Andrea Macías Tarno
Les saludo con gusto esperando que los tránsitos planetarios y el pasado no les estén dando mucha lata y vayan soltando lo que ya cumplió su función, preparando espacio para lo nuevo.
Hablando del pasado, el tema que compartiré con ustedes en esta ocasión corresponde al planeta Mercurio y su próximo movimiento retrógrado que será del 18 de junio al 12 de julio en el signo de Cáncer. En el artículo de Venus en cuarentena, les hablé acerca del movimiento retrógrado de los planetas, que implica un momento de pausa, de revisión, de reflexión y el regreso del pasado con asuntos que siguen pendientes por resolver y es necesario solucionar.
Antes de continuar platicándoles de las implicaciones del movimiento retrógrado de los planetas, en este caso de Mercurio, es importante que sepan qué temas rige pues ahí veremos su efecto, así como el signo en que se encuentra que es Cáncer, pues aunque directamente afecta a las personas con el Sol en Cáncer, todos tenemos a este signo en alguna casa astrológica de nuestra carta natal.
Mercurio o Hermes, era el mensajero de los dioses, el vocero, dios del comercio, de la comunicación y de los medios de transporte, regente de nuestros pensamientos y percepciones, los lentes a través de los cuales vemos la realidad. Este planeta retrograda normalmente tres veces al año y para 2020 lo hará en los signos de Piscis, Cáncer y Escorpio, que corresponden al elemento agua, indicando una revisión profunda de nuestras emociones.
Cuando este planeta retrograda, los temas que se ven afectados por este movimiento son los que acabo de mencionar, principalmente nuestra comunicación es la que se altera, provocando malos entendidos, confusión, conflictos, retrasos, y esto sucede pues la energía retrógrada nos pide parar e ir hacia dentro, revisar antes de hablar, tener claro lo que queremos decir antes de expresarlo aunque nos lleve unos días o semanas reflexionarlo, de lo contrario, es fácil que el otro no entienda nuestro mensaje o lo mal interprete. Recordemos que todos estamos bajo la influencia de este tránsito, así que si yo tengo falta de claridad en lo que quiero expresar, el otro está en las mismas.
Algo muy importante sobre la fase retrógrada de Mercurio es el signo en que se encuentra, en este caso el de Cáncer, cuyo regente es la Luna y se relaciona con nuestra madre, nuestra vida emocional, el hogar, la familia, la necesidad de proteger y nutrir y de recibir protección y ser nutrido. Un tema muy importante relacionado con la energía de Cáncer es reconocer nuestras necesidades emocionales y de que forma las estamos atendiendo o no, nuestra comunicación y pensamientos tendrán un tinte acuático, es decir emocional y esto nos cargará de subjetividad, por lo que deberemos evitar hacer historias en nuestra cabeza, suponer o hacer interpretaciones de lo que otros dicen o callan, durante estos días es más fácil proyectar en los demás lo que es nuestro. Es tiempo de cuidar nuestra comunicación y evitar la impulsividad o desbordarnos pues es probable que no tengamos claridad en lo que queremos decir y esto provoque malos entendidos con los demás. Es un buen momento para tomar terapia y revisar el estado en que se encuentra nuestra casa interna para hacernos cargo de nuestros asuntos y resolverlos como los adultos que somos, sin delegar esa responsabilidad a los demás, de igual forma es un excelente momento para trabajar nuestras dependencias, miedos, asuntos con el abandono y nuestros propios vacíos.
No es un tránsito para tenerle miedo o preocuparse, los movimientos planetarios no operan contra nosotros sino que buscan nuestro beneficio y crecimiento, el problema está cuando no entendemos qué está pasando e insistimos o presionamos para que algo suceda. Este tránsito queda muy bien ahora que “estar en casa” es imperativo, pues indica que es momento de ir hacia dentro y poner al pasado en su lugar.
Además de la comunicación, otros efectos de Mercurio retrógrado los encontramos en el uso de celulares, computadoras, medios de transporte, mensajes, correos electrónicos, los cuales pueden tener fallas repentinas, retrasos, información que nunca llega o se pierde, firma de documentos o contratos que se posponen, lo cual viene bien, pues es más recomendable revisar todo con detalle antes de firmarlo o comprometerse. Tampoco es el mejor momento para iniciar proyectos o cosas nuevas sino para revisar lo que hay antes de poner manos a la obra, pues es probable que durante esta fase descubramos aspectos que no habíamos visto.
El 21 de junio tendremos un eclipse solar en Cáncer, así que Mercurio estará preparando el terreno para ese evento que cierra un ciclo muy importante que inició en el verano de 2018, ya les hablaré de esto en el próximo artículo.
Les mando un abrazo y recuerden, es necesario eliminar lo que nos estanca para iluminar lo que nos expande.
¡Hasta la próxima!