capricornio el 1 de julio para terminar su visita el 16 de diciembre de este año. Les platico un poco sobre Saturno, quien es el padre del tiempo, el maestro del karma que nos estructura y recuerda los límites y nos pone bajo presión para sacar al maestro que hay en nosotros.
Por ser el planeta que rige a Capricornio, es un tránsito muy poderoso que inició en diciembre de 2017 y este año le dice adiós, después de tanto esfuerzo, dedicación e incluso lágrimas, estamos listos. Antes de decirle adiós a Saturno, aprovechemos su energía y preparémonos para cerrar con broche de oro su tránsito, para esto, regresemos a febrero y marzo de ese año: ¿qué pasaba en nuestras vidas?, ¿qué decisiones tomamos o quedaron pendientes?, ¿qué se quedó en pausa y es momento de retomar?, ¿qué proceso inició en nuestra vida en diciembre de 2017 y concluimos este año?
En qué área de nuestra vida hemos alcanzado la madurez y somos adultos responsables para tomar las decisiones que sabemos que no son fáciles pero que ya tocan. Saturno exige y mucho, pero al final de su tránsito, si nos comprometimos y fuimos responsables y disciplinados, veremos la recompensa.
El regreso de Saturno a Capricornio viene acompañado del eclipse lunar de hoy, que pertenece a los eclipses del eje Cáncer–Capricornio que iniciaron el verano de 2018, y este en particular tiene una relación con el eclipse solar en Capricornio del 26 de diciembre de 2019.
¿Qué pasaba en ese tiempo? Recordemos que los eclipses lunares son lunas llenas muy potentes, como si estuvieran bajo el efecto de esteroides e indican cierre, conclusión, algo que termina, que puede ser muy familiar para nosotros, pero tenemos que dejarlo atrás.
Este eclipse acompañando del regreso de Saturno a Capricornio nos dice que ha llegado el momento, que no hay plazo que no se cumpla, que toca hacer no lo que queremos sino lo que es necesario para crecer y evolucionar, que nos debemos comportar como los adultos que somos y tomar las riendas y autoridad sobre nuestra vida, pues para que llegue lo nuevo, es necesario espacio.
Estos dos eventos en Capricornio nos dicen que aquella estructura que nos sostenía ya no puede hacerlo más, pues esta vieja y desgastada, cumplió su función. Recordemos que la energía de los eclipses tiene un efecto de seis meses aproximadamente, así que para fin de año, veremos el resultado completo de este proceso.
Con Saturno recordamos que crecer duele, que en muchos casos da miedo, sin embargo es un proceso inevitable de la vida y cada vez que soltamos, algo nuevo llega. Antes de despedirme, les dejo esta reflexión: “Cuando dejo lo que soy, me transformo en lo que podría ser. Cuando suelto lo que tengo, recibo lo que necesito”. Tao Te Ching.