Garganta Profunda
Arturo Luna Silva
[email protected] / Twitter: @ALunaSilva
Una iniciativa que fue presentada desde las filas del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, que tiene una clara intención de complacer al presidente de la República, ha puesto en vilo la alianza Va por México, del tricolor con PAN y PRD, y su edición local Va por Puebla, sin la que los priístas poblanos no podrían alcanzar ningún triunfo en 2024.
La posibilidad de que se malogre la coalición, como ha advertido hoy en conferencia de prensa en el Senado de la República el presidente nacional panista, Marko Cortés Mendoza, hace temblar a los locales.
“Hoy la dirigencia nacional del PRI debe de asumir la gran responsabilidad de seguirle dando vida a la coalición legislativa, que le puso un alto a Morena en la regresiva, destructiva y contaminante Ley Bartlett.
Tenemos un mandato de millones de mexicanos.
Yo espero que corrijan, que retiren la iniciativa o que la voten en contra.
Porque de no hacerlo el PRI cargaría con la responsabilidad y tendría que explicar por qué no pueda continuar la coalición Va por México.
Ni en lo legislativo, mucho menos en lo electoral”, sentenció el panista.
Si se revisan las cifras, no hay modo de que el PRI poblano gane en uno solo de los 26 distritos locales.
Si acaso, en solitario, el partido alcanzaría una o dos curules locales plurinominales.
En las alcaldías, ganaría en menos de la mitad de las cerca de 50 que ahora tiene.
No habría más.
Habría mucho menos.
Pero volvamos a la iniciativa que tan molestos tiene a los panistas.
Yolanda de la Torre, legisladora por Durango, presentó una iniciativa que propone ampliar de cinco a nueve años el periodo en que el presidente de la República puede disponer de las Fuerzas Armadas para tareas de seguridad pública.
Es un planteamiento que requiere una modificación constitucional.
No pasa solamente con los votos de Morena y sus aliados.
Requiere al menos 57 votos adicionales.
Sólo así se lograría la mayoría calificada.
Las dos terceras partes.
Es el mismo problema que con la frustrada reforma eléctrica.
Aquí la novedad es que la iniciativa es priísta.
Se supone que tendría el aval de los más de 70 diputados y diputadas del tricolor.
Eso traicionaría la alianza con el PAN.
Rompería en lo legislativo, por supuesto.
Y también definitivamente en lo electoral.
No hay de otra.
Se acabaría Va por México.
También Va por Puebla.
Los priístas poblanos se quedarían solos.
Derrotados de antemano.
Con su menos de 10 por ciento.
Y no hay que olvidar que el Revolucionario institucional no está para imponer condiciones.
Es más, esta iniciativa pareciera un guiño.
Una suerte de despliegue de bandera blanca.
Porque recién esta semana se instaló la Sección Instructora, que analizará el desafuero del presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de ese partido, el campechano Alejandro Moreno Cárdenas.
El apodado Alito, que arrastra muchas acusaciones en el estado del que fue gobernador.
Y todavía falta ver el enorme hueco que dejará el próximo éxodo del PRI a Morena.
Llueve sobre mojado.